22 sept 2010

AVE: el lastre del balasto

Voy y les largo que estoy más contento que unas pascuas (fiesta y algarabía por una celebración) con lo del AVE que llega en diciembre a Valencia y en poco (je, je) a Alicante, y hasta puede que a Benidorm, y que el TALGO AVRIL vuela, y me topo con un estudio del catedrático de Geotécnia y Ferrocarriles (ETS Caminos, Madrid) Manuel Melis Maynar, el padre de la M30 y otras lindezas, que dice que el AVE en España nunca “volará” a 350 km/h. Entonces, ¿para qué nos van a servir esos bólidos que estamos inventado?

Hay que ver madama lo que presumes; la ropa los domingos llevas los lunes.

La cosa es que el efecto succión de la velocidad de los trenes AVE españoles impele a las piedras del balasto a velocidades de vértigo y éstas chocan contra los bajos de los trenes, pudiendo perforarlos y causar estragos: efecto “metralla”. Por ello la velocidad punta de AVE en España es -¡¡y será!!- de 300 km/h. A 340 km/h el balasto vuela y se transforma en auténtica metralla mortal contra el tren y contra todo lo que se ubique en torno al trayecto.

Ya en 2006 el profesor Melis Maynar recomendó cambiar el balasto. El balasto es la piedra triturada que se distribuye sobre la explanación de la vía férrea y sobre la que se colocan las traviesas y las propias vías del tren. Deriva de la palabra inglesa “ballast” (lastre) y designa al material que lastraba las embarcaciones de anteayer. En la vía férrea también lastra: aporta estabilidad al conjunto manteniendo la geometría dada en su construcción. Y además, distribuye la tremenda presión que el tren, a su paso, ejerce sobre el terreno y posibilita drenar el agua de lluvia para que no desmorone la estructura.

Melis, ya entonces, pedía cambiar el balasto por la placa de hormigón armado; lo que se llama vía en placa (hormigón premodelado), que además disminuye los costes de mantenimiento, soporta mayores cargas por eje y disminuye la presión sobre el terreno. Eso sí, cuesta más que tirar balasto y, desde luego, ha de ser mantenida por técnicos.

Cambiar hoy el balasto por la vía placa, con las líneas AVE funcionando, costaría, a día de hoy -septiembre de 2010-, de 5 a 10 millones de € por kilómetro (Informe Melis dixit, según tramo). Vamos, a la mitad, unos 8.600 millones de € -que no tenemos- para los 1.718 km operativos actuales.

La cosa es gorda y restrictiva a futuros avances. Tope en 300 km/h; nunca llegaremos a los 350 por mucho tren nuevo que inventemos. Es cuestión de seguridad e integridad de convoyes y pasajeros.

Entonces, si desde 2006 se sabía esto, ¿por qué se ha permitido terminar la vía del AVE a Valencia (y todo lo futuro) en balasto? Me lo expliquen.

Fomento se autoconsuela diciéndose que a 350 km/h el consumo de energía es tal que han optado por ser ecológicos y mantenerse en un máximo de 241 km/h que es la velocidad del consumo óptimo. Y santas pascuas y alegrías.

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