2 ago 2010

A vueltas con el clima... y con el turismo.

Digerir el informe de la AEMET sobre la subida de las temperaturas para las próximas décadas me ha llevado todo el fin de semana. Tiene cojones lo que son capaces de hacer estos chicos y, sobre todo, lo que son capaces de decir, máxime cuando la máxima de uno de los grupos de investigación más famoso, el australiano CSIRO, dice “los científicos todavía no estamos seguros si el calentamiento es causado por el CC, pero así luchamos por aprender más sobre lo que está sucediendo”.

Las iniciales CC corresponden a eso que por mi formación de geógrafo me niego a pronunciar, y a escribir. Si ya desde el colegio estábamos en la definición de clima como el “estado medio de la atmósfera en un momento dado” es porque ya sabíamos que la cosa cambia; que es cambiante. Y como es así, me niego a redundar. El CC son dos palabras que no entiendo ni siquiera que una mente lúcida pronuncie. Si está cambiando de continuo, ¿por qué coño nos queremos recrear en ese concepto?. No le veo la gracia. ¿Hacia dónde va? Bueno, eso del Balance Energético del Planeta es otra cosa y lo del clima global, ese que nos pretenden implantar otra. Es más, de cuando Koeppen y otros formularon sus clasidficaciones climáticas a hoy la cosa ya no es lo mismo… ni los trópicos están por donde los fijaron a punto de llegar los felices 20 (Cáncer y Capricornio: 23º26’17’’ N/S, y en 1917 estaba en 23º 27’; van cambiando 0’47’’ por año; esto se mueve).

Que a estas alturas de la copla aún estemos con el nivel del mar y se generalicen los comentarios obviando que no en todos los continentes es igual, me tiene hipercabreado. El Mediterráneo está “más alto” en la costa de Gerona que en el turco golfo de Iskenderum (Alejandreta o Issos). Ya me explicarán las “subidas” y sus afecciones “uniformes”. Que aún estemos con la “merma” del hielo marino en el ártico, que tuvo su mínimo en 2007, me tiene frito: se renuevan aguas y no afecta “al nivel” del mar en el mundo. Creo que hasta es bueno. Otro cosa sería la Antártica… si no fuera porque el grosor de hielo es mayor… o que aumentan las lluvias en el Sahel…

Que sigamos atendiendo a los modeletes informáticos para las previsiones catastrofista me sabe a cuerno quemado. Máxime cuando todos los modelos están teledirigidos y afectados por distintas cuestiones temático-ideológicas. Arrancan en el momento que quieren, ignoran lo que no les interesa y todos, sea cual fuere la información que les metas, se disparan al final. Algunos están disponibles en Internet, te los descargas y le metes los datos de tu pueblo y, le metas lo que le metas, desde 2025 se van disparando a niveles estratosféricos. Ni el canadiense CGCM-1, ni el australiano del CSIRO, ni el alemán del Instituto Max Plank (ECHAM4/OPYC3), ni el japonés MRI-2, ni el británico HadCM2 del Centro Hadley, ni los americanos CFDL, de la NOAA, ni el DOE-PCM que dirige Los Álamos Nacional Laboratory me dejan indiferente, pero es siempre lo mismo: caos, con los datos que sean (incluso los más falsos que uno se pueda inventar). Que el clima cambia, es evidente; otra cosa es nuestra mayor o menor influencia… y otra lo brutos que somos con el planeta; que esa es otra.

Viviendo en Benidorm y con un estudio en marcha de la Universidad de Alicante sobre los efectos venideros en el turismo, la cosa me engancha. Es más, la OMT lleva años preocupada por el devenir del Turismo… sobre todo desde que en octubre de 2006 se conociera el Informe de Nicholas Stern sobre los impactos en la economía… y el nuevo concepto de “víctima” y “verdugo” para la actividad turística que se le otorgaba.

Desde luego, ver al señor de la AEMET plantear que hay que reposicionar la actividad turística porque la gente se va a replantear las vacaciones, me preocupa… por quien lo ha dicho; no por la realidad palmaria que evidencia. Hay gente que calladita está mucho mejor. ¿Pero quién coño nos hace caso?

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