20 mar 2014

DE QUE LA PRIMAVERA LA SANGRE ALTERA HASTA PARA LOS DEL CC


Ayer lo dejé entrever, pero no me esperaba esta auténtica ciclogénesis explosiva, nada más llegar la primavera, de gente de ciencia saliendo en tropel en este 2014 con los del CC. Sí, se confirma: la primavera la sangre altera hasta para los del CC.

José Mario Molina, el mexicano del MIT que co-descubrió lo del agujero (adelgazamiento, en realidad) de la capa de ozono y que hasta recibió el Nobel de Química (1995) lidera un grupo de científicos de la Asociación Americana para el avance de la Ciencia (AAAS) que han sacado adelante el informe WhatWe Know: The Reality, Riks and Response to Climate Change (Lo que sabemos: la realidad, riesgos y respuestas ante el CC). “Como científicos -resumen- no es nuestro papel decirle a la gente qué debe hacer o creer acerca de la creciente amenaza del CC. Pero consideramos que es nuestra responsabilidad como profesionales… asegurar que la gente comprenda lo que sabemos”. Y ahí están

Lo que más me gusta del documento (que no comparto en varios aspectos) se puede resumir en que “creer no es la palabra” cuando se habla de este tema. En lo del CC la cuestión no es creer o no creer. Tienen una página web: What we know: Lo que sabemos. Y lo que ellos saben, lo cuentan.

El CC no es algo entre lo que se escoja creer o no”, aparece en el informe. 
Sabemos que el clima de la Tierra ha estado cambiando siempre” o que “para mitigar el efecto tenemos que tomar acciones”. Concluyen que “cuanto antes actuemos, menor es el riesgo y el costo” y argumentan que “al tomar decisiones informadas ahora, podemos reducir los riesgos para las generaciones futuras y para nosotros mismos, y ayudar a las comunidades a adaptarse”.

También, como espoleados por el resorte de la savia nueva primaveral, la mismísima Casa Blanca ha lanzado un portal para aumentar el conocimiento sobre el CC: el Climate-Data-Gov! La idea es ayudar a la población a entender, a través de la ciencia, los cambios climatológicos y que los ciudadanos puedan empezar a calcular cómo pueden afectarles. Y si se conciencian, seguro que empezarán a buscar soluciones a la cadena de problemas… dicen que le oyeron decir al que parió la cosa. La idea es del consejero John D. Podesta, que es asesor de Obama (como Mario Molina) y director del Centro para el Progreso Americano (CAP).

La página acaba de ser puesta en marcha, pero promete gran cantidad de datos para ir formando ideas. Está aún en fase experimental, pero su puede intuir su utilidad en 21 aspectos concretos y con hasta 83 bases de datos. Promete momentos interesantes. Vale que es sólo para yankees, pero todo se andará.

Y un tercer momento que nos llega al explotar la Primavera viene de la mano del exdirector del Instituto Goddar (de Estudios Espaciales) de la NASA (GISS), James E. Hansen, que hace unos días comparecía ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado (de los EE.UU.) para expiar su culpabilidad latente… y darle unos cuantos latigazos a los Demócratas; que no siempre los Republicanos son los malos de la película climatoapocalíptica.

Hansen entonó un mea culpa “sobre el rol que han tenido los científicos a la hora de dar a conocer las consecuencias del CC”. El pasado 10 de marzo, en su web insistía en su viejo libro de 2010, “Storms of my Grandchildren / Tormentas de mis nietos”, sobre su visión apocalíptica de lo que nos espera y donde anuncia que se lanza a una campaña explicativa de lo que se nos viene encima. El futuro es de los nietos, no nuestro. Aboga Hensen, obviamente, por las energías renovables.

Y saca su espada flamígera y denuncia que “los científicos informaron hace décadas a los líderes políticos de que las fuentes de energía libres de carbono debían reemplazar a los combustibles fósiles”… y como no insistieron mucho, estos no es que les hicieran mucho caso. Y termina cargando contra el Partido Demócrata cuando denuncia que “adoctrinado fervientemente por organizaciones verdes antinucleares” bloqueó el desarrollo de esas fuentes de energía. Y termina con un acto de contrición titulado “El delito más grande del mundo contra laHumanidad y la Naturaleza” donde explica todo esto y algo más (fustiga a los suyos).

Hensen es rotundo en esta misiva, de marzo de 2014, con la excusa de sus nietos: “Nosotros los científicos debimos haber explicado más claramente que existía un límite a la cantidad de carbón que podía quemar la humanidad, si se deseaban evitar desastrosas consecuencias futuras”. Insiste: “Debimos haber explicado con mayor claridad que las difusas energías renovables no podrían satisfacer las enormes necesidades energéticas de países como China e India. Evidentemente no logramos transmitir el mensaje”.

No, si al final va a resultar que…

Bueno, pues la Primavera ha alterado la sangre de todos estos. Y esto promete no acabar. En fin, sabremos más. Así averiguaremos What is what we know? (¿qué es lo que sabemos?).




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