4 jul 2011

POTOTO. DESCANSE EN PAZ UN AMIGO DE BENIDORM


Esta mañana, tempranito, ha salido la noticia: “Otto de Habsburgo-Lorena fallece a los 98 años” (Europa Press) y “Fallece Otto de Habsburgo, el europeísta heredero de la corona austrohúngara” (EFE)… AFP, Reuters, etc. Todos han dado la noticia.

Simplificando: “Ha muerto ‘Pototo’”, Hijo Predilecto de Benidorm (desde 1964), distinguido en los actos del Día de Europa de 2010. A sus 97 años ya no pudo venir a recoger la distinción; en su lugar vino una de sus hijas; pero las Navidades de 2008 y 2009 las pasó entre nosotros.

La víspera de Reyes de 2009 me lo encontré en el Paseo de la Playa de Levante. Correctísimo, como siempre, me saludó. Alteza, le respondí; y con su sonrisa amable entró en conversación. Me preguntó por la familia, y hablamos del fantástico sol que alumbraba aquella mañana. Iba con una nutrida representación de su familia. Nos despedimos: “Adiós amigo, gracias”.

Le conocí a través del bueno de Manolo Ballestero a finales del verano de 1987. ¿Quieres conocer a “Pototo”? Fuimos a su casa, siempre abierta a sus amigos, y me lo presentó: Su Alteza Imperial y Real Otón de Habsburgo-Lorena y Borbón-Parma. Manolo era así. “Pototo”, con los pies en la tierra mucho más que Manolito, sólo señaló su condición de eurodiputado y “enamorado de Benidorm”, y me regaló -y dedicó- uno de sus libros: “Una política para el año 2000” (Iberoamericanas, 1969). Luego reparé que en casa tenía, de aquella biblioteca RTV, “Nuestro mundo en Marcha” (nº 89). Con los años le saludé un par de veces más, de la mano de don Pedro Zaragoza, y siempre recordaba las ocasiones.

Precisamente, en 1994 recibí el encargo de visitarle para “ver qué quería”; para agradecerle que fuera uno de los primeros en aceptar la invitación de Pedro Zaragoza, en 1959, para conocer Benidorm y que desde el primer día señalara no sólo el potencial turístico del enclave sino su voluntad de “veranear” aquí. Se compró una casa. Ya había sido nombrado Hijo Predilecto y se buscaba un “algo más”. El Archiduque me dijo que lo que más ansiaba era poder seguir disfrutando de su casita en Benidorm y que no quería nada. Pero su esposa, la princesa Regina de Sajonia (que además, tenía soberana pinta de princesa), me dijo que quería un detalle: “una foto grande de Benidorm -un poster de los de Turismo- para ponerla en mi casa de Baviera”. Trasladé la respuesta y me dijeron: ¿cómo le vamos a regalar un poster? Al final, un book maravilloso de fotos de Benidorm y un cuadrito que reflejaba su casa de Benidorm.

En el Restaurante El Romeral se le entregó y ella se abrazó al cuadro asegurándonos, con total emoción, que tendría “un lugar muy especial en Pöcking”.

La princesa Regina murió el año pasado; ahora lo ha hecho él. Ambos dos reposarán desde el próximo día 16 en la Cripta de los Capuchinos de Viena, donde les corresponde al hijo de la emperatriz Zita.

Otto de Habsburgo defendió el viejo ideal de Carlos I de España (Carlos V): “Orbis Euroepus Cristianus”. Renunció al trono de Austria en 1961. Fue miembro de la CSU de Baviera, de la que fue europarlamentario (1979-1999), y, previamente, fundador de la Unión Paneuropea (1923) -de la que fue vicepresidente (1957-1973) y presidente (1973-2004)- y participó activamente en la incardinación de la Europa del Este en la Unión Europea. De hecho, contribuyó decisivamente a la caída del Muro de Berlín y organizó, el 19 de agosto de 1989, el primer acto que permitió a centenares de alemanes huir de la RDA.

He lamentado profundamente no haber visto aún ni una mínima nota de pésame del Consistorio benidormense al respecto de quien es Hijo Predilecto y sempiterno enamorado de esta ciudad. En 1997 se puso su nombre a la calle en la que se encuentra su casita.

Pototo; descanse en paz.

Al menos, uno de Benidorm se ha acordado de Ud.



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