9 feb 2012

DE LAS LOW COST, EL ALTET Y… EL BURRO QUE ACARREABA LA VINAGRE



Ayer se reunió el Consejo de Turismo de la ComunItat Valenciana en Benidorm. Por aquí se reclamaba cariño, incluso que la Consellería ocupara el edificio semivacío del Invat.tur, y el president Alberto Fabra optó por dejarse caer por aquí,” para limar asperezas con las patronales turísticas de la provincia” que ya habían puesto el grito en el cielo sobre las mil y una formas que hay de entender eso del Turismo en cuanto se pasa la división del reino florístico; en cuanto se cruza más allá del Mascarat.

Fabra, en Benidorm, reclamó ayer que el aeropuerto “flexibilice sus pretensiones” sobre las cuestiones de las low cost. Nunca pronunció la marca Ryanair, pero eso iba por lo del embarque en remoto. Bueno, abogó por “formular instrumentos para poner más fácil que esas compañías vengan a la Comunitat Valenciana”. En resumidas cuentas: “Fabra reclama más facilidades para las compañías de bajo coste en El Altet”.

Espero que “alguien” se dé por aludido.

Un personaje que no he leído que estuviera por aquí ayer (yo es que andaba de celebración y no estaba la cosa para aparecer por allí) es el diputado de Turismo, el torrevejense Joaquín Albaladejo. Que Dios nos pille confesados. Ser de una ciudad que vive del Turismo no es caché suficiente para que te endosen lo del Patronato Provincial de Turismo de la Costa Blanca, pero hasta ahora, si eras de Benidorm (Matías Pérez, Sebastián Fernández, Gema Amor… hasta donde yo recuerdo), la cosa iba saliendo adelante. Bueno, pues el torrevejense de marras se había salido de madre llamando “juego chantajista” a la acción de presión de Ryanair para eludir los fingers, mientras olvidaba los euros que nos ha costado, y costará, Iberia Regional Air Nostrum por la palmerita del ITVA que sólo ven en el aire ángeles y arcángeles, y en tierra sólo la admiras en el momento de embarcar.

Ayer mismo, en Levante-EMV, leía yo un acertadísimo ¿Juego chantajista? en el que su autor, José Mª Díez González, coincidía con lo que llevo mucho tiempo señalando: serán los pasajeros los que deban considerar si quieren embarcar por “pasarela” o en remoto. Pues claro que sí; lo que queremos es viajar más, más barato y a más destinos. Y lo más grave: somos un destino. Aquí lo que interesa es que vengan, y cuantos más mejor. Y que vengan como quieran.

El tal O’Leary será lo que Uds. quieran que sea; pero hasta ahora es uno de los pocos que posibilita ir a precios competitivos, y con bastantes restricciones, a más sitios. El que vuela con él sabe lo de las restricciones, y si lo hace es porque le interesa. Pues…. ¡adelante con los faroles!

Ahora a Michael O’Leary me lo martirizan más de lo que cabría esperar; y él juega con ello. Más azúcar a su tarta, publicidad que es lo que busca. Él convoca una rueda de prensa (si a lo suyo, y a lo de algunos que se llaman políticos, se le puede llamar así el comparecer ante los medios de Comunicación) y el legítimo cabreo de los trabajadores de Spanair llega a aprovechar esa reunión dejándose sentir en la misma, desde fuera. O’Leary se siente molesto y luego se hace la foto de chanza delante de ellos y… resulta que se ríe del mal que viven los que antes fueran de Spanair. Pues yo no lo veo así. Que cada palo aguante su vela.

La última es que Ryanair se queda con gran parte de los vuelos de Malév, la aerolínea húngara que palmó el día 3, y conectará Budapest con Madrid, Barcelona, Málaga y Alicante. Otro tanto a su favor.

No quiero yo que le pase al O’Leary este de Ryanair como al burro de Villarino de los Aires, en los Arribes. Sí hombre, sí; el burro del tío Silguero. El que acarreaba la vinagre, el que se llevó Dios de esta vida miserable. Tuvo que morirse para que le dedicaran una canción y, con el tiempo, un monumento.

Estamos a tiempo… y hasta lo ha pedido el presidente Fabra en Benidorm: “más facilidades para las low cost en El Altet”. Para todas.



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