17 abr 2013

DE LOS CINCUENTA AÑOS QUE LLEVAMOS DANDO LA VARA CON LO DEL MUNICIPIO TURÍSTICO… Y ESTAMOS COMO EN 1963 (I)



Fue en 1963 -con lo que hace 50 años ya, o los va a hacer en unos pocos meses- cuando el entonces alcalde de Benidorm, don Pedro Zaragoza Orts tuvo los redaños necesarios para pedir en los foros imperiales del momento lo que él llamó Carta Económica propia de cada Ayuntamiento turístico para poder financiarse adecuadamente. Esto fue cosa de la 1ª Asamblea Provincial de Turismo, previa a la 1ª Asamblea Nacional de Turismo (1964) que celebró el Municipalismo español. Las asambleas provinciales previas (y sólo Barcelona, Málaga, Mallorca y Alicante las realizaron) se pudieron celebrar como paso previo de la parafernalia de la Ley 197/63, de 28 de diciembre, de Zonas y Centros de Interés Turístico Nacional. Que es que ni por esas se atrevían a proponerlo.

Pedro, don Pedro, lanzó su propuesta de Carta Económica para la financiación de los Ayuntamientos turísticos, la defendió, se debatió y… Pedro, don Pedro, fue muy aplaudido, pero la 1ª Asamblea Nacional aprobó lo del “Spain is Different”, lo de las fiestas de interés turístico, lo de las denominaciones geoturísticas, lo del seguro turístico, lo de la creación de la Orden al Mérito Turístico y lo de la promoción de la caza y la pesca como alternativa al turismo convencional. También se habló mucho de escalonar las vacaciones y adecuar el tema escolar a ello; bla, bla, bla.

Pedro, don Pedro, se amparaba en el Proyecto del Plan Nacional de Turismo de 1952, que había pedido el ministro Gabriel Arias Salgado, y, sobre todo, en el documento que 10 años después (1962) daba carta de naturaleza al Plan al ser llevado al Consejo de Ministros, y que, además, sirvió de base para todo lo turístico del 1er Plan de Desarrollo. En el documento se alertaba ya de la necesidad de arbitrar una financiación extraordinaria a ciertos municipios “como en los que se desarrolla el turismo”.
Pedro, don Pedro, se volvió a Benidorm con las manos vacías y siguió vendiendo las bondades de su Carta Económica para los Municipios Turísticos.

Pero, ¿qué es la Carta Económica? Pedro, Don Pedro, me dijo en su día (y anoté) que “la Carta Económica es la ayuda extraordinaria que el Estado concede a un municipio por su singularidad”. En este caso, el turístico; y en el caso de Benidorm era para poder mantener los servicios en una población que en temporada estival ya quintuplicaba su población invernal. Y eso que hablamos de 1963… y ahora mismo, en el 2013. Benidorm tiene 73.000 habitantes censados (diciembre 2012: 72.991 en realidad) y debe dar servicios a una población que nunca baja de 125.000 en lo más crudo del invierno, y en momentos álgidos del verano se superan tranquilamente los 350.000, llegando a una fluctuación deambulante momentánea (sin pernoctación) de casi medio millón.

Y ahí se quedó la cosa, Pedro, don Pedro, predicando la necesidad financiera, todos asintiendo… y nadie haciendo nada… Hasta la 2ª Asamblea Nacional de Turismo que ya presidieron los Reyes -don Juan Carlos y doña Sofía- porque entre dimes y diretes nadie le ponía el cascabel al gato, y ya estábamos en 1975… y la casa sin barrer.

Los trabajos previos para el IV Plan de Desarrollo (1976-1979), que obviamente no se puso en marcha, comenzaron en 1973 reconociendo que en España, más allá de zonas turísticas, había ¡¡municipios turísticos!!, y se planteó, ¡por fin!, la creación de un régimen fiscal especial para los Municipios Turísticos que contemplaba  la imposición de tasas para sufragar servicios cuya implantación fuera consecuencia el carácter turístico de la localidad. Pagar más, con independencia del “pagano”, no satisfizo a nadie; en especial al alcalde de Benidorm de entonces, José Manuel Reverte Coma (el forense al que debo un Post) que sacó bandera en defensa de una financiación directa. Naturalmente que muchos aplausos… pero nada más.

Y en esas que el sucesor en la alcaldía de don José Manuel, el alcalde don Miguel Pérez Devesa se alía con el Instituto de Estudios Locales y organiza en Benidorm la 1ª Reunión de Municipios Turísticos (1974) en la que se pide la “creación de un fondo de compensación para los municipios turísticos” y se postula que sean tenidos en cuenta datos de población censada, plazas de alojamiento, población turística e incremento del gasto municipal para las prestaciones que debe soportar el Ayuntamiento. En aquella reunión no se llegó a las manos de milagro: ¿quién es -y quién no es- municipio turístico? Todos se consideraban ya turísticos y merecedores de unos duros extras del fondo de compensación aquél.

Claro, en la 2ª Asamblea y delante de Sus Majestades no quisieron repetir, por mucho interés que puso Benidorm (y algún otro), la escenita de decir quién -y quién no- es municipio turístico… y pasaron por encima la cuestión.

Y por pasar, pasaron por alto que hasta la Constitución de 1978 en su Artículo 148, apartado 1, punto 18 [Las CCAA podrán asumir competencias en las siguientes materias: Promoción y ordenación del Turismo en su ámbito territorial] les proponía que el Turismo fuera competencia exclusiva de las Comunidades Autónomas. Y ya con la Carta Magna, tantas competencias que se querían, las CCAA deberían haber tomado el testigo de la figura legal del Municipio Turístico.

Pero no, como la Constitución sólo se la leen los que opositan a funcionario, y no en detalle, un nuevo parón en esto del Municipios Turístico… hasta que en 1981, desde la Secretaría de Estado de Turismo sale a la palestra Ignacio Vasallo y dice que como el municipalismo no consigue ponerle el cascabel al gato va a ser el Ministerio el que lo haga. Monta Vasallo una reunión en Sitges y -como tampoco se ponen de acuerdo- sale con lo de un “Libro Blanco” sobre el tema: un estudio en profundidad sobre quienes de verdad pueden ser municipios turísticos y cómo se les puede financiar.

Pasa todo el año 82 y nadie pía nada sobre el estudio anunciado por Vasallo. Y llega 1983, y como la situación es cada vez más insostenible (y hay elecciones a la vuelta de unos días), el entonces alcalde de Benidorm, José Such Ortega, mueve la cuestión para promover en Benidorm un encuentro al más alto nivel para definir el Municipio Turístico y para que se entienda qué es un municipio turístico propone que se fijen en la triada Benidorm/Mahón/San Bartolomé de Tirajana- y, al mismo tiempo, también la figura del Municipio de Interés Turístico (MIT) para aquellos que sin ser los tres antes citados tengan connotaciones claramente turísticas. Such lo explicaba diciendo que “en el Turismo, como en el Fútbol, había divisiones y sólo unos pocos jugaban en 1ª División”. Sobre el papel, y ya con aliados, muchos lo entendieron.

Mañana seguimos…




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