23 jun 2010

Somos pocos; ¿debe parir la abuela?

Del “éramos pocos y parió la abuela” hemos pasado al “somos pocos, ¿debe parir la abuela?”. Debo reconocer que no dan puntada sin hilo; están en todo. Lo último ha sido lo la mengua en el número de nacimientos; al pelo para la cuestión de las pensiones y lo de alargar la edad de jubilación. Y el caso es que no les falta razón, pero si criticábamos a Goebbels, por su forma de hacer las cosas, y a los Yankees, por lo mismo, ya me contarán.

En enero (el 28), como de costumbre, el socorrido INE sacaba a la palestra su tradicional “Proyección de la Población de España a Largo Plazo, 2009-2049” y ya se leía, en negrita, lo de “el envejecimiento poblacional reduce el potencial de crecimiento demográfico futuro”; a eso se llegaba contando con los dedos. Hombre, nos decía que nunca llegaríamos a los 50 millones (ni China a los 1.500), pero hasta el 2045 no se nos ponía la cosa chunga. Es más, el crecimiento vegetativo nos era positivo hasta 2018. ¿Qué pasa?, que los hospitales no habían dado el parte.

Y mira que era claro el tema con el indicador de fecundidad, pero estábamos en otras cosas. Con la que estaba cayendo, y con el paro machacando, no interesaba echar más leña a la pira nacional: 7’6 millones de españoles (16’5%) con más de 65 años y con 6’7 millones de españoles (14’6%) con menos de 15. Casi 2 puntos; la cosa está, chunga-chunga. Hasta el Primer Plan de Desarrollo estábamos en 4’6 hijos por mujer… y ahora en 1’4; y mientras no estemos en 2’1 no hay reemplazo generacional. No voy a decirles que se vayan poniendo las pilas, pero así está la cosa… y sigue habiendo medio millón de mujeres más que de hombres. Y todo esto con un 12’2% de la población que no es nacida en la vieja piel de toro, islas maravillosas y enclaves patrios; vamos, 5’7 millones de extranjeros. Y nosotros, la provincia de Alicante -con 463.704-, la que más: 19 municipios alicantinos tienen más de un 50% de extranjeros… y no cuento los Erasmus que estos días se han bebido todo lo que había.

Vamos, que necesitamos 23 millones de españoles produciendo, que no digo trabajando porque más de uno simula la acción, para que esto funcione. Y miren, sólo estamos dando el callo 20, de los que entre 4 y 4’5, según se mire, están oficialmente en el paro. ¡Y me faltan 3 millones!

11 jun 2010

Poetry in motion

Juro que esto no va de Octavio Paz; ni tan siquiera apunta a la versión original de Johnny Tillotson, que nos encadenó a todos, ni a la de Bobby Vee -o el Dúo Dinámico-, que nos hizo odiar la canción… por que al traducirla quedaba de un soso insoportable. El caso es que esto viene a cuento del “suave balanceo” (las dos únicas palabras que se salvan del tostón de canción) de la situación demoscópica que parece anidar en el seno de la ciudad donde todos apuntan a la existencia de una bolsa de mil seiscientos votos que no van ni para el PP ni para PSPV… y esto, sin hablar a las claras de cartel electoral, porque de conocer oficialmente la cara impresa no serán mil seiscientos los versos sueltos de la oda política local. Al tiempo.

Verso suelto es el que no presenta rima en el poema, pero ahí está. El poema electoral local tiene incluso más versos que el Mahabarata (215.000) y no me creo yo que como está el parque, y sin verle la nariz a la criatura, sólo estemos hablando de mil seiscientos versos sueltos. Y estos de los que hablo son versos sueltos pululantes; poesía en movimiento centrífugo, hasta las narices de unos y otros, que quisieran mirar a los ojos al ente físico del cartel y recuperar la confianza en las siglas. Alfabéticamente hablando, el PP crepita y el PSPV palpita: todos saben que los versos sueltos son más de mil seiscientos; esos, los mil seiscientos, ya tienen dueños.

Aquí reclamo que a la demoscopia se una la Geografía Electoral (uno barre para casa) que es la que intersecciona las cuestiones de índole electoral con la población y el espacio. Existir, existe; y conozco sensacionales geógrafos electorales… que además me dan la razón. ¿Mil seiscientos versos sueltos hoy en Benidorm?... ¡eso no me lo creo yo! Y los geógrafos de que hablo, no riman ni con unos ni con otros, estudian las cosas y las situaciones, y elaboran conclusiones.

Me dicen que está la cosa para que uno de los dos se salga de la gráfica de resultados por arriba y el otro, en lógica consecuencia, se descalabre para los restos. Y me dicen que entienda por “restos” lo que queda de milenio, pendientes de un “redentor”; y que la travesía del desierto será más dura, porque te quitan el GPS y no te dan árnica, y te consideran más apestado que las huestes del Cid camino del destierro… y al poema me remito… al Mío Cid claro.

8 jun 2010

No semos naide

Vivo sin vivir en mí: ¡no somos nadie! Como diría mi recurrido “Candiles”, genial gramático pardo, ¡No semos nadie! Ni somos Grecia, ni somos Hungría… ¿Quiénes somos? Y esto pinta mal. En Europa nos han dicho “sí, bueno, vale, pero hagan más”, mientras Estonia -sí, ¡Estonia!- opta a la Eurozona con sólo un ¡uno por ciento! de déficit… ¿tampoco semos Estonia?; ¡no semos naide!

Y para deprimirme más llega Leire P y poco menos que me presenta al tal ZP como apóstol de los recortes incomprensibles bajo el postulado de que la Merkel ¡nos sigue! Yo quiero vivir en el país de Leire P y no en la ciudad que la vio crecer. La teutona gana competitividad a expuertas y marchas forzadas -wettbewerbsfähigkeit, que la llama ella-; y nosotros, dolores de cabeza. Y pregunto, al corolario de sabios que asesoran el mundo de los “P” (ZP, Leire P & Co): si Merkel, creciendo al uno y pico por ciento ya y con su bono boyante, aplica esos recortes, ¿qué no tendremos que hacer los paisanos parias -ambas con “P”- de la vieja piel de toro? Nuestro bono está ya al 5% de sobre coste, el FMI dice que seguiremos, 2010, en el 6% de déficit y la vice Salgado dice que no prepara más ajustes… y en Europa el lunes nos dijeron “sí, bueno, vale, pero hagan más”. Vayan poniéndose el DNI en la boca porque el hostión va a ser de Guines.

Como medida de choque, es cierto que Europa recorta en funcionarios y sueldos de funcionarios; pero la mitad que en España… y cobrando un 35% más (salvo, leo, Italia, Grecia y Portugal), pero como medida de choque los impuestos no se los suben directamente a los ciudadanos (salvo, vuelvo a leer, Italia); se los aplican a las empresas, lo que diluyen en impacto.

A la gente “P” tengo que reconocerle que la culpa sí es de Aznar, del PP (doble P). ¿No querías caldo?, ¡dos tazas! Cuando la huelga que le montaron en junio de 2002, en vez de continuar el proceso, se achantó y retiró de la circulación a Juan Carlos Aparicio, uno de los mejores ministros de trabajo que ha tenido este país.

Y golpeada mi mejilla, pongo la otra. Cameron me ha puesto en otro ¡Ay! Le ha salido la vena Churchiliana y sin un buen veguero ha soltado lo de “sangre, esfuerzo, lagrimas y sudor” (que fue lo que dijo Teodoro Rossevelt cuando fue Subsecretario de Marina y el británico, homónimo, Primer Lord del Almirantazgo); bueno, en versión siglo XXI porque la deuda total british supera el 70% del PIB -ellos tampoco son Grecia, pero se reafirman: son el Reino Unido de la Gran Bretaña- y ha dicho que las medidas afectarán “incluso nuestro estilo de vida”. “nuestro-estilo-de-vida”; tiemblo por el tonilla. Vivo en Benidorm, sufro con Benidorm… también soy turismo británico.

En fin, nunca me gustaron los colectivismos; prefiero un mal neocom a un funesto colectivista. La raya no se tira por debajo. Así nos va.