La transición

Heme aquí en la necesidad de defender la Transición; la dureza de la Transición, periodo histórico que va desde el 20 de noviembre de 1975 al 28 de octubre de 1982 en que el PSOE gana las elecciones por mayoría absoluta. Los de la “Memoria histriónica” se han empeñado, en su necesidad de revisionismo, en que aquello fue de blandiblú. Nada más falso y más ruin.

Ello me impele a recordarles que existió el Consejo de Regencia, por casi 48 horas; que don Juan Carlos fue proclamado Rey, confirmando a Arias -como no podía ser de otra forma-; que dimitió Arias (’76) y pudo llegar Adolfo Suárez -quien no merece ninguna de mis simpatías, pero sí todo mi reconocimiento-; que se habló con todos los partidos y sintonías políticas -y allí estaban Felipe, Marcelino, Santiago… mano a mano con ex franquistas, labrando el provenir de España-; que vivimos la tensión de los sucesos de Vitoria y Montejurra; que nada más aprobar la Ley de derecho de asociación de partidos políticos la ultraderecha, ETA y los GRAPO jugaron a batir los ochomiles del terrorismo; que hubo que hacer una ley de libertad sindical; que algún sector del Ejército hacía ruido de sables; que existió la UMD; que los procuradores franquista se “suicidaron” y dieron carpetazo al Movimiento que los sustentaba aprobando su 8ª Ley Fundamental, la de la Reforma Política -que votamos y refrendamos el 15D del 76-; que el 15J del 77 ya votábamos en elecciones democráticas -sin haberlo hecho desde el 36-; que nos dotamos de una Constitución -la 11ª, desde el Estatuto de Bayona y con alguna experiencia fracasada- y la aprobamos el 6D del 78; que vivimos la matanza de Atocha (24.01.77), la red anticomunista Gladio, y la manifestación de repulsa donde el PCE se ganó el placet para la convivencia democrática; que padecimos la escalada terrorista de ETA que con inusitada violencia mataba cada 3 días y para lo que les remito a la web de COVITE y el “Balance del Dolor”; que aguantamos el 23F (del 81); y que llegamos al 82 donde tomó el testigo el PSOE. ¿Cómo pueden olvidar todo esto? Puede gustar o no, pero nunca olvidar

La Transición fue de una dureza tal, de tal generosidad por parte de todos, que los revisionistas deberían revisarse sus meninges antes de profanar la Memoria de España, de vivos y muertos.