26 feb 2017

DE “LA TAPADERA” Y LAS FIESTAS DE CARNAVAL




Nada, que dicen -cuentan y explican- que estamos en Carnaval y me sacan a relucir que si la fuerza de la fiesta popular y que si la prohibición franquista y que menos mal que se murió el dictador y la gente pudo volver a celebrar el Carnaval…

Y no salgo de mi asombro.

Carnaval de estos de ahora a modo de desfile por “sambódromo” local al ritmo de batucada brasileira sí es verdad que no recuerdan los cronicones (ni las hemerotecas) ni en los años sesenta, ni setenta. Pero es que antes no se celebraban así.

Leo por aquí una protesta de Juventud Comunista de Cataluña porque aún en 1978 (muerto Franco en 1975, ¿seguía la prohibición?) la ciudad de Barcelona aún prohíbe “las muestras en la calle” del regocijo popular (El País; 05.02.1978) temiendo “un aumento del riesgo contra personas y bienes”, mientras Vila Nova i la Geltrú, como los galos del poblado de Asterix (“la aldea irreductible”), mantuvo su Carnaval entonces y mucho antes… o al menos presumen de ello.


Sí, el carnaval nos llegó (a la Monarquía hispánica, pues lo embarcamos para América al mismo tiempo) en el XVI; y llegó para quedarse. Las clases más desfavorecidas encontraron en él la ocasión para poder criticar el poder y las costumbres que les oprimían, incomodando a la clase dominante y a la jerarquía de una Iglesia que lo prohibía casi todo. Y hubo prohibiciones sonoras del mismo: que si un rey, que si otro, que si un gobernador y que si un alcalde… pero al poco, el cíclico año nos volvía a entregar un remanso de jolgorio antes de meternos de lleno en la Cuaresma, que era abstinencia de carne en toda la amplia y rica acepción carnal de la palabra.

Parece ser, que parece, que nada más despuntar el siglo XX el tono crítico político fue subiendo y subiendo, ante el campo abonado de la lucha de clases -y los disturbios- que cuando la II República provocó el estallido de la crítica social, principalmente por -y contra- la Reforma Agraria (que tuvo de todo), la crisis social (huelga un día sí y otro también) y los atentados (que estaban a la orden del día). Entonces, las “coplillas de carnaval” resultaban más peligrosas, por pegadizas y muy repetidas, que el titular de la prensa adversaria y que la mofa del disfraz.

El disfraz, “la tapadera” que siempre se ha dicho en la vieja piel de toro, islas adyacentes y plazas de soberanía, se puso de moda. Permitía “la tapadera” a las “clases altas” mezclarse en las fiestas -siempre más divertidas- de las “clases bajas”. Muchas damas -y caballeros- de alta -y no tan alta- cuna dejaban caer su buen nombre, embozadas/os, a los pies de una “tapadera” en las noches de Carnaval. Y “la tapadera” comenzó a usarse a destajo, en las noches de Carnaval, para ajustar alguna cuenta política, complicando el desenlace festivo del fiestorro.

Total… que -estallada la Guerra Civil- en el BOE del 5 de febrero de 1937 el gobernador general de Valladolid, Luis Valdés, prohíbe las celebraciones (en la “Zona Nacional”) porque se estaba combatiendo y no era cosa de dejar el fusil para zascandilear. Y se dice, y me imagino que sí, que en la otra “zona” se seguirían celebrando aquellos festejos siempre que la losa de la maldita guerra no turbara el ánimo ciudadano. Y seguro que alguna/o siguió tirando de “la tapadera” para disfrutar del momento.

Acabada la contienda, la maldita guerra, fue el Ministro de la Gobernación, Serrano Súner, quien mantuvo “la prohibición absoluta… no existiendo razones que aconsejen rectificar dicha decisión” (13.01.1940).

Pero hasta donde yo llego, hijo del “baby boom” español (y no sé si por ello tengo hoy que pedir perdón ante la proliferación de tontos útiles), siguieron las fiestas populares, los bailes de casino y charanga popular. Vale, no habría disfraces en las calles como ahora; pero seguro estoy de que alguno/a sacaría “la tapadera” a pasear.

Pero “fiestas de máscara” (singular) que son la esencia primigenia de las fiestas de despedida del invierno, proclamo que se mantuvieron en España pese a quien estuviera en las entrañas del poder: zafarrones, jurrus, zanqarrones y demás siguieron danzando por la España profunda. ¿O no son “carnaval” los Entroidos gallegos o los Iñauturiak vascos?

En fin, país de memoria histriónica.

Cuentan que tras la explosión (18.08.1947)[1] del Depósito de San Severiano (Polvorín de la Armada, en Cádiz; cuyo fogonazo fue visto en el ceutí Monte Hacho y el estruendo oído en Lisboa, creyendo que se trataba de un terremoto) se resolvió que para animar al malherido pueblo gaditano -que había sufrido más de 150 muertos, más de 5.000 heridos y la pérdida de unas 2.000 edificaciones del barrio- se recuperarían “las fiestas de calle bajo el nombre de Fiestas Típicas gaditanas”; eso sí, huyendo de la palabra Carnaval. Y se recuperaron gozando hoy de envidiable salud y chispa en la denuncia social.

Cuentan que en Tenerife tampoco es que tuviera mucho eco social “la prohibición gubernamental”. Hasta el punto que en 1961 ya eran el epicentro festivo insular y el mismo gobierno franquista las elevaba a Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1967.

Sí, las fiestas de Carnaval no eran como las de ahora; es que ahora no hace falta “la tapadera”.











[1] Que vaya década: Explosión del polvorín del Pinar de Antequera (1940), el incendio de Santander (1941), accidente ferroviario de Torre del Bierzo (1944), explosión de los polvorines de Alcalá de Henares (1947) y en el Almacén de la Bases de Defensas Submarinas de Cádiz, que nos ocupa.

25 feb 2017

DE UN RECUELO POR CAFÉ Y DE UN POETA ESCONDIDO ENTRE LOS POSOS DE UN CAFÉ


Desde el siglo XVII, la raíz de la achicoria -tostada, picada y molida- se venía utilizando como sustituto del café. O como adulterante, las más de las veces.

Por esas mismas fechas, el grano de cebada -germinado, secado, tostado y molido-, la malta, pasó a tener las mismas funciones que la achicoria. ¿Nos entendemos?

Yo me sé de un tiempo que ambos productos eran denostados. La gente quería café y no lo que les servían. Solían ser momentos de crisis; en especial desde las guerras napoleónicas para acá: en Francia, en Alemania, en España, en Europa… cuanto menos.

Pero ahora la historia ha cambiado: achicoria y malta, malta y achicoria, son los sustitutos preferentes del café ante intolerantes alimenticios del mismo, y ante dietas; que las hay. Incluso el lento aporte de azúcares de la achicoria la hacen idónea para algunas afecciones.

¡Cosas veredes, Sancho!

Bueno, pues ayer en las Tertulias del Meliá (y no digo lo de “Los cafés del Meliá”), Marius nos sirvió un brebaje a base de malta y achicoria, que no era café. Marius, que no Antonius, pero que mucho sí tuvo que ver.

Vaya por delante que Pako Liu es un hombre encantador y que nos brindó una visión -para nosotros desconocida- de un país y de una forma de ser, pero a pesar de sus 30 años en España y de su éxito comercial y don de gentes, la lengua de Cervantes… puede que la maneje, pero la Gramática de Nebrija…

Insisto, agradezco el esfuerzo de Pako Liu, pero en cuanto intentabas progresar en la formulación de la cuestión chocabas con la Gran Muralla. Y yo quería saber algo más de los 971 chinos empadronados en Benidorm (y 121 en l’Alfàs, y 78 en la Vila, y los 70 de Altea…) y de los 7.761 en la provincia de Alicante. Y más, más cosas de la milenaria China, sus gentes y por qué se vinieron aquí.

En algún momento pasé un mal rato. Y no por Pako; por los tertulianos.

Alguno sacó a pasear toda la extensa lista de tópicos evidenciando que los suyo, lo del preguntón alelado, no es de este tiempo. No dudo tampoco de que alguno quisiera preguntar al empresario por lo de las Islas Spratly, pero es que estábamos ante un chino que lleva 30 años en España. Y vale que va de vacaciones, alguna vez; pero no más. Y tampoco tenía ganas de más.

Lo dicho, sucedáneo de café; pero muy saludable oiga.

El que quiera saber de China, que eche mano de la web Iberchina.org -que está muy al día- y si además domina lo justito el inglés, en Chatham House (Instituto Real de Asuntos Internacionales, Reino Unido; chathamhouse.org) tiene de todo. Ah, los informes del Santander Trade son geniales para esto.

Pero la tarde no terminó con estos puntillosos detalles.

Ah, se me olvidaba señalar que yo tomo ; con lo que en el capítulo del café me resbaló y hasta tuvo su momento.

Debo confesar que fue entrañable el instante en que uno de los grandes de Benidorm (y de la Tertulia), Manuel Sánchez Luís -quien ya tuvo su post en este Blog ennoviembre de 2012-, me hizo entrega del primer ejemplar de “Peña de Mus Benidorm”, su otra afición: poeta para sus amigos.

Dibujos de Manuel Sánchez Luís, a vuela pluma, en Los café del Meliá

Yo, confieso, soy de lo más insensible a la poesía más allá del “siento ruido, siento gente, 115, 120”, pero por Manolo llevo toda la noche empapándome de lo que es poesía (sí, sí, más allá del ¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú” porque para eso hay que estar ante una mujer con la cara lavá y recién peiná, que guapa estás, que guapa estás).  [cosas de Bécquer y Manolo Escobar].

Esta mañanita ya me creo capaz de entenderle. He estudiado lo que es versificar, el arte de combinar rítmicamente las palabras y dar sentido a expresar emociones. Muy importante es la acentuación interna -algo que jamás pensé; y eso que me gusta declamar-, la aliteración y el concepto de fonema. Que si sonetos, que si romancillos, que si cuartetas, que si redondillas, que si serventesios, que si quintillas, que si romances… Uf.

Total, que ya veo a Manolo, además de un sensacional arquitecto de interiores, un artista del lápiz, del carboncillo, del bolígrafo, del pincel y del cincel, como un émulo de Góngora o de Quevedo. ¡Qué vedo!: cuartillas y otras artes de rima de Manuel Sánchez Luís.

Me encanta todo aquello que soy incapaz de hacer. Gracias Manuel.


                El día veintiséis de marzo
-antes de que asome abril-
habrá comida en la peña
muy fácil de digerir:

                Una ensalada suprema
con huevo duro y maíz,
con melva curada en casa
y lechuga de postín
y otras cosas que ¡por tantas!
Se me olvida repetir.

                A luego el plato “vedette”:
las alubias con perdiz
-regadas con un aloque
que se suba a la cerviz
según receta creada
por Brillant de Savarin
-ya que Víctor, ¡es posible!
le sirviera de aprendiz-
por lo antiguo que es su arte
con caldo, ajo y perejil,
y trajérase una copia
de su escuela de París-.
Créome que esto es seguro
¡a mí me da en la nariz!

                En cualquier caso sabemos,
y así me parece a mí,
que el placer será supremo
contemplando este tapiz
de los manteles bordados
que la mesa han de cubrir.
Y la música y las velas
que darán cierto matiz
a un ambiente de amistad
en compañía feliz.

                Sabed que soy fe de ello.

                Yo, Manolo Sánchez Luís.


En mil partidas de mus
se nos fue marchando el tiempo.

                Se nos gastó, sin saberlo,
la efímera juventud,
deprisa.

                Y entre la brisa
se fueron quedando amigos
convirtiéndose en leyenda
que vuelve entre la bohemia
de una copa de buen vino.

                Son muchos y el recordarlos
nos alegra la memoria.

                Mil simpáticas historias
acuden solo al mentarlos
y la gente

                De repente
escarba en la sinrazón
de que se fueran al cielo
dejándonos su recuerdo
muy dentro del corazón.

                ¿Os acordáis de Cristina?
¿y de Claudio?, ¿Y de Julián?

                Se fueron Joaquín de Juan,
y Olegario, y Galapero,
Barbero,

                Ignacio Barreno,
Gianolini, Andrés Cortés,
Pepe Jiménez, Monfort,
también José Luis Muñoz,
Caballo y Pedro Lloret.

                Se marchó Joaquín Hernández,
y después se fue Clemente

                Pepe Palau y otras gentes
que jugaban al mus antes
ya se han ido

                ¿Cómo ha sido?

                A mí me da en la nariz,
contemplando esta escudilla
-victoriana maravilla
de judías con perdiz-

                Que están cerca, todos juntos,
y gustan de su sabor.
Por eso nuestro dolor
este día de difuntos.

                Más luego tras el menú
saboreando una copa
nos jugaremos la ropa
a una partida de mus.  



Manuel Sánchez Luís; autorretrato







23 feb 2017

DE BENIDORM: LA PRIMERA EMPRESA DE LA COMUNITAT VALENCIANA.


DE QUE YO TAMBIÉN ESTUVE ALLÍ; DE LO QUE VI

Madrugada del miércoles. Voy y permuto mi trote matiner por la playa por un paseo por las calles de Benidorm al compás de un Vegueros de Vuelta Abajo mientras medito sobre mi BND2050. Frescoreta bona; hay más gente a la vora de la mar que por las calles del meollo de la ciudad.

Llegué a mi cita con tiempo aún de apurar el Entretiempos, de fumada cremosa. Al poco llegaron mis compañeros de ruta. Los pertinentes saludos de rigor, el comentario del tiempo (meteorológico, que presumimos) y rumbo al Cap i Casal.

Llegamos a Valencia con tiempo (magnitud física). Un café previo y empiezan los saludos de/con los asistentes. No pasa el tiempo (no advierto cambios) por los amigos; algunos sólo nos vemos en estos saraos: José Luís, Ramón, Mónica, Oti… De repente, nos entran las prisas por entrar en el salón y ocupar nuestras mesas. Se sirve el café mientras silban las tarjetas de visita disparadas en ráfagas; a derecha y a izquierda, viene de todos lados. Y en esto que comenzó el acto mientras atacaba un mini muffin o similar.

Y oyes a la presentadora definir al ponente con un eslogan que en 2011 sonaba a opción política antagónica: “Pasión por Benidorm”. Bueno, vale, muchos sentimos eso, ‘pasión por Benidorm’. Luego me confunde fechas (1965 por 1956) pero se me congracia con un “Bendito Sol y Playa” y confiesa su querencia por esta tierra: “Benidorm son las vacaciones populares por antonomasia”, que señalaba Mario Gaviria, quien insistía en que “el balcón es la pieza principal del urbanismo y en Benidorm todos tienen derecho a la vista del mar”. ¡Chapeau!, Isabel Bonig por esa presentación que culminó con una frase de Andrés Gª Reche, que fue conseller del ramo: “Benidorm funciona porque desde sus inicios ha estado dirigida por profesionales”… aunque yo me sé de algunas excepciones peeeero…. como decían en el Medievo: Exceptio probat regulam in casibus non exceptis[1].

Toni Pérez en Forum Europa, Tribuna Mediterránea
(Foto de D. Revenga, “fusilada” de la web del Diario Información)

Y ya con el café bebido y la repostería deglutida, Toni Pérez entró en tromba: “Benidorm, la mejor solución a un derecho irrenunciable como son las vacaciones”. Y explicó que son ya cinco décadas liderando el turismo; que si 11’5 millones de pernoctaciones (sólo superados por Madrid y Barcelona); que si representa el 41% de la Comunitat Valenciana; que si “paradigma europeo de ocio y diversión”...

De repente, una pincelada de realidad económica: “El turismo lleva implícito un reparto de riqueza como pocas actividades productivas son capaces de conseguir”. Y acto seguido dejó caer que “si fuera una empresa, Benidorm sería una de las más rentables de España y, seguramente, de las que más y mejor repartirían sus dividendos”. Claro, esto se debe a que “Benidorm no es producto de azar”, y sí que es producto “de un esfuerzo colectivo sostenido en el tiempo y en el que han participado más de tres generaciones”. Pero además, Benidorm es hoy en día un referente de innovación: “En cada tiempo hemos sabido reinventarnos día a día”. Y ahí coló a Visit Benidorm, “punta de lanza de nuestras estrategias que consolidan nuestro liderazgo”.

La cita a José Miguel Iribas entró con normalidad: “Benidorm es al turismo lo que la Coca-cola a la vida: asequible, divertida, para todas las edades y que combina bien con todo”, para rematar con que es “un icono de felicidad, progreso y bienestar”. Juegos florales, sí; pero es que son verdad.

A partir de ahí, un repaso a las cuestiones claves puestas en marcha sobre innovación -aquí, en Benidorm, se han testado los requisitos de la norma que regula los DTI[2] y Visit Benidorm ha sido certificada en Inteligencia Turística-, tecnología -con los beacons y la hiperconexión del Big Data-, accesibilidad y sostenibilidad: “el modelo Benidorm se ha revelado como el más sostenible”, “el más eficaz” para el profesor Jorge Olcina. Los apabullantes datos del reciclado (en el vidrio, la media de España es de 14 kilos/persona/año que en Benidorm son 49) o del agua (el doble de población que en los años 80 y con menor consumo) atronaron el salón.

Y sacó Toni Pérez a pasear las reivindicaciones: “debemos seguir reclamando que se reconozca la singularidad de Benidorm; su enorme potencial económico”. Es que Benidorm, y esto enlaza con lo de la primera empresa que antes decíamos, representa entre “el 6 -7% dijo Isabel Bonig- del PIB de la Comunitat Valenciana”… “da trabajo a más de 40.000 personas durante todo el año y en verano emplea a casi 70.000 personas”. Hizo un parón y añadió, mirando al tendido: “Sí, más personas trabajando que empadronadas”. Y blandió la espada de Damocles (porque hay que dar servicios a todos): “varias veces al año superamos los 350.000 habitantes” (yo hubiera dicho algo así como que entonces ‘somos la segunda ciudad de la Comunitat’, ¿pero quién soy yo?).

Y puestos a reivindicar, entró Toni Pérez con un “hay que cuidar lo que funciona”, y tiró de manual: que si PHN; que si las desaladoras que contemplaba el PHN (a buen entendedor); que si dar viabilidad al Plan General de 1990 y a sus actuaciones proyectadas y no realizadas; que si culminar los 5 PRI[3] pendientes; que si avanzar en la cuestión del CIS[4]; que si desarrollo de la Zona Industrial (con el primer Centro Comercial periurbano); que si reforzar la competitividad turística con una mejor conectividad con el aeropuerto y con la Alta Velocidad ferroviaria pero dentro de una Estrategia Regional de Transporte reivindicando para ello tanto el Corredor Mediterráneo como el Tren de la Costa; que si… Que sí, que sí. Y en la mascletà reivindicativa, el trueno final: reclamó “un gran Pacto de Estado y Autonómico por la financiación de los Municipios Turísticos”. Todo ello, justificó, son “inversiones inteligentes para un sector clave”.

Tanda de aplausos final y ronda de preguntas del respetable. Que si sacamos a relucir la marca turística y el Toni Pérez es sibilino: “la que sea más relevante; lo importante es que no mintamos con las marcas”. Y en eso, la ‘marca Benidorm’ es estandarte y baluarte; que si relaciones con el poder, con mención muy favorable (veremos el favor que le hace entre los suyos) al Secretario Autonómico de Turismo; que si “desterrar la propuesta de la Tasa Turística”; que si a muchos nos produce urticaria la ley esa de la Hospitalidad donde “ahora dicen que todos somos turismo. Están muy bien las almazaras y las dolçainas, pero hay que poner los recursos en aquello que funciona”… y yo, que estaba frente a Antonio Mayor, creí que volvíamos a sacar la cesta de los huevos a pasear. En fin: hasta que “fue positiva la creación de Terra Mítica”, que aún tiene enemigos en el terruño, o que tenemos actuaciones contra el Cambio Climático: “nos retranqueamos en Poniente”.

Oí un par de veces lo de “primera potencia del turismo de Sol y Playas en Europa…”, pero si sólo una vez hubiera dicho lo de ‘capital europea’, hay quien me lo lleva al Olimpo de los Dioses; y a la misma altura que Zeus si lo dice en inglés: European Capital of Sun & Beach.

Total que aplausos, besos y abrazos por doquier, pero carretera (AP7) y manta que a las 12 había cita en el INVAT·TUR con el Secretario Autonómico Francesc Colomer (que estaba en Benidorm una vez más; fíjate tú) y luego otra cita más entrañable con el amigo José María Díez para descubrir un cocinero con estrella Michelín…

¡Qué dura es la vida del plumilla!   

Pues eso: yo, que estuve allí. Y con tan excelente compañía no me resisto a incluir la foto de D. Revenga, “fusilada” de la web del Diario Información. Por lo general acabo, como plumilla, en la mesa de la canallesca, de la que me siento muy orgulloso. Y para un día que estoy con ese nivel…

  


[1] la excepción confirma la regla en los casos no exceptuados; que siempre se nos olvida la coletilla de “en los casos no exceptuados
[2] DTI: Destino Turístico Inteligente.
[3] PRI: Plan de Reforma Interior.
[4] CIS: Ciudad Inteligente y Sostenible

19 feb 2017

DE NURIA MONTES: 5 estrellas GL, Top Premium, etc., etc. (I)

Pues nada, que pasó a tomar café con nosotros Nuria Montes de Diego, la secretaria general de HOSBEC. Hasta ahí, lo que podemos considerar normalidad: invitada de postín. Ahora bien, a las ocho de la tarde nos dijeron, amablemente, que necesitaban el salón, que si no…

Nuria Montes nada más llegar al Meliá Benidorm (Foto: Mario Ayús)

Y luego estaba que Nuria tenía cita en Alicante, a la que nos consta que llegó sana y salva, aunque no a tiempo correcto, y el premio que le entregaron.

Nosotros nos limitamos a una cerrada ovación, aplausos de tronío, que no se recordaban en Los cafés del Meliá desde tiempos de Indíbil y Mandonio[1]. Y si Núria llega a pronunciar la frase “Benidorm, capital europea del Turismo de Sol y Playa®”, el amigo Cecilio González se las ingenia para conseguirle en 48 horas un hueco preferente en el Salón de la Fama de Hollywood y la nombra lideresa de la causa.

Cuando yo jugaba a Voley, Tomás Borjovich nos decía aquello de salir a la pista “fácil y suelto; a triunfar”. Pues Núria, que toreaba en casa, salió así: fácil y suelta. Y sobrada. Triunfó.
Si es que pasó por los Jesuitas, por el Colegio de la Inmaculada de Alicante. Y eso infunde un plus. Además ella es Premium. Hasta me recordó al Hermano Meseguer. Yo aún me hago acompañar del número de cuando llegué a Ínfima A: 474. Y me sigue acompañando. Y eso que el colegio ha cambiado: ahora, ya con ella, era, es, mixto.

Al grano.

Lleva 22 años aquí; y le parecen “solo 22 meses; tremendamente afortunada”. No ha perdido la ilusión de aquél día -1995- en que Jordi Caballé la animó a sumarse a HOSBEC cuando Eva Martín se jubiló y sólo quedaba Pepe Cardona y un administrativo a bordo. Había comenzado -su formación es de abogado; de la UA- en COEPA y estaba en la Asociación de Hoteles de Alicante. Así que comenzó lidiando con la modernización de la estructura de la que era una Asociación Hotelera -“me apasionan los retos”- que había perdido el lastre de otras actividades y se centraba ya en la hotelería y el sistema alojativo: Asociación Hotelera de Benidorm y Comarca, HOSBEC. Funcionó tan bien que en 2001 abarcaron ámbito provincial, bajo la marca HOSBEC, y desde 2011 su ámbito es Comunidad Valenciana, “con una especialización funcional en alojamiento vacacional”.

Siempre he tenido grandes presidentes”, dejó caer como queriendo justificar su gran labor.

Tertulianos en tertulia (Foto: Mario Ayús)


Pero, ¿qué hace HOSBEC?

Ahí ya se salió. “Es difícil explicar -a la pata llana, apostillo yo- lo que hace HOSBEC”. Pero, acto seguido, aclaraba: “somos un lobby[2], un grupo de presión, de intereses propios, que defiende sus intereses ante quien sea o ante quien haga falta”. Nuria pontificaba: “internamente HOSBEC trabaja para sus socios, que sostienen la organización, procurando que sientan que el servicio de les damos cubre con creces la cuota que nos pagan; y nunca olvidamos que nos pagan empresarios”.  Y HOSBEC son hoy 237 empresas con 74.000 camas asociadas (el 75% de Benidorm). Y eso son palabras mayores: cuando tocan a una puerta son ¡setenta y cuatro mil camas! Y no hacen labor comercial; proxelitismo[3] que alguno diría. Ellos están ahí, y como funcionan bien, pues otras empresas del ámbito van y se suman: “solo integramos empresas individuales y de manera autónoma”.

HOSBEC ha saltado a la palestra en la última semana porque en nada y menos se van a nueva sede. Y ahí, Nuria, que se sabe el Catón de pe a pa, zanjó: “al INVAT·TUR va ahora la actividad de HOSBEC”. Y pocos como ella saben de qué va el Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas, INVAT·TUR. Fue Jefe de Producto de la Agencia Valenciana de Turismo cuando Matías Pérez Such fue Secretario Autonómico de Turismo. Él, de Benidorm, se llevó a la mejor: Núria Montes. Él diseñó el INVAT.TUR, y ella estaba allí. El organismo de ahora no es el que se plasmó entonces; Matías quería algo así como ‘la Ciudad del Turismo’ (eran los tiempos de las Ciudades de…) y permutaba el CdT actual y hacía muchas cosas… pero eso es cuestión de otro Post. Y hoy hablamos de Nuria Montes.

Como las instalaciones donde HOSBEC se ubica ahora mismo se les han quedado pequeñas, vencía el contrato de alquiler (28.02) y la Biblia en verso, pues… a la 3ª planta del INVAT.TUR que estaba más sola -y triste- que Fonseca[4] en verano; allí debía morar la Cátedra Pedro Zaragoza Orts, pero esa es otra historia.

Hay quien piensa que nos hemos vendido a la Administración”, dejaba caer, para acto seguido añadir con energía: “tal vez la Administración pública ha metido al lobo -de lobby, je, je- en su casa”. “HOSBEC no va a dejar de ser reivindicativo”, advirtió. Y sacó a pasear el ejemplo de ‘la cesta de huevos’ decembruna ante el mismísimo Colomer, en su casa del CdT cuando ya tenían el OK para instalarse en el INVAT·TUR. “Sólo HOSBEC ha sido dura y tajante sobre la tasa turística”, recordó; “sólo HOSBEC ha advertido contra el coste de la marca en los aviones” (los 6 kilos a Air Nostrum por volar a Barcelona)… HOSBEC va a seguir a lo suyo.

HOSBEC siempre ha sido un Pepito Grillo, que no un Beppe Grillo, en estas cuestiones. Recordó lo de la fracasada Federación Hostelera de la Comunitat Valenciana, ya liquidada por inoperante, para contrarrestar el poder de HOSBEC, que sigue viento en popa.

Y nos contó muchas más cosas, que dejo para mañana, porque el folio por las dos caras de hoy ya está negro sobre blanco. Mañana más. Esto promete.




[1] Para los de la LOGSE: tiempos de la II Guerra Púnica, allá por la segunda mitad del III aC.
[2] Insisto, para los de la LOGSE y afines: colectivo con intereses comunes que realiza acciones dirigidas a influir ante la Administración Pública para promover decisiones favorables a los intereses de ese sector concreto de la sociedad.
[3] Para ese amplio colectivo ya dos veces mencionado; y no hay dos sin tres. Proxelitismo: celo por ganar adeptos a la causa
[4] En general: Fonseca era -y es- el Colegio Mayor de Santiago el Zebedeo, de la Universidad de Santiago, fundado por el arzobispo Alonso de Fonseca en 1519. Todos lo llaman Fonseca. Y al acabar el curso, y la carrera, Fonseca se queda -se quedaba- vacío, triste y solo. Y si puedes, empeñas los libros en el Monte de Piedad… No te acuerda cuando te decía… 

16 feb 2017

DEL PASAPORTE


Metido de lleno en esto del Museo del Turismo y de los Viajes y abriendo líneas de trabajo para componer el plan museístico y las líneas de investigación, hemos llegado a la de “Documentación”. La de “Mapas”, cartografía, es fascinante; y esta, “Documentación” no lo es menos.

No sé ahora mismo lo que dará este melón de la “Documentación” que acabamos de abrir, pero el capítulo “Pasaportes” tienen varios ítems y algunos hitos que pueden configurar de por sí una referencia en el Museo a pesar de las teorías y legislación sobre el Derecho a la Libre Circulación de las personas.

Esto va de pasaportes. Un pasaporte en regla evitaba que la persona fuese detenida. Él pasaporte era –aún es- un documento oficial impreso, firmado por la autoridad competente y refrendado por las de aquellos pueblos por donde pernoctase el viajero, debiendo contener un número de registro, las señas del portador y su firma.

Siempre oí que “pasaporte” venía a ser el “pase de puerta” que se daba en aquellos tiempos pretéritos de ciudades amuralladas -o de recuerdo de ellas- cuyo rastreo nos ha llevado hasta el Imperio Persa (Imperio Aqueménida; 500-331 aC). Pero héteme aquí que le leemos a Jerónimo de Covarrubias (Tesoro de la Lengua Española o Castellana, 1611) que el pasaporte es la “licencia para pasar alguna cosa vedada por los puertos”.

Nuestro gozo en un pozo. Para mercancías.

No nos podíamos dar por vencidos. Y en esta que en “La Política para Corregidores y Señores de Vasallos, en tiempo de paz, y de guerra” (Jerónimo Castillo; 1587, siendo éste corregidor de Guadalajara) se nos cita el pasaporte como documento fundamental a la hora de viajar: la “cédula de guía y pasaporte de passagero”. Hemos llegado pues a la conclusión de que la cédula de guía se aplicaba a la mercancía y el pasaporte al pasajero.

En fin, que nos estamos encontrado con casi de todo: desde salvoconductos (otorgados por un rey) a cartas de seguro (también por rey para personas amenazadas), pasando por cartas de amparo (de menor entidad que las anteriores y firmadas por alcaldes y justicias), cartas de creencia (para identificar al portador; un “créanse que soy yo/creánse que es quien dice ser”), pases (de lo más común, otorgados por la autoridad competente) y, naturalmente, pasaportes.

Ya en el Diccionario de Autoridades (1726-1739; primer diccionario de la Real Academia Española) todo estos documentos citados anteriormente quedan resumidos en uno, el pasaporte, que, por lo general, se daba a militares. Siempre se hacía constar el origen y el destino e incluso el itinerario a recorrer y el tiempo a emplear en ello; incluso el tipo de alojamiento a que hubiere lugar. Felipe V (1741) será el primero en España en diferenciar pasaportes militares y civiles por cuestiones que no vienen ahora al caso. Y Carlos III (1773) quien lo deja ya muy claro sobre el tipo de documento y que jefes políticos y alcaldes podían expedirlo.

Pasaporte español de 1822

Desde 1815 está regulado el capítulo de pasaportes entre España y Francia. Y desde 1824 quedará normalizada la expedición general de los mismos en España a través de la Superintendencia general de la Policía del Reino.

El pasaporte era necesario dentro España, para los españoles, hasta el Real Decreto del Ministerio de la Gobernación de 15 de febrero de 1854 por el que se suprimirán estos y todos los documentos existentes para transitar por el territorio nacional, siendo sustituidos por las Cédulas de Vecindad que fueron el antecedente del Documento Nacional de Identidad.

Pero lo nuestro ahora es el pasaporte para viajar; el del viajero.

Ya lo popularizaron los griegos. Las asambleas de las ciudades reconocían a sus ciudadanos y uno de aquellos avales era lo más parecido a un pasaporte de hoy en día. Cuando el Imperio Romano se hizo grande el pasaporte sumó la condición de control del tráfico de desplazamientos. Con las invasiones bárbaras todo se fue al garete hasta que un tal Rahtchis/Radics, duque de Friuli y dicen que rey de lo lombardos (745), para controlar a los que pululaban por su reino lo implantó como necesario.

Ya en el siglo IX los francos impusieron el tractoria (en recuerdo del pasaporte de la Roma imperial) que utilizaban los mensajeros reales. En el Sacro Imperio (romano-germánico) se utilizó el geleitrecht como tal, previo pago, con un complicado sistema garantista que poco a poco se fue generalizando, hasta tal punto que lo otorgaban los obispos a los peregrinos.

En el mundo islámico el pasaporte de aquellos primeros tiempos no fue otra cosa que un documento que probaba que el portador estaba al día en sus impuestos. Allí pagaban impuestos todos; unos mucho más que otros (la yizia de los dhimmies infieles era muy superior al azoque de los fieles), pero exhibiendo la bara’a uno podía viajar.

La peste negra vino a generar un tipo de pasaporte por las tierras europeas muy particular, el pestbrief; algo así como un “libre de peste” que te permitía circular en aquellos complicados años del siglo XIV. Ya en el siglo XV, por una ley del Parlamento, el rey Enrique V de Inglaterra pone en marcha un salvoconducto que se tiene por el primer pasaporte para cuestiones de viaje. Contaba The Guardian en 2006 que era gratuito para los extranjeros.

Total, que estamos trabajando en esto del pasaporte. Evitar que te entraran los espías a espiar fue uno de los motivos de su institucionalización; nada de fantasías con el mundo de los viajes y el incipiente turismo.

Y poco a poco fueron cambiando las cosas. En los años 20, los felices 20 del siglo XX, los turistas británicos consiguieron que despareciera la descripción de los rasgos de las personas; la consideraban que deshumanizaba al portador. Llegó a ser muy concreta y detallista. Y por eso se les añadió la foto del titular del pasaporte.

La normalización de los pasaportes es muy reciente; de 1980, gracias a las gestiones de la OACI/ICAO, Organización de Aviación Civil Internacional, en su Documento 9303… que pronto será papel mojado porque vamos camino del pasaporte biométrico.

Pero esa es otra historia en la que de momento no entra el Museo del Turismo y de los Viajes.  



PD. Por cierto, hasta el Papa de Roma tiene pasaporte. Esa es otra historia, pero lo noticiable es que el Papa Francisco (sin numeral, oiga; que no existe otro) ha optado por no usar el del Vaticano (repletito de privilegios) y seguir con el de la República Argentina.







11 feb 2017

DE PARA QUIEN SU PRIMERA LEALTAD ES EL TURISMO: DE FRANCESC COLOMER




Ayer echamos la tarde con Francesc Colomer Sánchez, Secretario Autonómico de Turismo. Vino temprano a tomar café con nosotros y aunque tenía que volverse a Benicàssim (235 km más arriba de Benidorm) no dudó en aguantar y responder a todo hasta casi las ocho de la tarde. Y es más de agradecer porque habiendo sido distinguido con honores en la Feria del Embutido de Requena, que ayer mismo empezaba, nos acompañó “porque se había comprometido con anterioridad”.

La tertulia Los cafés del Meliá contó también con Antonio Mayor (presidente de HOSBEC) que en navideña cita sacó a relucir la cesta de los huevos (y Colomer lo recordó), Nuria Montes (secretaria general de HOSBEC) y Francisco Juan (IVAT·TUR, CdT Benidorm). Hubo alguna ausencia (para mí), pero a tomar café -y pastas; gracias, Antonio- viene el tertuliano que quiere.

Nos contó Francesc Colomer sus tiempos mozos en Benicàssim; “criado detrás de un mostrador”. Los viajes a Castellón a nadar, su “fichaje” por el histórico Club Natación Sabadell, ¡¡su campeonato de España!! Es un espaldista que nadó en la Selección Nacional Junior… pero como le gusta nadar a contracorriente y de frente, se salió de la piscina y se afilió al PCE de los tiempos duros. Su padre había participado en la refundación del PSOE en Benicàssim y a pesar de ello, en la euforia socialista del 82, prefirió nadar con los otros. No llegó al PSOE hasta que se descalabraron en los noventa. Ahora es el secretario general de los socialistas de Castellón y ha sido 12 años alcalde de Benicàssim por el PSPV-PSOE. En 1987, con 20 años, siendo concejal puso en marcha el Festival de Benicàssim, hoy FIB (Festival Internacional de Benicasin).


Como le gusta, insisto, nadar contracorriente eligió la Filosofía a la hora de la Universidad, “donde el grado de inserción era nulo”, y terminó dando clases de Ética en Secundaria. Ahora es doctor en Humanidades y Máster en Derecho y Relaciones Internacionales.

Me gusta muchísimo el parlamentarismo”, nos dijo al comenzar. Ha sido diputado en Les Corts, portavoz en temas de turismo, efímero presidente…  y ahora es Secretario de Turismo. “La democracia es una carrera de relevos”, esgrimió. Está feliz por haber dirigido el debate de investidura de Ximo Puig tras 20 años de gobiernos del PP; “21 días frenéticos”. Se siente orgulloso de que con él “17 colectivos sociales accedieran a Les Corts” por primera vez. Y hablando de cómo van las cosas del Govern (tripartito) apuntó que “gestionar la diversidad no es fácil”, pero destacó que esto “será el signo de los tiempos”. Y nos expuso que “por la propia arquitectura de los pactos -Acuerdos del Botànic- llegó a la cartera de Turismo”.

Convenció cuando dejó caer lo de “devoto de Benicàssim, devoto del Turismo”… y comenzó a significar la importancia del Turismo y a defenderlo: “hay que conseguir que el Turismo sea visto, sentido y percibido como Economía y la razón de ser de buena parte de la Comunitat”. E insistía: “el Turismo no es tratado en la jerarquía de valores como merece”. Pues ese es su campo de acción, con sus compañeros de Govern y de Consell. Él insistió: “El Turismo no está reconocido como se merece”, pero quienes deben entenderlo y reconocerlo están en la calle Caballeros (el Infinito) y más allá.

Y gravitó sobre el Turismo: “Nos la jugamos en este ciclo”. Y señaló la necesidad de “construir un ecosistema público y privado que nos permita ir a más”. Entonces sacó a relucir la inminente ley del Turismo y la Hospitalidad, adelantándonos una campaña promocional inmediata que nos vacune, además, contra la turismofobia, para la que adelantó “hay que conjugar bien la capacidad de carga de los espacios”. Dice que ahí está la clave y abogó por “desalojar el intrusismo alojativo de nuestros destinos y ciudades”: “donde prolifera el intrusismo se empobrece el turismo”.


Nos habló de prestigiar la profesión de camarero (ya saben, el tórrido desafío ñoño de quienes obvian que fuimos y somos un país de camareros, y a mucha honra) y de vincularnos en Turismo, además, “a la vanguardia, al talento, a la creatividad y a las NNTT: el futuro pertenece a los visionarios”… y elogió a Benidorm: “Benidorm se reinventa día a día”.

Nos dijo que después de “los huevos” en la copa decembruna de HOSBEC habló con Mayor: “estamos en un escenario de recursos limitados”. Pero como las dinámicas son positivas dirigió una advertencia (imagino que al Cap i Casal) con un “¡Cuidado con no cuidar lo que funciona bien; hay que ayudar al que ayuda a los demás!” Casi enfrente que estaba yo de Toni Mayor… y le veía sonreír con satisfacción no disimulada. Se mojó Colomer aún  más por Benidorm: “Reivindicar para Benidorm es necesario”. Y fue a más: “A todos nos irá mucho mejor si Benidorm no deja de ser la locomotora”. Y a mucho más: “Benidorm da mucho que ganar; hay que cuidar al que sabe dónde va” (esta para Madrid y la cuestión de los destinos maduros). Si llega a vestir de luces, algún tertuliano le saca a hombros.

Habló del Invat·tur, del nuevo Libro Blanco del Turismo (el anterior fue en los 90), del Código Ético del Turismo, de mejorar las transferencias de conocimiento, del Órgano Estratégico de Turismo (la sala de máquinas del futuro turístico de la Comunitat), de la profesionalización del sector, de las Diputaciones y del Decreto de Coordinación, de la mal llamada economía colaborativa…

Y habló de lealtades en política y gobierno. Y como las tiene muy claras dijo: “mi primera lealtad es al Turismo”. Y destacó que su prioridad es “ganar masa crítica convencida de que el sector turístico es la base económica de la Comunitat; la economía turística nos permite a todos crecer”. Y abundó: “el Turismo sí vertebra el territorio; rompe el tradicional centro de gravedad a favor de nuevos centros en base al PIB”. Y ya se ganó al respetable, y a mi amigo Cecilio el que más, cuando dijo lo de “la capital turística es Benidorm”.

¿Hay muchos más como Colomer en el Cap i Casal? No sé yo si compararlo con Bernardo de Gálvez (Yo solo) o con Alonso Quijano (Yo, aún, más solo), pero le doy mi voto de confianza y le deseo todos los éxitos posibles en su gestión.

Y en esas que le dejamos ir. Y los que nos quedamos hicimos corrillos y aún hablamos de más cosas; hasta de la Gürtel y de algunos casos de técnicos que no llegamos a entender. Hubo algún que otro despropósito de quien no entiende esto del turismo y sus peajes, y algún otro que se quedó a leer en los posos del café, pero están convencido de que Colomer entiende esto y que sabe lo que es Benidorm.

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Fotos: Mario Ayús Rubio


5 feb 2017

DEL FIN DEL IMPERO (USA); GALTUNG DIXIT




Me cuenta un amigo con pasaporte vikingo que Galtung está meditabundo y algo abatido; las circunstancias, que le avalan sus teorías.

Johan Galtung es noruego; sociólogo y matemático, fundador del grupo “Peace and conflicto studies”, catedrático de la Universidad de Hawai y de la Universidad Transcend Peace. Predijo la caída de la URSS en 1979 en 10 años (que se materializó entre marzo de 1990 y diciembre de 1991). También predijo la revolución iraní (1978), el levantamiento de la Plaza de Tiananmen (1989) y las crisis económicas de 1987, 2008 y 2011… los atentados del 11S… y, atención, el desmoronamiento del Imperio (léase USA) en 2025; esto lo hacía en el año 2000.

Y ahora tenemos a Donald de POTUS, Galtung está muy mosqueado, me dice mi interlocutor. Va a ser que con este de presidente, le chafan la predicción, concluyo yo, con cinco años de adelanto: para 2020. Los mismos cinco años que alargó el caos (hasta 2030) cuando llegó doble uve Bush a las Casa Blanca (¿en base a qué?; si leía libros al revés). Galtung es Galtung; y punto.

Anduvo por Los Cafés del Meliá y no compaginamos, pero es uno de los pocos, poquísimos, pensadores de prestigio que quedan en este mundo nuestro de cada día. Le debemos una, de reconocimiento, en Nos mayestático.

En el año 2009 Galtung publicó “La caída de imperio americano, ¿y ahora qué?” donde señalaba que, a partir de modelos matemáticos sobre la evolución de 10 imperios históricos, “EE.UU. sufriría un brote de fascismo (reaccionario) y exacerbaría su excepcionalidad en el mundo”. Esto es verlas venir; y sin bola rapeliana. Galtung se basa en la teoría de “sincronizar y reforzar las contradicciones” (leo -y traduzco en mi indigencia de la lengua de Shakespeare- en Motherboard). En las contradicciones está la madre del cordero.

Para el caso de la caída de la URSS señaló tres contradicciones: la clase obrera estaba cada vez más reprimida y era incapaz de autoorganizarse a través de los sindicatos (irónico dado la estructura comunista del país); la “burguesía” comunista (la élite) era rica y tenía dinero para gastar pero nada que comprar de la producción nacional ([ estancamiento económico); y el lío social: los intelectuales querían más libertad de expresión, las minorías querían más autonomía y los campesinos querían que su trabajo repercutiera en ellos.

No me atrevo a pedirle a Galtung que vuelva a la tertulia, a Los cafés del Meliá, porque se nos puso muy profundo cuando vino (por 2ª vez; que la 1ª fue más lábil) y más de uno salió -hasta yo- creyendo que nos habían puesto algo en el café. Pero… la actualidad manda: haremos de tripas corazón. Hay que hacerle volver al Meliá.

Esto de los profesores videntes tiene su aquél. Allan Litchman, que predijo la victoria de Trump, ya señala que vislumbra la destitución del rubio.

Litchman es profesor de Historia Americana en la Universidad Americana (AU) de Washington DC. Lo primero, dice, fue una corazonada, basada en “cosillas” sin importancia: que no había un rival serio (Hilary) por el partido en el poder; que no había un tercer partido de peso; que la economía no estaba en recesión durante la campaña electoral; que la administración Obama había efectuado grandes cambios en política nacional; que la administración Obama no estaba salpicada por ningún gran escándalo y que no había sufrido ningún gran revés en asuntos extranjeros o militares, y que, finalmente, la candidata ni era carismática ni una heroína nacional. ¡Nos ha jodido Lichtman con el sostén de su teoría! Pero acertó.

Lo previsión teorética de ahora, eso de que van a destituir a Donald por Micky (y Disney sin saberlo) -Mike Pence-, se basa en que “Trump dará motivos para ello” (Allan es un lince; aunque no ibérico) y en que “Pence es más controlable por el partido” (¿?; que yo nací en el Mediterráneo). Con este planteamiento (al absurdo), si vuelve a acertar Litchman, le pido que me rellene el Euromillones todas las semanas.

Pero volvamos a Galtung. Desde 1996 está avisando a los EEUU de que “las construcciones imperiales suben hasta que declinan y caen” y que en cuantito se crean como “la nación más apta” se van a pique. Y, que yo sepa, desde América para los Americanos (John Q. Adams; atribuida, erróneamente, al presidente Monroe) se lo tienen creído. Con, o sin, razón. Y ahora, Trump va de “strong leader”.

Galtung lo tiene claro: las contradicciones USA son tremendas. Desde contradicciones económicas en producción, demanda, desempleo y costes (hasta del cambio climático); contradicciones militares con la OTAN (sus aliados); contradicciones políticas con todo quisque; contradicciones culturales con judíos, el Islam y todas las minorías étnicas; y contradicciones sociales que rompen el llamado “sueño americano”. Galtung dice que hay incapacidad estructural USA para resolver estas contradicciones y esto llevará a la desintegración del poder político estadounidense.

Y nada, Trump echando madera (¡más madera, oiga!) a la caldera: anuncia más tropas a Afganistán a Irán, deportar 11 millones de ilegales, lo del muro con México, el control a los musulmanes por aquellas latitudes, el pulso con China… un elefante se balanceaba en la tela de una araña, como veía que no se caía, llamó a otro elefante

Y aquí entra la Teoría de Galtung: “un imperio es una estructura transfronteriza con un centro, el país imperial, y una periferia, los países clientes. La claves es hacer que las élites en la periferia hagan el trabajo (sucio) para el centro”. Ahora mismo el imperio yankee sólo tiene 3 países clientes; la vieja Europa (la OTAN) no está por la labor.

Galtung dice que a pesar de todo, no todo está perdido. Esta jodienda tiene enmienda. Es moderadamente optimista. Galtung puede que crea a Litchman y eso de que Mike sustituya a Donald y no terminemos haciendo el pato.





PD. No digo cuáles son esos tres países que aún le siguen el juego a los USA porque ante Galtung desvelaría la identidad de mi interlocutor; de mi William Mark Felt (deep throat).









4 feb 2017

DE HOTELES DE ANTES DE AYER, LO MENOS.




¿Hablamos de hoteles?; Hablemos de hospitalidad.

El hospedaje fue una acción de caridad hasta que pasó a convertirse en una actividad comercial. Todo fue aparecer la moneda (siglo VI aC) y ponerse en marcha la industria del alojamiento. Poderoso caballero en Don Dinero.

El lunes (ya contamos las horas) se presenta en Alicante (IAC Juan Gil Albert) un libro de Caridad Valdés sobre “Posadas, fondas y hoteles. Alicante siglo XIX y primera mitad del XX”. Habrá que estar allí, y adquirir y leer el libro, para saber más.

Hasta ahora teníamos las fuentes de Gonzalo Vidal Tur y Jesús García Mulet que nos hablaban en el Alicante de antes de ayer de la Posada del Hostalet, la Fonda del Vapor y la Gran Fonda de Bosio como anteriores a 1860. Luego llegarían la Posada de la Balseta (1864; donde se cogía la diligencia para venir a Benidorm) y la Posada de la Higuera.

Aquí en Benidorm esto se inicia con el Hostal La Mayora (1865)… y en otros Post lo hemos desgranado.

Pero en el mundo mundial esto se inicia con los Khans persas (los Sheki Khans) que proveían refugio a caravanas, abastecimiento de agua y de víveres. Y se complica el tema ya con la estructura persa de Yams (a modo de postas). De los Yams da cuenta el tal Marco Polo a un propio -Rusticello de Pisa (no sabía escribir el veneciano, estaba en la cárcel y estábamos en 1291)- que es quien escribe “Il Millione”… y no sé sí le puso el nombre de cachondeo porque el Sr. Polo le contaba que a cada paso, en Oriente, veía millones de cosas; de esto y de los otros: millones… y a lo peor sí vio “millones” de yams persas… y contó que estaban a determinada distancia unos de otros (unos 25 km) a lo largo de todas las rutas. Los yams tenían apartamentitos para las personas y cuadras y corrales para los animales. Vamos, que había nacido la hotelería.

Pero como tal nació en el siglo XIII en Florencia: Gremio de Posaderos (1282). Pero aquí en Europa, la cosa venía de la red de postas del Imperio Romano. Y fue Apio Claudio, el censor, cónsul y dictador romano, el que comenzó la Via Apia en 212 aC y a lo largo de ella comenzaron a construirse las postas que proporcionaban alojamiento y manutención, y una nueva fase, en Europa, de esta actividad alojativa. En tres siglos (212 aC-117 dC), los romanos construyeron 80.000 km de vías empedradas y un altísimo número de postas en ellas.

Tras ellos, tras la caída del Imperio Romano, las vías quedaron (que le pregunten a visigodos y árabes como bajaron y subieron por la península sin problemas), pero las postas no. Inseguridad. Lo de viajar se olvidó porque era una osada aventura hacerlo.

Dormir al raso era lo habitual, o acercarse a un monasterio. En los monasterios de la Edad Media se alojaba al transeúnte. En los recintos monacales funcionan los xenodocheions/hospederías donde dormir y comer pan, fruta y frutos secos; disponían de “servicio de barbero, zapatero, cementerio consagrado y cálida bienvenida en la puerta del recinto”. ¿Qué más se podía pedir? El deber cristiano de brindar gratuitamente descanso al viajero imperaba. Con el tiempo se crearon hostales y casas de descanso para peregrinos; pero con el tiempo.

El Hostal de los Reyes Católicos, en Santiago de Compostela (1486), tenía como misión “dar cumplido y decoroso servicio a todos los devotos, enfermos y sanos, que llegasen a la ciudad”. Y ahí sigue, previo paso ahora de la tarjeta (de crédito), claro.

Por cierto, ya que hablamos de Santiago de Compostela. Un buen día se quemó el hostal aquél y alojaron a todos los peregrinos (enfermos y sanos) en la catedral. Y así mientas duraron las obras del nuevo hostal… y de aquí arranca la historia del Botafumeiro: había que purificar los aires del templo y… -dale Perico al incienso- eliminar las miasmas de cada noche en el templo. La ventilación era la justa.

Con el tiempo y una caña (y no de cerveza) llegaría el alojamiento en las tabernas, las ventas, los mesones, las fondas… y hasta llegar a los hoteles. La hotelería moderna, todos coinciden, comienza con Cesar Ritz en el XIX… pero esa es otra historia.

Volviendo al tema. El “hotel” más antiguo del mundo está en Japón. Por ahí hay quien dice que si el Nishiyama Onsen Keinkan (año 705) o que si el Nishiyama Hoshi Ryokan (año 718), que aún sigue operando, pueden enarbolar lo de hotel más antiguo del Mundo, porque el otro estuvo un tiempecillo cerrado. En Europa le cabe el honor del “más antiguo” a la ciudad de Friburgo de Bisgrovia (Friburgo para los amigo) de albergar el Hotel Bären que en 1311 nació como Zum Roten Bären y que ellos promocionan como “la posada más vieja de Europa”. En España, la referencia nos lleva a Madrid y a tiempos de Felipe III cuando Juan Posada inaugura (1610) la que pasa a la Historia como la Posada del Peine, en la calle del Vicario Viejo, luego Marqués viudo de Pontejos y hoy Pontejos. Nació sin nombre pero con la particularidad de que en cada cuarto, cada jofaina, contaba con un peine, sabiamente atado a la palangana para evitar que practicáramos -ya entonces- el noble deporte de sustraer todas las “amenities” que nos pone el hotel en el cuarto de baño (y el lápiz, y el boli, y el bloc de notas de la mesilla de noche, y…). Por ello, aún hoy se le reconoce como la “Posada del Peine”. Y ha llegado a nuestros días como Petit Palace Posada del Peine. Los hermanos Espino compraron a los sucesores de Posada el inmueble y lo ampliaron (1796); y los sucesores lo siguieron ampliando que si por la calle San Cristóbal, que si por la calle Postas… hasta 1970 en que cerró. Pero en 2005 abrió, y hasta hoy. Allí va siempre mi buen amigo CG.

De Madrid y sus posadas, a Rodolfo Serrano le leí en El País (en 1999) que… “Dicen, digo, que en la calle de Atocha había una pensión o una posada que tenía el nombre de Posada de la Cuerda. Dicen, pero vaya usted a saber, que allí alquilaban sillas para pasar la noche. Y dicen que debía su nombre a la cuerda, a la maroma, que de un extremo a otro de la habitación se tendía delante justo de las sillas, con el fin de que los hospedados pudieran apoyar en la cuerda o maroma los brazos sobre los cuales dejaban caer la cabeza.Vaya usted a saber, porque en estas cosas hay mucho de leyenda. Además, que fue hace mucho tiempo, ya digo”. De ella me ha hablado Miguel Martínez Monge.

Peter Besas, en su “Historia y Anécdotas de las fondas madrileñas”, lamenta ese lapsus de tres décadas de la Posada del Peine y aúpa al pódium al Hotel Inglés que inaugurado en 1853 mantuvo su actividad hasta 2012… pero ya no está; cosas de la rentabilidad.

Esta semana hemos tenido noticias de la rentabilidad de loshoteles de Benidorm y yo me he acordado de José Miguel Iribas y una frase definitoria: “Los ladrillos de los hoteles de Benidorm son de los años 70…” y eso, a buen entendedor, le debe sobrar.