12 feb 2012

DE LA LECHE Y EL CC… Y EL CC DE LA LECHE



Leer los periódicos “panchitos” te deja momentos de “gloria”. Como en todo, hay excepciones (algo de Argentina, México, Colombia y Chile; pero el resto…).

A lo que íbamos. Desde que me di un voltio por continente del Sur me ha quedado la manía de ojear su prensa vía Internet.  

Navegaba yo por la peruana cuando de pronto, un titular me estremeció. Bueno, estremecer, estremecer; lo que se dice estremecer… no sería el verbo adecuado.
La verdad es que me descuajaringó todos los papeles: “La leche contribuye al calentamiento global”. Y la tal  Wiebke Feuersenger se quedó tan pancha; ¡joder!, y su interlocutor, un tal Gerhard Flachowsky (todo un personaje del Instituto Alemán de Nutrición Animal e Investigaciones Agrarias, en Braunschweig), va y lo argumenta. No tiene desperdicio el artículo. El metano del estómago de los rumiantes es el problemón; bueno, en realidad el problema es comer.

Vamos, que no nos son imprescindibles para vivir los lácteos (ni la carne, ni los huevos). No a la leche, sí al tofu… que se obtiene de la soja, a la que pone también a caldo porque consume mucha selva, agua, etc., ¡”y los tallos de soja generan óxido nitroso (gas hilarante), 300 veces más perjudicial que el C02...!”. Es demencial el conjunto. La emprende con las vacas y sigue con las ovejas, camellos y cabras. El colmo, equipara a las cabras con las langostas: acaban con todo. Con mi paciencia también. Me acordé de lo poco “ecologista” que era mi abuela que aprovechaba el ramoneo de las cabras para hacer “limpieza”

Otro chute. En Bolivia, La Opinión, otro que tal: “El cambio climático quema los bolsillos de los bolivianos y nadie hace nada”.  Bueno, eso de nadie… Evo, sí. “… cuando el Presidente (Evo Morales) quiere avanzar, a los ministros les veo con mucho miedo…” cuenta el autor del artículo. Ahora, es optimista: “… Esperemos que en los próximos meses o en los próximos años, tengamos algo más concreto y que el Gobierno pueda cambiar este ambiente de incertidumbre…”. Lo que me alegro de no vivir por allí: eso de esperar unos meses, o ¡¡unos años!!, que lo mismo es, bajo la espada de Damocles del cambio climático es de lo más desalentador. La noticia la firma un tal… ¿Oxígeno? Increíble. Lo mejor es que en portada de La Opinión va destacado lo de los juicios de Garzón.

El ABC-Color (Paraguay) no le va a la zaga: “Roma, en estado de emergencia por la nieve”. Y comienza con un “El sorpresivo hecho, atribuido al cambio climático...”. Ya es para ir y darles en la entrepierna.

En Argentina se apuesta por el enfriamiento global, aunque no faltan calentólogos; pero con mejores pintas y argumentos ambos. Se cita a Khabibullo Abdusamatov, un astrónomo ruso que pronostica más frío coincidiendo con el mínimo solar, y apunta a un déficit de energía en el Balance Energético Planetario. Como esto ya lo hemos empezado a medir hace nada y menos, por fin sabremos si hay quien tiene razón en todo este galimatías dinámico del clima… o no.

Es más, desde Argentina leo que entra en liza una nueva cuestión como es el Movimiento Inercial del Sol (MIS, por sus siglas), algo que también hemos comenzado a estudiar.

Ah, el MIS. En el año sin verano (1816, en el que Mary Shelley escribió Drácula entre la nieve de las montañas de Suiza, donde se había refugiado Lord Byron) se conjugaron el Mínimo de Dalton, los efectos de la erupción del Tambora y un episodio MIS de órdago.

A lo mejor, también, esta gente tiene razón. Habrá que estar la loro. De momento, en Benidorm y a mediodía…. 13ºC. A las 8, cuando Putoperro y yo fuimos a ver la playa… 6’2ºC. Para Benidorm, frío.





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