26 ago 2016

DE LA INDUSTRIA DE LOS FORASTEROS (IX)


Nada; un retrasillo por una “excursión” al Cap i Casal, donde todo sigue igual… y vuelta a empezar. Y en cuanto empezamos a crecer en esto del Turismo… se dispararon los problemas. ¿Morir de éxito?; ¡nunca! Lo del éxito en turismo significaba más gente, lo que se traducía en necesidad de más agua, mejor gestión de los residuos (que aumentaban) y más de todo… más servicios en general. Hasta en Sanidad.

Sanidad y Transportes eran las deficiencias tradicionales de la Historia de España. En los años 60, como en los 40 o en los años 20 (por no salir del siglo XX). Y si ya estaba justita (o mal) durante el invierno la Sanidad, cuando en las zonas turísticas se duplicaba (triplicaba o quintuplicaba) la población durante el verano… ni te cuento.

La Manga (del Mar Menor); 1963
En 1963, el equipo de Fraga planteó y consiguió que las situaciones surgidas de la aceleración demográfica veraniega fuera atendidas (estudiadas y en la mayor parte de los casos no resueltas) por una comisión de expertos. Los excesos demográficos por inmigración e industria, menos cuantiosos, solían encontrar mayor apaño que los turísticos, ocasionales y explosivos… de muchas pesetas de inversión. Turismo apoyaba los trabajos de la comisión de expertos porque “mejoras en sanidad atraían la afluencia de capitales extranjeros”.

El alcantarillado, cuenta Pack e imaginamos cómo de complicada sería la cosa, era muy deficitario en líneas generales en casi toda España; imagínense en los sitios turísticos. “En Benidorm -reseña Pack en el libro- la delegación local de la CCS[1] informaba en 1964 de que el alcantarillado sólo daba servicio al dieciocho por ciento de la población”. El urbanismo público iba más lento que el desarrollo turístico.
No obstante, el 10 de mayo de 1965 se puso en marcha un ambicioso Plan Urgente de Trabajos de Saneamiento en Localidades Turísticas  que actuó en 73 ayuntamientos turísticos de España[2] y a los pocos días operaba otro plan para carreteras[3] que se lo comió el Plan Redia (de mejora de grandes itinerarios) y los accesos a las grandes ciudades. Hasta 1968 no llegaría el primer Plan de Carreteras para el Turismo… cuyo importe íntegro se destinó para las carreteras de las zonas montañosas del Interior… en un alarde de inteligencia.

Atardecer en Sanlúcar
Hasta que Gonzalo Fernández de la Mora no llega al Ministerio de Obras Públicas -en 1970- no se atendieron las necesidades de la comunicación de los municipios turísticos y se pusieron en marcha las potencialidades de aeropuertos como el de Alicante (04.06.1967) que, como el de Gerona o el de Almería (abiertos también a finales de los años 60) seguían peleando por conseguir autonomía en vuelos chárter y explotar todas sus posibilidades. El de Alicante, en 1970, consiguió operar “160 rutas chárter planificadas” y en 1971 ya había superado su capacidad operativa inicial (establecida en 1’2 millones de pasajeros/año); para 1972 ya disponía de nueva terminal, con sucesivas ampliaciones en 1975, 1978, 1988 y 1996[4].

Ya entonces se hacían tonterías, porque el aeropuerto de Almería se construyó sólo porque ENTURSA había programado una operación urbanística en Almería y… el caso es que se hizo. Cuando se abrió, ni una sola compañía mostró interés en operar en él. En cambio, el aeropuerto de Ibiza se las vio y se las deseó para salir adelante; sólo se le contemplaba como complemento al mallorquín. La demanda de vuelos a Ibiza hizo reconsiderar posturas a las autoridades y, al final, se consiguieron las instalaciones necesarias. No pasó lo mismo con la isla de Menorca: la próspera industria de artículos de piel y la labor ecuménica antiturística tanto del obispo Bartolomé Pascual Marroig, como del administrador apostólico Álvarez de Lara casi la sacan del mapa del turismo.

Como hemos visto en las dos últimas entregas, en todos estos años Fraga y su equipo hicieron mucho, pero se comieron muchos sapos. No sabría yo decir si salieron victoriosos con el 51% o con el 50’1%. Fraga, que iba de político liberal en el seno del Régimen, estaba ya hasta las narices de las continuas cortapisas: su equipo estaba harto de embestir molinos y de ver que no todos entendían las bondades del turismo. Total, que cuando estalló el escándalo Matesa (1969) se lanzó al abordaje de quienes le iban torpedeando… pero eran muy poderosos… Y Fraga salió del Gobierno.

La “conciencia turística” que había querido inculcar Fraga, el considerar al turismo como una “empresa nacional” estaba aún fijada con alfileres en el ideario gubernamental. Es que ni siquiera el No&Do se ocupaba del turismo como se debiera haber ocupado. La referencia al número de noticias por año es desalentadora: hasta 1962, “uno de cada cincuenta documentales del NO&DO se basaba en el turismo”; desde la llegada de Fraga al Ministerio “uno de cada once”.


Es que ni siquiera en los estudios de turismo prestamos interés. El primer especialista español fue José Ignacio de Arrillaga. “El turismo en la economía nacional” (1955) fue un aldabonazo en la puerta del Estado que muchos tuvieron en su manos, varios hojearon y alguno hasta leyó. Ahora es un “incunable” de la prehistoria turística española; casi tanto como el de su compañero Luís Fernández Fuster, “Teoría y Técnica del Turismo” (1967). El primero oficiaba en la Universidad de Madrid y el segundo en la Escuela de Periodismo. En la Universidad de Barcelona también se estudió el turismo, en seminarios, al iniciarse la década de los 60. A pesar de quedar reducido a seminarios, en la Universidad se tenía muy claro: el sol propiciaba buena parte del proceso y el resto lo ofrecía la coyuntura que podíamos disfrutar. Vamos, que -a pesar de los políticos- el turismo iba a más.

En 1965 se contaba ya por todas partes que “España se halla este año en camino de batir todas las marcas conocidas de afluencia turística a través de sus fronteras…” como así fue. La conclusión: “España es un país abierto donde todos los forasteros se sienten en su ambiente”.







[1] Comisión Central de Saneamiento, dependiente del Ministerio de la Gobernación y dirigida por Enrique de la Mata Gorostizaga, quien en el 2º Gobierno de Adolfo Suárez, como ministro de Relaciones Sindicales, orquestó la libertad sindical en España.
[2] Dotado con 2.400 millones de pesetas
[3] Dotado con 79.000 millones de pesetas
[4] Nuevo edificio terminal en 2011, con capacidad para 20 millones de pasajeros/año. [10 millones de pasajeros en 2014 y 10’5 en 2015]

No hay comentarios:

Publicar un comentario