15 mar 2015

DE UN CAFÉ SANITARIO… BIEN INSPECCIONADO


Pues sí, por Los Cafés del Meliá siguen pasando tertulianos y tertulianas ahora que yo me he relajado, por cuestiones profesionales, en esa práctica de la tarde de los viernes. Sin ir más lejos el viernes 13 lo hizo la doctora Cecilia Correas de la Inspección Médica del Área de Salud de la Marina Baixa. Un diagnóstico le pedimos de cómo estaba la Sanidad Pública… y obviamente la doctora nos lo hizo y se deshizo en elogios para el mismo. Y no hubo mucha réplica, oigan; todos estaban contentos con sus médicos. Yo tampoco me quejo.

Dra. Cecilia Correas
Foto: M. Ayús
Caleña de cuna -de Cali, Colombia-, la doctora transmite pasión y celo profesional. Formada en el Colegio Americano y en la Universidad Libre de su país, auxiliar de enfermería militar que fue (con mando en plazo, dijo) y experta en salud ocupacional en la Policía colombiana, un buen día tuvo que salir de allí y tras pasar, nos contó, por el Boston Medical Center (USA) y por el Reino Unido recaló en España donde ejerció la medicina (familiar, pediatría y orientación familiar) hasta incorporarse en el nivel de prisiones (Can Brians II; Barcelona). Un día pasó por Benidorm… se vino y se quedó. Que si atención médica a mayores, que si Bolsa de Trabajo, que si en mayo de 2014 se integra en el Área de Salud de la Marina Baixa en su Inspección Médica.

Nos contó que “sin estar para tirar cohetes, estamos bastante bien” en la Comunitat Valenciana donde se busca “la máxima eficacia en los recursos sanitarios”. Con vehemencia defendió que “la Sanidad española es la mejor de Europa” y destacó su “universalidad”. Eso sí, destacó que “no la sabemos apreciar en su grandeza” y que, por ejemplo, “el Área de Salud de la Marina Baixa está ahora mismo en el nº1 de la Comunitat”.

Nos respondió hasta donde bien podía llegar: “reclamamos una tarjeta unificada para toda España”, “sería conveniente un segundo hospital” (en la Marina Baixa; por obviedad en Benidorm), “tal como están las cosas se entiende que se hable de ampliación del actual” (del hospital comarcal de La Vila), que “la clave está en la gestión eficaz del sistema”, que “estamos en la zona de mayor dispendio sanitario de España por el número de desplazados que recibe” (Benidorm), que si por humanidad hacen “excepciones de tratamientos de 28 días” (a los muchísmos que dicen haber olvidado su medicación en el lugar de origen), “que hay decretos de atención sanitaria y gasto farmacéutico” (con las demás Comunidades Autónomas y con los demás países europeos, principalmente), “que hay muchas gente que abusa del sistema” (de aquí y de fuera de aquí)… En fin, que hablamos de todo un poco.

Nos dijo que “ahora trabajan con mayor coherencia, con mayor sensibilidad social”, que “hay planes de inspección más eficaces y mecanismos de control” y hasta que “las mutuas trabajan con la inspección” y con lo que se racionaliza más el tema y se gestiona mucho mejor.

La del viernes fue una de estas veces que te queda un regusto extraño en la boca; y no por café que tan gentilmente nos ofrece el Meliá Benidorm (y la confitería). Tal vez, apunto, el extraño regusto sea producto de un reflujo gástrico (ya que entre doctores andábamos): tras oírla y ver que todo esto parece que funciona ¿no les parece que hemos perdido unos años fantásticos en optimizar el sistema? Y eso que aún queda mucho por hacer. ¿Ha tenido que venir una crisis para darnos cuenta de que hay que racionalizar todo esto?

Pues sí; me temo. Y no hemos acabado.

Sí, parece que el sistema es aún viable, pero me quedé con la duda de saber si atendiendo a las cuestiones demográficas… ¿seguirá atendiéndonos durante mucho tiempo más?

Bueno, voy a pedir cita (previa por Internet), que yo soy un crónico y me toca para final de mes.  





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