23 jun 2013

DE OTRA MÁS DE DON PEDRO


Es un secreto muy mal guardado: está en marcha un libro sobre don Pedro Zaragoza Orts… y el viernes quisimos tener en Los Cafés del Meliá a su autor que, además, acaba de recibir un premio por otro libro en Francia… y no se nos presentó Pedro Nuño de la Rosa. Y sin entrar en modos y modismo, normas y similares, sobre el cómo comunicar esa ausencia, pues… tertuliamos entre nosotros mismos.


Y hablamos de casi todo lo que se cuece a esta orilla del Mediterráneo y, cómo no, de algunas cosas de Don Pedro.

Un “sucedido” que no conocía es aquél que cuenta que muy al principio de su mandato como alcalde (1950-1967) abrió una calle “a la torera”; tal fue su modo de proceder.

Temporal, 1958 - Plaza del Torrejó
Ya delimitada la playa
Me cuentan (y me ratifican varios de los presentes en la tertulia) que al inicio de la década de los 50 el vial que discurre por la playa de Levante (hoy avenidas de la Mare de Déu del Sofratge, Alcoi y Madrid) no existía como tal y una de las primeras medidas de don Pedro fue “urbanizarlo”; delimitar vial y aceras de las arenas. Hasta entonces existía una clara delimitación: arena y tierra dura por discurría un camino por el que se accedía a los chalés ya existentes. Y a ello se oponía la Capitanía Militar de Marina que estaba en Villajoyosa. Nadie me supo contar el por qué; pero la oposición, insisten, era firme.

Las capitanías militares tenían competencias en materias relacionadas con el mar y el suelo patrio que delimita las costas, y el mando lo ejercían jefes y oficiales del Cuerpo General de la Armada, o de la Reserva Naval Activa las más de las veces. Ahora mismo no sé hasta qué punto podía ser “legal” aquello de negarle un permiso para actuar “sobre la playa de Levante”, pues en la urbanización del vial no veo yo injerencia en aspectos de la defensa naval, de la protección de la marina mercante o de la pesca, que eran los cometidos de dicho militar; pero se oponía, me insisten.

Por la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante (Ley 27/1992, de 24 de noviembre) las Comandancias, Capitanías y Ayudantías Militares de Marina cesaron en su actividad castrense y sus cometidos pasaron a ser civiles y depender de Fomento, pero -España es asín- realizando funciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Y el caso es que me insisten los del Consejo de Eméritos Ciudadanos del poble que son contertulios de Los Cafés del Meliá que hasta en el Urbanismo de aquellos años 50 tenían cometido en cuanto se tocara la arena de una playa.

Y don Pedro chocaba una y otra vez con el permiso para deslindar playa y vial. Ni sus solicitudes a la Comandancia Militar de Marina, en Alicante, servían para aplacar al Capitán Militar de Marina, de La Vila. Y el Ayudante Militar de Marina de Benidorm… ni pinchaba, ni cortaba.

Y la primera línea de Levante necesitaba un vial en condiciones.

El Plan General de Ordenación Urbana era aún una entelequia (hasta 1956 en que se aprobó) y el Proyecto de Alineaciones en Levante no terminaba por conseguir los visados correspondientes para 1ª Línea… y la casa sin barrer.

Don Pedro, me cuentan, tomó la decisión de acometer la obra. Preparó -con más sigilo que el que se tiene sobre el inminente libro sobre su persona- toda la infraestructura precisa: materiales, medios, personal y avituallamiento y… en la tarde noche de un viernes (hora H, día D) puso en marcha la operación. El domingo por la noche se había “urbanizado” desde la Plaza del Torrejó hasta la avenida de Bilbao, un respetable tramo.

El lunes por la mañana, a primera hora, don Pedro se presentó en la Capitanía Militar de Marina de Villajoyosa solicitando ser detenido por la obra que había comenzado en contra de la voluntad del alto cargo periférico responsable de la costa.

Se montó una de “menor tamaño” y el capitán militar de Marina tuvo de aceptar el proceso. Don Pedro salió airoso y pudo seguir “urbanizando” el vial y engrandeciendo su leyenda.

Bueno, hubo sus más y sus menos en todo aquello pues aún hay una parcela en la Playa de Levante, junto al Hotel Brisa, con una construcción unifamiliar tapiada, en cuya valla hasta hace poco se podía leer “Propiedad del Ministerio de Defensa”. Ahora ha desaparecido el cartelito. Hubo un tiempo después otro que decía “Ministerio de Fomento”, sin el preámbulo de “propiedad del”… y también ha desaparecido. Pero la casa está tapiada y es una mácula en el water front de Levante.


Es fácilmente identificable: es la única parcela de toda la zona de Levante que tiene una vivienda unifamiliar (Avda. de Madrid, número 36). Junto a ella (Avda. de Madrid, núm. 34) hay dos construcciones (planta baja y 1 piso). Las escoltan edificios de porte y altura.

Alguien que sepa más nos contará el porqué




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