5 may 2015

DE CECILIO Y DE JAVIER; DE JAVIER Y DE CECILIO


A propósito del vino Señorío de Benidorm se han unido las capacidades de dos grandes amigos: Cecilio González y Javier del Castillo. Lo conté ayer... y a partir del tercer párrafo el texto estaba escrito desde el sábado.

La historia del vino por aquí yo la hubiera comenzado en el Alto de Benimaquia (VI aC). Luego, bien se sabe, para consumo propio y hasta la plaga de la filoxera, vid y vino en cada trozo de terruño; aún quedan pequeñas viñas en el Valle de Guadalest y algún nombre propio en El Abdet. Hablamos de tradición; que tanbiém hay modernidad por estos pagos.

Pues a lo que íbamos…


(I)

Dicen que es pesado. Hombre, su pasión, arrebatadora pasión por Benidorm, le envuelve. Y como un torbellino se le arremolinan entre neuronas y cuerdas vocales todas las excelencias que ha sabido encontrarle a Benidorm empujándose por salir. Le está muy agradecido; él lo ha dado todo y Benidorm le ha dado más. Siente Benidorm como algo muy suyo… que si no hubiera vendido tanto, lo sería.

Su cerebro es un volcán en constante ebullición que explota casi a diario con ideas que no todos valoran y comprenden pero que nunca dejan de ser una genialidad. No tiene término medio.

Un día se empecinó en esto del vino Señorío de Benidorm… Y ayer lo probamos. Tenacidad, obstinación y terquedad. Habemus vino. Y sí, es “una más de Cecilio” pero como todas las anteriores: se le ha ocurrido a él y sólo él ha sido capaz de sacarla adelante. Y mira que somos legión los que estamos todos el día pensando cosas por y para Benidorm.

En el deporte nacional, la envidia (que no dejan que sea disciplina olímpica para evitar que el podium lo cope España), hará que muchos demonicen la idea porque se hizo realidad por él. Sí, es un “pesao”; es que la vehemencia le pesa tanto que destila pasión por Benidorm.

Se empeñó en un vino con el nombre de Benidorm, y lo ha logrado; se empeñó en una canción -In Benidorm- y, mal que pese, ahí está. Su empeño por Benidorm va a más. Y si Anita se lo consiente, ¿quienes somos nosotros para criticárselo? Lo suyo es estar en estado de promoción permanente y Benidorm es la niña de sus ojos.

Me inunda el WhatsApp con sus mensajes, me llena el e-mail con sus propuestas, se me eterniza al teléfono. Y yo siempre le digo: “no se les ha ocurrido a ellos; tienes un problema”.

Esta vez me he equivocado; una vez más, granuja, te has salido con la tuya. Sí, lo tuyo sí ha resultado Señorío de Benidorm… Por 2.000 ducados, contó un día Paco Amillo, Beatriu Fajardo se hizo con este Señorío de Benidorm. Por muchísimo menos todos podremos hacernos con un Señorío de Benidorm… la penúltima idea de Cecilio.


(II)

Dicen que persigue la perfección en todo. Hombre, la pasión también le envuelve. No necesita anotar las cosas que quiere decir, le fluyen, como la sangre, conocedor de lo que hace.

El, también, le está agradecido a Benidorm. Lo ha dado todo, desde cero; Benidorm se lo va reconociendo. Se ha empeñado en reposicionar Benidorm y a sus colegas en el universo gastronómico de la mediterraneidad. Y como alienta lo que todos desean, la cosa marcha en ese Benidorm gastronómico.

Hace tiempo que traspasó la barra, pero sigue estando en el local con el objetivo de la calidad y las cosas bien hechas. Su trayectoria le avala desde que yo le conocí en el Chestano. Hecho a sí mismo, sigue en la brecha fielmente apoyado -Isabel, sigue así- y sumando amigos a su causa, que es dignificar aún más Benidorm; mucho más que Sol y Playas.

Un día lo sumaron al proyecto. Era algo que él también estaba gestando. Todos, alguna vez, hemos pensado en cómo sería aquello que deseamos. Él estaba en lo del vino, dándole forma y cuerpo. ¿Cómo no iba a sumarse a la idea de Cecilio? En parte, era la suya.

A partir de ese momento ya no fue “una más de Cecilio”; ahora tenía visos de ser una vibrante realidad. Y si uno encendió la mecha, el otro colocó los barriles para que la explosión fue de impacto; como ha sido.

Se por el Facebook de sus andanzas; alguna de sus salidas de campo las chiva la aplicación. Alguna vez compartimos pasiones por el Sur y una cerveza (soy bárbaro). Sus mensajes son siempre de aliento o para anunciar una acontecimiento.

También Francisco Javier en el deporte nacional tiene su cruz; no se perdona que triunfes y mucho menos que habiendo triunfado aspires a más. Sólo los mediocres no quieren subir un peldaño más.


(III)


Orgulloso de mis amigos, yo que he seguido el proceso de este vino en la distancia, como estoy, brindo por su éxito hoy, mañana y siempre. Sé lo que han bregado y sé que no lo han hecho para ellos. El lunes próximo… y el martes, y el miércoles… la satisfacción les habrá extenuado un poquito. Pero ya están, los dos, pensando en la próxima.

Es que Benidorm se reinventa día a día.  


Ellos, ambos, han tenido Post en este Blog; como no podía ser de otra manera. A ambos, porque no todo va a ser dorarles la píldora, les pongo el “pero” de que para un vino del año, como el que nos ocupa, no pongamos en marcha una campaña como los gabachos con su Beaujolais nouveau. Soy bárbaro del norte (de los de cerveza) y considero que aquello es casi agua con color, pero lo busca y lo bebe “todo Dios”... pero no vamos a comparar







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