Todo hace apuntar al 31 de Octubre. El planeta conocerá al habitante número 7.000 millones: al parecer será niña y nacerá en un mísero poblado de Uttar Pradesh al norte de la India. El evento se realizará en un hospital en las cercanías de Lucknow, capital de Uttar Pradesh, el más populoso estado de la India, con 200 millones de habitantes y donde nacen 11 niños por minuto.
Y lo que más me jode es que allí tienen uno de los récords mundiales de “mortalidad infantil”, en concreto de “masacre silenciosa de las niñas” (aborto selectivo).
El nacimiento del “bebé 7.000 millones” será festejado con una ceremonia especial donde le será entregado a la pequeña un certificado de nacimiento por parte de las autoridades locales con la esperanza de que le permitan alcanzar la mayoría de edad. Pero quien sabe; allí no atan los perros con longanizas. No todos los niños que nacen en el mundo reciben ese certificado; no son inscritos en registro alguno.
India suma unos 1.210 millones de habitantes, y habida cuenta de que han cogido la moda de encaramarse en lo más alto de los índices de “niñas desaparecidas” y, además, tienen una alarmante diferencia demográfica entre ambos sexos: 899 niñas cada 1.000 varones de entre cero y seis años (914 a nivel nacional)… esperan en la ONU que dándole bombo y platillo al “bebé niña 7.000 millones” los habitantes del lugar noten el momento y eso les haga cambiar de opinión y la dejen vivir.
Hace apenas 12 años fue un niño serbio, Anand Nevic, al que adjudicamos el título de “bebé 6.000 millones”. Las estimaciones de la ONU sostienen ahora que el “bebé 8.000 millones” nacerá en 2025, aunque no se ponen muy de acuerdo dónde será, y si será niño o niña. Algunas voces opinan que “le toca” a África… y parece ser que volverá a ser niña.
Pero por favor: que la inscriban, que sea ciudadana y persona. Que no le falten a su dignidad de persona.
Resulta que India y China tienen los récords de ser los dos países con mayor número de niños/niñas sin registrar; lo que llamamos los geógrafos “vidas inexistentes”. Para los gobiernos no existen; pero nosotros computamos sus penalidades. A estos niños y, especialmente, niñas, el ser inexistentes les ocasionará graves repercusiones a lo largo de su vida: en su acceso a la salud y a la educación, así como en la defensa de sus derechos, o en su capacidad de casarse o derecho a votar.
Así las cosas, con estos mimbres asiáticos, puede ser que el planeta, aunque el próximo día 31 vaya a celebrar que llega el “bebé 7.000 millones”… en realidad puede haber desbordado ya esa cifra contando a los indocumentados. El “bebé 7.000 millones” puede haber nacido hace varios meses ya.
Lógicamente, no existen estadísticas sobre cuántas personas viven sin identidad propia.
Yo espero -confío y deseo- que la “bebé 7.000 millones” llegue a ser alguien. Resulta que a pesar de la “tradicional” preferencia del varón, ahora aquellas gentes leen los periódicos y ven la tele… y ya saben de los problemas que en unos años tendrán para casarse los hombres, pero especialmente saben que el hijo, para que consiga con quien casarse (ante la escasez de mujeres), necesitará estar en posesión de una vivienda “digna”, generalmente pagada por los padres, un lastre que ellas, las chicas, no comparten. Y a todo ello hay que añadir, especialmente, que los empresarios ya prefieren operarios mujeres para trabajos en líneas de montaje porque son más eficientes. Y los padres, añado, porque también, suelen enviar más dinero a casa.
A la “bebé 7.000 millones” le deseo lo mejor del mundo: que viva, que sea feliz, que no la exploten y que contribuyan a que la mujer en la India, que en nada y menos será el país más poblado de la Tierra -superando a China-, sea mucho más valorada, Deseo que conozca al “bebé 8.000 millones”… que en 12/13 años lo tenemos por aquí… porque ahora ya vamos más lentos; el ritmo de aumento, que es del 1’1% anual, se está moderando… y “pronto” hablaremos del descenso de la población mundial. Y aunque el crecimiento se modera, queda la duda: ¿cuál es el límite de la Tierra? Menos mal que hicimos el caso justo al Club de Roma en su día setentero, que si no…
Haya nacido ya o lo haga el 31 de Octubre, no defraudemos las esperanzas que muchísimos hemos puesto la “bebé 7.000 millones”.
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