18 abr 2010

Manuel Catalán

“Por sus obras les conoceréis” parece que resulta ser una frase del tipo éste de los Legionarios de Cristo, que tal vez venga de antes, pero que sólo es una interpretación de la frase de los Evangelios (Mateo, 40:7.15): “por sus frutos los conoceréis”… ¡referido a los falsos profetas! Y eso es lo único que no me gustó de cómo pasó por los Cafés del Meliá Manuel Catalán Chana.

“Soy muy desconocido por mis obras”, que fueron muchas -innegable cuestión-, nos dijo nada más tomar contacto con el invento. Y no fue una faena de aliño, como alguna que tuvo que hacer Miguel Hernández en Madrid escribiendo de toros -y lo señalo porque a Manolo le gusta el poeta oriolano-, que entró a todos los trapos con decisión y bravura. Sigue siendo el mismo que conocí en el 87, pero con más cuerpo (entiéndaseme, solera), convencido de la necesidad de revolucionar el tema de los recursos creando una nueva cultura presupuestaria, amigo de sus amigos y dolido, todo hay que decirlo, con muchos. No le faltó razón en nada.

El caso es que le vino bien pasarse por el Meliá porque actualizó el único dato que no tenía en orden, porque vuelve a primera línea, si es que alguna vez bajó a segunda, porque, en su caso, subió al sur de Francia a iniciar una andadura familiar hostelera que, después le hizo desandar el camino, porque algo tendrá Benidorm cuando nos empeñamos en seguir en ella.

Y ahora está, cual doctor Fronkonstin, sin Aigor (que sepamos), metido en resucitar al Partido de Benidorm a base de “gente intachablemente honrada”, con “sentido común” y con “formación”. A estas alturas del XXI esa labor ya no es tan complicada como buscar la famosa aguja relumbrona en el pajar ciudadano, pero la heterogeneidad del grupo puede traérselas. Reconoció no ser muy disciplinado en cuanto a afectos partidario-partidistas; y su razón tiene.

El caso es que en la tarde del Meliá supimos que Manuel Catalán Chana no mató a Manolote; tampoco Manuel Pérez Fenoll. Uno por nacer el mismo día de su muerte; el otro por estar ya muerto el diestro cordobés cuando vino al mundo. También, que la deuda municipal “el día de autos” era de 93 millones, con 10 en caja, y algo más que queda para campaña. Faltaría más.

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