9 abr 2011

ALBEN... HASTA PUEDE FUNCIONAR


A Juan Balastegui y a Paco Gascón los conozco desde finales de los ochenta. Piano, piano, si arriva lontano… Han acometido juntos varios proyectos y han abanderado la sociedad civil benidormera en muchas ocasiones. Jóvenes emprendedores, han ido alcanzando sus metas propuestas y haciéndose un huequito, cosa siempre difícil cuando la cosa huele a pueblo que espanta, en eso, tan manido y tan maltratado, que es sólo un concepto, para la ciencia política, y que puede tener su plasmación real.

Jürgens Habermas señalaba como un logro de la Democracia la viabilidad de la intervención de la sociedad civil en la creación de opinión, incluso en la toma de decisiones. Bueno, pues de momento, con el Club de Opinión ya lo habían logrado; y sin ayuda pública… que tal como están los tiempos es un logro pues aquí todos salen del huevo y pían y pían hasta que papás pájaro les llenan el insaciable buche de gusanitos en forma de euros.

Ayer recalaron por Los Cafés del Meliá Juan Balastegui y Paco Gascón acompañados por Anabel Balbás y Antonio Ruiz. Los cuatro lideran un nuevo partido que concurrirá, por primera vez, a los comicios municipales del 22M. Lo hacen bajo el nombre de Alternativa por Benidorm; y bajo el lema  Reacciona; ahora tienes alternativa”.  Y si la utopía es la proyección humana de un mundo idealizado, ALBEN, su acrónimo benidormí, es la proyección psicológica de un Benidorm hiperidealizado. Demuestran una valentía increíble; y hasta les puede sonar la flauta. En ese caso, no será por casualidad.

Aburridos de la política, han decidido pasar a la acción ciudadana. Plantean cuatro premisas iniciales y tres objetivos básicos. Ah, y un Programa que hasta el martes, por lo menos, no verá la luz. Oye, y no hubo forma de sacarles algo lo suficientemente concreto, pese al Tercer Grado que vienen siendo Los Cafés del Meliá.

Apoyarán el primer día a la lista más votada para que acceda a la alcaldía; no admitirán ninguna delegación de gobierno por ese gesto; abjuran del transfuguismo y se declaran un Partido de Ideas, no de ideologías; un partido de propuestas. Están convencidos de llevar a las Casas Consitoriales transparencia, buena gestión y fiscalidad, y, como guinda, regeneración de la clase política. Al margen de premisas y objetivos, tienen un protocolo clave: renuncian a cobrar nada del Ayuntamiento cuando sean concejales… o quién sabe qué.

“¡No es imposible!”, proclaman orgullosos. Saben que hay mucha gente cansada, en Benidorm y en España, y -hasta el momento- la gente de la calle les es muy receptiva. Desde Tomas Moro y su Nova Insula Utopia (s. XVI)… no he conocido a nadie, ni parecido, a esta gente de ALBEN. Tampoco conocí a Moro; pero es que… me contaba mi padre que todo esto lo había iniciado Platón… y estamos hablando de 4 siglos antes de Cristo. Claro, que Balastegui & Co. sostienen que “el voto más inútil es el que se da a los de siempre, para que hagan lo de siempre”, y… a ver quién le dice que no.

No tienen miedo a lo que deparen las urnas; “lo difícil es dar un paso adelante y lo hemos dado; el 22M, en Benidorm, nos podemos llevar una sorpresa”.

Mantienen que están en la coherencia y que quieren volver a llevar al Ayuntamiento la palabra “negociación” que, aseguran, lleva veinte años sin utilizarse convenientemente. Y aquí, considero, manejan muy arriesgadamente el mito “alternativa” y la cuestión “reacción”.  El la Teoría de la Decisión una alternativa es sólo una de al menos dos cosas. ¿Me dejan el escenario municipal en cuadro? En cuanto a la reacción, es una acción provocada por otra y de efectos contrarios a ella; incluso una respuesta ciudadana a quien pueda dañar sus intereses. Me declaro ajeno a la alternativa y abogo por la reacción. Reaccionemos. Pero, ojo a las reacciones: las hay controladas e incontroladas. Tal vez es que entramos en nuevos tiempos para la política local. No sé. A lo peor, la línea del tiempo no nos atrevamos a cruzarla el 22M.

Lo último que dijeron y que no termino de ver, pero apruebo, aplaudo y me sumo, es una manifa, de las de siempre, pero de puro, puritito, cabreo; una reivindicación del pueblo de Benidorm, de la sociedad civil benidormera. Que nos devuelvan “algo” de lo mucho que se llevan de aquí. ALBAN ha lanzado la idea y esperan sumar sumandos a la operación: pero como no hay mayor pecado que el de no seguir al abanderado… ¿quién saca la pancarta a la calle? Es el fallo que les veo. Son ahora un partido político y la Ley Electoral es implacable: hasta el 6 de mayo, no toques el pito que me irrito. ¿Quién va a hacer de don Pelayo?

En fin, que Utopia era una isla; que no por mucho madrugar amanece más temprano; que la gente es del Madrid o del Barça, aunque también los hay del Valencia y del Sevilla, pero menos; que sigo insistiendo que Utopia era una isla. Tan convencidos estaban de ello, incluso antes de Moro, -incluso de que existía- que cuando los portugueses llegaron en el XV al archipiélago de Noronha, frente a Brasil, creyeron haber dado con Utopia. Utopia era una isla.

Si cuando la Guerra de la Independencia, en 1812, a Eugène Bufett, y al 117 de Coraceros, le hubieran dejado acabar el canal por donde hay discurre el Paseo de la Carretera, Benidorm, la Ville de l’Empereur, sería una isla. Pero los ingleses bombardearon el “Castillo” y…   


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