5 dic 2011

DEL APRECIO POR EL AGUA EN BENIDORM



Benidorm nació como pueblo al compás del agua. Por eso la apreciamos tanto y la utilizamos en su muy justa medida. Sabemos utilizarla y por eso somos capaces de exigirla.

La cosa viene de lejos.

Aquél Benidorm de la Carta de Poblament de Bernat d’En Sarrià (1325) se fue despoblando desde la Peste Negra de 1348 y las razzias piráticas de 1388. Aunque en 1438 Benidorm había rehecho sus murallas, los piratas argelinos asaltaron la población en 1477, cuenta Francisco Amillo, y se los llevaron a todos prisioneros, dejando un erial sobre la Punta Canfali. Eran pocos los habitantes; la escasez de agua impedía ser mas y trabajar la tierra.

El informe de 1574 al Patriarca San Juan de Ribera dice que Benidorm estaba despoblado. En 1575 el virrey Vespasiano Gonzaga así lo señala, despoblado, en su escrito a Felipe II.

Se llegan a citar 16 vecinos cristianos viejos (16 familias) en 1609, que se quedan en 11 en 1646 y en 10 en 1654. La cosa pintaba mal. Y todo por las faltas de seguridad y, especialmente, agua. En el memorial de 1654 sólo se cita la existencia del “bancal del Señor” regado por agua de una noria.

El agua fue fundamental para fijar la población al lugar.

Así las cosas, la segunda y eficaz Carta de Poblament (1666), otorgada por Doña Beatriu Fajardo de Mendoza -Señora de Montealegre-, llega junto al Nou Reg/Reg Major de l’Alfàs (la séquia mare): dos leguas y media (unos 15 km) desde la Font del Salt a l’Alfàs de Benidorm. ¡Agua!

El Nou Reg trajo incrementos: de la producción agrícola, de las rentas de la Señora y de población. El agua llegaba a Benidorm y lo mismo entraba en los aljibes y cisternas para abastecimiento que regaba los campos.

En 1926 se seguía utilizando aquél entramado de conducciones del Nou Reg que abastecía a Benidorm… que hasta 1960 no contará la población con el primer depósito de “aguas claras” apara abastecimiento urbano. Hasta entonces y por espacio de casi 300 años, aquél canal y sus ramales -el Nou Reg-  llevaron el agua hasta los aljibes donde una anguila hacía de depurador biológico y fiel indicador de la calidad de aquellas aguas almacenadas.

Benidorm hubo de esperar a 1965 para conseguir una concesión sobre el agua embalsada en Guadalest que asegurara el futuro inmediato. Pero era absolutamente insuficiente.

Aquella manifiesta indigencia hídrica y el despegue turístico se aliaron para activar la solución del abastecimiento a través del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa. La filosofía corsaria de la obra era sencilla: coger agua de los regantes para abastecimiento. Luego se pensaron medidas compensatorias para los sufridos agricultores de la comarca. La sequía 68-69 estimuló el proceso y, con rapidez inusitada, ¡¡en octubre del 74!! se autorizó la constitución del consorcio; pero aún no las obras.

En septiembre de 1976 aún no habían hecho naday ya se hablaba, leo a Gaviria en Benidorm Ciudad Nueva, de buscar nuevos recursos, porque se veía venir el problema del desabastecimiento.

Y en estas que llegó “el IngenieroJosé Ramón García Antón que ahora andará en obras públicas allá en la Gloria; arreglándole a Dios el Cielo. Seguro. Y García Antón fue habilitando soluciones.

El 28 de octubre de 1977, ¡por fin!, quedó constituido el Consorcio para Abastecimiento de Aguas y Saneamiento de la Marina Baixa; para el abastecimiento de l’Alfàs del Pi, Altea, Benidorm, Callosa d’En Sarrià, Finestrat, La Nucía, La Vila Joiosa y Polop de la Marina. Hay letra menuda y desavenencias por en medio, pero las voy a obviar.

Benidorm era el 59’1% del total…y aquella obra debería haber venir al pelo para la sequía 1978-84, pero no estaban desarrolladas ni las captaciones ni las infraestructuras. Entonces se hubo de recurrir a la explotación del pozo San Vicente, en el acuífero de Polop, que no fue suficiente. Total, que casi al final de verano de 1978 ya no hubo más tutía que poner en marcha el “puente naval Alicante-Benidorm para suministrar agua… y el “Juan de Cardona” y el “Luis de Requesens” fueron habituales en la Playa de Levante haciendo “aguadas” (inversas) de hasta 550.000 m3.

Después de aquella dura prueba, a la que se unieron las unidades de los Ejércitos de Tierra y Aire (que tenían las autobombas más pequeñas capaces de callejear por el ahora Casco Tradicional), se decidió activar todo el conjunto de abastecimiento previsto en el Consorcio: comenzaron de verdad las obras que aún tardaron más de una década en estar operativas.

Hoy la estructura del consorcio la integran los embalses de Amadorio (1957; 15’8 Hm3) y Guadalest (1964, 12’5 Hm3), la Estación de Bombeo de Pullens (que actúa sobre los sobrantes del Algar y los bombeos) y los campos de bombeo de Sacos-Algar, Beniardà-Callosa y Sella en los acuíferos de Aitana, Serrella-Aixortà y Carrascar-Ferrer. Además se cuenta con los aportes de aguas depuradas de las EDAR comarcanas y existe ese cordón umbilical que es la conducción Taibilla-Amadorio.

Los detalles, para otro día.


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