19 mar 2017

DE LA FE EN IR A MÁS; DE PERE JOAN DEVESA



Pasó a tomar café con nosotros por el Meliá Benidorm -y, de paso, a echar unas risas (y buenas que fueron)- Pere Joan Devesa Martínez.

Pere Joan es un tipo entrañable y campechano, profesional en lo suyo y divertido por demás. Benidormer, de la cosecha del 51, de l’Alfàs de Baix, rememoró escenas de su vida, desde aquél bar de sus padres (que había abierto su abuelo en 1928), “aún con barriles de madera para la cerveza y serpentín en tina”, a la aventura hotelera que se inicia en 1956 con una pensión “de 15 habitaciones” -Residencia La Marina- edificada “con un crédito de la Caja de Ahorros del Sureste”.

De familia emprendedora, en los bajos de aquella pensión comenzó su padre, en 1964, como “corresponsal del Banco de Bilbao” hasta que el banco se implantó en “la calle José Antonio, 17”. Y hablamos de la trayectoria del Banco y sus primeros directores por el pueblo aquél que era Benidorm, al mismo tiempo que nos contaba sus andanzas escolares por el Colegio ‘Lope de Vega’. Uno de los tertulianos, Pepe Albero, fue profesor suyo. Que si luego el instituto en Alicante y su marcha a Valencia a estudiar Arquitectura. Y arquitecto que es. Su hermano Domingo sí estudió Turismo.

En 1971, con su hermano Domingo al frente, llegó el primer hotel: Poseidón. “Nos subimos a la ola; entre 1968 y 1973 Benidorm abrió 20.000 camas”, Fue el boom de los hoteles; el éxito de Benidorm. Lo construyeron “en una huerta que compró mi abuelo a su vuelta de Argentina; nuestra principal preocupación era pagarlo”. Y destacó la fe que pusieron los hermanos (Domingo, Pere Joan y Pepa) en la empresa que en 1990 abría su segundo hotel -Poseidón Palace- y se iba haciendo grande. En 1995 compraron su tercer hotel y lo pusieron en solfa como Poseidón Playa. Domingo, nos contó Pere, brindó por la idea en noviembre de 1995 y… se nos fue.
Tertulianos en faena...
Tuve una corta y entrañable amistad con Domingo Devesa; era un tipo encantador y muy profesional. Creo que el mejor presidente que ha tenido HOSBEC. Y lo del turismo lo tenía muy claro. Hoy el CdT de Benidorm lleva su nombre. Buenas -y muchas- tardes de dominó, humo y conversación mano a mano con Domingo Devesa, Manolo Ballestero y José Antonio Navarro. Y todos tan jóvenes ¡Cielos, de aquellas tardes, sólo quedo yo!
La tertulia
Y cuando Domingo nos dejó, a Pere Joan se le planteó la disyuntiva: “seguir como arquitecto o dedicarme a la empresa familiar”… que hoy suma al Poseidón Resort (Poseidón y Poseidón Palace) y al Poseidón Playa los hoteles La Estación, Alahuar (rural), Villa de Biar, Playas de Guardamar, Playas de Torrevieja y Mangalan de La Manga del Mar Menor. “Sigo siendo arquitecto, pero llevo 20 años sin hacer un proyecto”. Y eso se debe, precisó, a que “el oficio de arquitecto tal y como yo lo conocí ha desaparecido”. Y tiene una hija arquitecto en NY.

Su proyecto, nos confesó, “es vivir”. Su reto, dijo, “salir más allá, fuera de España; crecer de verdad en un nuevo mercado que aporte valor” porque “sabemos hacer cosas en turismo vacacional y, a nuestro nivel, lo hacemos muy bien”. Y entramos en faena con las cuestiones del turismo: “el precio depende del mercado; ¡ni que hubiera una tienda donde comprar clientes!”. Y concluyó: “nadie vende más barato de lo que puede vender”.

Se mostró seguro sobre el Brexit: “va a afectar a toda a Europa; atención a la cotización ₤/€  y al comportamiento de la orilla Sur. El éxito de Túnez, Egipto o Turquía es que son más baratos; no porque gusten más o sus hoteles sean mejores”. Y recordó la máxima que se pone en dinámicas de marketing: “los tres motivos que deciden el viaje son: el precio, el precio y el precio”.

También Pere Joan Devesa ha sido ‘cosita’: presidente de HOSBEC, de ZONTUR y algunas otras más del turismo y la empresa a nivel nacional. Les costó sacarlas a pasear: “es que no han dejado huella en mí”. Y recordó que “en turismo se ha improvisado casi todo, hasta hace pocas fechas”. Y en esto que pontificó: “El turismo es una actividad económica macroperiférica; se da lejos de las capitales de nación y hasta de las capitales de provincia. Se da en pueblos que sólo pueden dedicarse a ello. Tiene ese hándicap, y los analistas lo contemplan como de lejos. El turismo no se ha considerado actividad económica hasta muy recientemente. El turismo no entró en la Universidad hasta mediados de los ochenta: antes, la titulación la daba Trabajo. Aún no se nos toma en serio”.

Manolo Catalán recordó cuando le propuso redactar el Plan General de 1991, como arquitecto con varias realizaciones en su haber y ya con nombre. Y dijo que NO para no someterme a ninguna presión”; él es fill del poble. Aquél plan fue el de la “Ch” (Chicot, Chofre, Chiner… también el de García Antón e Iribas).

Rotundo en lo del IMSERSO: “lo eliminaría”. A cambio, “ayudas directas en función de las rentas, pero… ¿qué político se atreve? Es difícil; hizo su papel, pero ya no”. En esto, echamos un rato: “el IMSERSO ha eliminado la contratación internacional en invierno; es el primer TTOO de Invierno y carteliza la oferta”.  Y entramos en más, porque los aviones y autobuses que hacen el transporte cobran tarifas normales, pero hoteles y ferrocarriles tienen que pasar por el aro de sus precios. Pero hay una cuestión más y es que, con la que está cayendo, el Estado no puede ponerse a subvencionar vacaciones; hay que resolver este problema.

Y hablamos de este Benidorm que “es mejorable en cuestiones de la escena urbana”. Sí, coincidíamos en que tal vez se hubiera podido hacer mejor -“en el Casco Antiguo lo hicimos mal”- pero resulta que estamos ante un modelo muy eficaz: “es una ciudad vacacional de la  clase media europea con un modelo que funciona y le asegura el éxito”. Incluso fue a más: “ya puestos, hubiera podido tener mejor arquitectura, pero la arquitectura es producto de la sociedad. Y, con todo, está muy bien”. Y otro ‘pero’ sería el del ocio nocturno. Recordó que “el sector funciona por modas” y que “más me preocupa -dijo- el tema del comercio”. Y en esto saltó: “los clientes los hacemos entre todos”.

Y así fuimos pasando la tarde. Las risas, y los chistes, no me siento capaz  de reflejarlas: lo que pasa en la tertulia queda en los posos del café que nos sirve el Hotel Meliá Benidorm, pero fue una de las tertulias más divertidas. Pero Joan Devesa acierta y tiene, ante todo, chispa.

Gracias Pere por esa tarde. Y, al terminar, permíteme brindar, cómo no, con un recuerdo emocionado, por tu hermano Domingo… tenía una especial habilidad para hacerme pasar al dominó. Y por ti; que estás hecho un abuelete.

  

Fotos: Mario Ayús

16 mar 2017

DEL PROFESOR LOKOVICH; DE NUEVO EN LA CARRETERA




Allá por el verano de 2011 le dediqué varios post al profesor Lokovich, a su viaje al Ararat en busca -digo- del arca perdida, y a su “Super Convertible”. El profesor Lokovich, mi cuñao, se ha vuelto a echar a la carretera. No es una novedad; lo hace año tras año, aunque yo no lo cuente. Su meta siempre está en el 5º c___; llega y se vuelve -al cabo de “x” tiempo- preparando en el viaje de vuelta ya la tourné del año siguiente. Cada año, una aventura nueva; y como no me ve lleva, cual Ristecello de Pisa amanuense -para escribirle sus memorias-, pues paso, muy mucho, de esta nueva singladura de este Marco Polo de la vega del Torío. Pero le dejo este Post.

Y sale a relucir el profesor Lokovich por la diatriba entre si mi cuñao es un viajero o es un turista. Vamos, lo del sexo de los ángeles aplicado al campo del turismo, materia esta en la que yo recuerdo a sesudos expertos, algunos compañeros (de la materia, no de la sección “expertos”), señalar que viajero y turista son dos aspectos totalmente diferentes; lo único que les une es el viaje.

Vamos, pues, de filosofía barata este post; vamos, de que cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo… que viene a decir que sigue haciendo maldades o que pasa se dedica a la holganza y la molicie.

Por partes (y el que parte y reparte se lleva la mejor parte): definiciones de viajero y turista hay para todos los gustos y todos los colores (de la Guía Pantone; que son un montón). Hay más de un tratado al respecto, y yo no pienso unir el mío.

Nos contaron, en su día, que el turista es la “persona que se traslada fuera de su lugar de residencia habitual más de 24 horas, pernoctando en el lugar al que ha ido”. En eso abunda la OMT: “un visitante se clasifica como turista si su viaje incluye una pernoctación”. En su glosario básico[1] la OMT no tiene entrada específica para “viajero”, pero se cura en salud: el viaje “es la actividad que desarrollan los viajeros” y añade que “viajero es toda persona que se desplaza entre dos lugares por cualquier motivo y duración del desplazamiento”. Colijo que la clave está en lo de dormir en el sitio, pero no dice en qué tipo de sitio. Pero ni falta que hace.

Total, resumiendo, que mi cuñao es un turista porque duerme por allí…. a más de 2000 kilómetros de Pardavé con cita en el puerto de Durres para embarcar el “Super Convertible” (que se transforma en casi cualquier cosa que se mueva).

Pero es que me contaron en cursos, masters y zarandajas a los que he asistido (y pienso seguir haciéndolo) que “el viajero hace camino y el turista sigue el de otros” y mi cuñao es de los que hacen camino; algunos de los que hace no están en los mapas. Entonces, resumo, sólo por eso, ¿mi cuñao es un viajero? ¡Pues sí!  Y además, tengo anotado que, “al viajero lo mueve la curiosidad y al turista le motiva el ocio”. Entonces, sin lugar a dudas, mi cuñao es un viajero. ¡Curioso!

Tengo una cita (Seminario de Turismo en el Sidi Saler, 1998) que dice (pero no de quién): “El viajero organiza su vida en torno a los viajes y el turista organiza los viajes en torno a su vida”. Definitivamente mi cuñao es un viajero. Y tengo más anotado: “el viajero saborea la realidad del lugar y el turista sólo la usa”. Viajero; es un viajero.

De un seminario en Pontevedra (2002) tengo escrito: “El viajero disfruta del momento y si le sobra tiempo, hace fotos; el turista hace fotos y si le sobra tiempo, disfruta del lugar”.  Las fotos de mi cuñao dejan mucho que desear, pero alguna hemos conseguimos que haga (y nos la envíe); más que nada como fe de vida. De otro contubernio, en Cádiz (2010), tengo: “El viajero disfruta el camino para llegar al destino; el turista sólo ansía llegar para ponerse a disfrutar”. Mi cuñao es viajero; definitivo. Cualquier cosa le atrae; no lleva prisas. Claro, aquí me viene esta anotación (Sevilla, 2002): “El viajero crea su diversión; el turista la compra”. Es de una mesa redonda y no tengo claro a quien adjudicársela.

De ese panel también tengo anotado que “la categoría de viajero no existe; en los documentos sólo está la de turista” (cosas de viasados). Y esta otra: “¿Se puede ser viajero en el siglo XXI; sólo te dejan ser turista”. Hombre, aquí cabe la frase que le adjudican a Charles H Duell: “You were born too late; you will never explore earth. You were also born to early; you will never explore the stars” (vamos, tarde para explorar la tierra y muy pronto para las estrellas). Este personaje del XIX, a caballo del XX, también dijo “Todo lo que puede ser inventado está ya inventado”… y miren por dónde vamos. No me vale Duell para esto.

Le achacan a Gilbert K Chesterton, el “príncipe de las paradojas” una cita: “El viajero ve lo que ve y el turista lo que ha venido a ver”. La paradoja es lo contrario a la opinión común; ¿entonces? …  ¿qué nos quiere decir Chesterton? Lo pongo porque siempre se queda como muy erudito citando a Chesterton, que es muy sonoro.

Paul Bowles, al que muchos consideran un viajero (y no es fácil que te lo consideren así; autor de “Memorias de un nómada” y algunos otros más) escribía que “viajero es el que no tiene fecha de regreso” y eso es lo único que le falla a mi cuñao: regresa (dicho con la mejor buena voluntad) Bueno, regresa y no por su voluntad; que él vuelve porque se casa una sobrina o cosas por el estilo, que si no…

Bowles simplificaba la cosa: “el que sale de casa por necesidad es turista y el que sale sin necesidad es viajero”. Definitivo Isaac, eres un viajero.

Esto… Isaac… ahora hay wifi-free en medio mundo civilizado; y en esa que estás por Europa…. Chico, da un toque de vez en cuando. Es por cambiar la chincheta en el mapa para saber a qué país hay que llamar para que te busquen.





PD. No estoy bautizado “en la pila de los bordes”; pero como si lo estuviera.



11 mar 2017

DE QUE SI A BENIDORM LE VA BIEN, A TODOS NOS IRÁ BIEN; DE FRANCISCO JAVIER GARCÍA CUENCA-Magic Costa Blanca




Y como viernes que fue, pasó a tomar café con nosotros por el Meliá Benidorm Francisco Javier García Cuenca, hijo de Paco y Aurora. Esa presentación, en el mundo del turismo y la hotelería es suficiente; y una visa distintiva. Dos historias apasionantes -un matrimonio- que forjan una cadena hotelera y de iniciativas de ocio. Claro, no paraba de recibir Francisco Javier, segunda generación, recuerdos, saludos y ánimos para sus padres.

Acudió puntualísimo a Los cafés del Meliá; tanto que nos pillo en descuido; no estaba ni puesto el atril: Es, Francisco Javier García Cuenca la representación del Grupo Magic Costa Blanca que, hoy por hoy, son hoteles (en Benidorm y Gandía), apartamentos turísticos (en Villajoyosa, Finestrat y Benidorm), y parques de Vacaciones.

Al principio, un repasito a su persona: de Benidorm, que si sus estudios, que si su paso por el SEK de Madrid, que si la Universidad de Valencia (Gestión y Dirección de Empresas) y que si el integrarse en la empresa familiar en la que ya había pasado por todos los departamentos: “comencé de botones, a los 12 años en el Villa de Benidorm; recuerdo las propinas”. Lo único que no ha hecho aún han sido camas; pero ha jugado al baloncesto en el equipo de la competencia -Basket ServiGroup- donde consiguieron las mieles del éxito provincial.

En un momento dado optó por hacer un Máster en el Instituto de Dirección de Empresa y recuerda, quien hoy es profesor en el Máster de Dirección Hotelera de la UA, que “los conocimientos, con diferencia, los adquirí entonces”.

Destacó los rasgos heredados de sus padres que le definen; “el valor del esfuerzo para conseguir objetivos, de mi padre, y la empatía y vínculo emocional de mi madre”. Recuerdo a Aurora, en mis días de Radio Benidorm, la pasión en la negociación y la lucha en la promoción. Y de Paco, el entusiasmo en los proyectos que acometía.

El caso es que Francisco Javier se integró, ya egresado, en la gestión del grupo Magic Costa Blanca en 1993 y en el 94 ya estaba en la directiva de HOSBEC. No en balde, su primera reunión de trabajo había sido, poco antes, con Pepe Hidalgo (que de Halcón Viajes creó el grupo Globalia) y Herminio Gil (que fue el padre de “Curro” y las vacaciones de los españoles en el Caribe). Aquél ‘bautismo de fuego’ dice que le marcó y que de entonces y de sus padres tiene claro que “es más importante el equipo adecuado que los conocimientos teóricos”.

Hablamos de HOSBEC y el cambio que él ha vivido desde el 93: pasamos de un modelo que nos llevaba a competir internamente a otro donde luchamos por hacer grande el destino y cooperamos en su promoción, aunque compitamos”. Es que, reflexionó: “Si a Benidorm le va bien, a todos nos irá bien”.

Es, Francisco Javier, vicepresidente de CEHAT[1] -“con Juan Molas, Joan Gaspar, Ana Beriain y otros”, nombres, todos ellos, de la primera división de la industria del alojamiento turístico, y señaló algunos aspectos que llevan en cartera como el de la ‘economía de egolatría”, como él llama a lo que los “expertos” llaman ‘economía colaborativa’ y algunos, ya, “economía sumergida turística”; hoy por hoy, “el mayor reto”.
Un momento de la tertulia; (Fotos: Mario Ayús)


Hemos de competir por talento, conocimiento e innovación”, advirtió. El escenario que disfrutamos hasta ahora va a cambiar en cuanto irrumpan destinos como Túnez, Egipto y Turquía una vez estabilizados; “volverán al mercado tirando los precios”. “Somos competitivos, pero hemos de ir a más”. Recordó que una batalla con el ‘bajo coste’ ya se ha librado entre los destinos continentales americanos y los del Caribe y conocemos los resultados exitosos de Miami, Orlando y Las Vegas: “son lecciones a no olvidar y de las que aprender”.

Elogió la labor de Visit Benidorm -“marca un antes y un después”- y se pronunció a favor de la colaboración público-privada: “Visit Benidorm es una de nuestras fortalezas”. Lamentó que el Invat·tur no responda a las expectativas creadas.

Y esa fase del café salió el tema que abanderamos en la tertulia: “¿Benidorm debe definir el modelo de ciudad?”. Tenemos una particularidad, insistió él: “Benidorm es ciudad y cuanto más ciudad, más éxito”. Y se explicó, avanzando en nuestra tesis: “el ambiente y el ocio continuado se suma al concepto de playas, en plural, sumando un target de emociones superior”. Animó a seguir desarrollando la estrategia de playas y dotar al conjunto de más valor: “el valor expresional de Benidorm es altísimo; el target de emociones no tiene fin”.

Hablamos de estacionalidad, de los recursos de nuestro interland, de “las kellys” (iniciativas que esa misma mañana estudió HOSBEC), de las vacaciones del IMSERSO -“Benidorm podrá funcionar sin ellas; sabemos ya que la Administración estaría dispuesta a estudiar la liberalización del sector”- y hasta de cambios: “nuestra obsolescencia es bajísima”. Y como apuntó Roc Gregori: “un destino cambia si fracasa; y Benidorm funciona”. Así pues, sentenciamos en la Tertulia “Los cafés del Meliá” (esta vez sin Antonio) que porque funciona, “el mismo modelo no nos permite cambiar”.

Hablamos de mucho más. Francisco Javier nos anunció novedades en el Grupo. Esperan que el Atrium Beach, ahora como La Vila Resort, esté listo para el verano de 2019; buscan un socio. Que si el Magic Tropical Splash en la Cala de Finestrat, que si el viejo Excalibur arrancará en breve, actualizado, como Magic Robin Hood con las aventura del arquero de Sherwood, o el Magic Natura, la primera experiencia mundial de alojamiento entre animales en Terra Natura -250 cabañas- donde nos hemos citado para dentro de nada y menos.

Y así pasamos la tarde del viernes: entre sorbos de café y esfuerzos de raciocinio radiografiando la situación e intentando sacar adelante una entente que nos defina. El viernes que viene, más.







[1] Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos

9 mar 2017

DE ESTA EUROPA DE QUITA Y PON (III)




Ayer lo dejamos, acabada la IIGM, en las comisiones. Pero, ante su ineficacia y a medio camino entre sociedades de estudios y grupos de presión (político-económicos) surgieron los seis pilares del europeísmo.

El primero fue la ya citada Unión Europea de Federalistas (UEF, 1946) que fijó su objetivo en la creación de una Asamblea Constituyente.
Churchill, en la Universidad de Zurich, el 19 de septiembre de 1946
Un segundo pilar fue británico. Winston Churchill venía de pronunciar en la Universidad de Zurich el famoso discurso (19.09.1946) en el que convocaba a formar los Estados Unidos de Europa y en donde dijo aquello de “voy a decir algo que les sorprenderá: el Partnership (asociación) de Francia y Alemania como eje”. Y sorprendió, y en cuanto volvió a Londres puso en marcha el Movimiento para la Europa Unida al que de inmediato se sumó la rama francesa de Raoul Dutry, con su Comité Heniot, que perseguía los mismos fines. Churcill puso a su yerno -Duncan Sandys (británico)- al frente y pasó a segundo plano en busca de mayor protagonismo en otros frentes, como veremos. El nuevo movimiento perseguía implantar el modelo de la Commonwealth donde no se cede soberanía y sí aspectos ejecutivos funcionales. Tal vez por eso no cosechó todos los apoyos.

Un tercer pilar fue la Liga Europea de Cooperación Económica (LECE; noviembre de 1946) que pusieron en marcha el belga Paul van Zeeland, el holandés Piet Kerstens y el polaco Józef Retinger. Se definieron como grupo de presión intelectual… Y aún sigue viva la Liga. Ahora mismo es un organismo consultivo del Consejo de Europa y del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. Su capítulo español es de los más activos.

La Democracia Cristiana inspiró el cuarto pilar. El francés Robert Bichet lideró la reunión de Chaudfontaine (marzo de 1947) donde vieron la luz los llamados Nuevos Equipos Internacionales que a modo de Internacional Demócrata-Cristiana avalaron los aspectos sociales (y anticomunistas) del naciente europeísmo.

El quinto pilar tiene marchamo socialista. Aunque surgido en marzo de 1946, de la mano de André Philip, hasta mediados de 1947 no se deciden a sumarse al proceso como Movimiento Socialista por los Estados Unidos de Europa. Costó que abandonaran cierta connotación estalinista, pero enseguida abogaron por la aplicación del Estado del Bienestar en la Europa unida.

Y el sexto pilar lo pone Coudenhove-Kalergi con su Unión Parlamentaria Europea (junio de 1947) que celebró de inmediato su primer congreso en Gaastad (Suiza) con asistentes de Francia, Italia, Bélgica, Luxemburgo, Holanda y Grecia; pisando fuerte, sin Inglaterra.

En los seis grupos había elementos comunes, por lo que resultó fácil unirlos en París (julio de 1947) para poner en marcha el Movimiento para la Unidad Europea. Sandys, desde Londres, lideraba la operación y el 11 de noviembre Europa contaba ya con un Comité Internacional para la Unidad Europea que proyectó su primer congreso en La Haya (el trascendental Congreso de la Haya) entre el 7 y el 11 de mayo de 1948, con 800 asistentes[1], donde debatieron el modelo de unidad continental “y marcaron la creación de los Estados Unidos de Europa como objetivo común para todas las fuerzas democráticas de Europa”. Presidió el congreso Winston Churchill (británico) y liderando el proceso estaban Konrad Adenauer (Alemania), François Mitterrand (Francia), Harold McMillan (también británico), Altiero Spinelli (Italia), Pier-Henri Teigten (Francia) y Paul van Zeeland (Bélgica).

La primera realización fue la Asamblea de Europa que tenía por misión redactar una Constitución Europea… que aún colea.

Y fue Churchill (británico) el que defendió para la Asamblea el “asumir un papel activo en la lucha por la democracia, los derechos humanos, el libre mercado y los valores europeístas sin pérdida real de la autonomía de las políticas estatales”.

Después, se puso en marcha el Consejo de Europa (julio de 1949), en Londres (capital británica), con diez estados: Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Reino Unido, Irlanda, Italia, Dinamarca, Noruega y Suecia. Su sede permanente se fijó en el continente, en Estrasburgo, y al poco se consiguió el Convenio Europeo de Derechos Humanos (Roma, 4.11.1950; en vigor, 3.09.1953). Esto funcionaba.

Y se vio la necesidad de crear instituciones independientes, dotadas de poderes propios, para hacer frente a las cuestiones urgentes que surgían en el plano político y económico. Tras la adhesión de la República Federal de Alemania, el francés Robert Schuman propuso la creación de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero… y el resto de la Historia, hasta la UE actual ya, creo que, se la saben.

Pero es que hay más. En marzo de 1947, Francia y el Reino Unido firmaron el Tratado de Dunquerque de amistad y cooperación (y eminentemente anticomunista[2]) al que a los pocos días se sumaron los países del BENELUX y que daría lugar a la Unión Europea Occidental, a la que la OTAN quitó vitalidad y rango, y que se convirtió en el cordón umbilical entre el Reino Unido y la Europa Unida.

Por todo esto -relatado en tres entregas (y mucho más en otros Post)- me da tanta rabia, me entristece tanto, que lo que nos ha constado tanto, y tanto, crear -y tanto, y tanto, hacerlo funcionar- ahora nos lo quieran tirar por la borda desde la pérfida Albión en aras de otro brote nacionalista. Y -casi, casi- se puede decir que los mismos que animaron la realidad del proceso de la Europa unida, los británicos, sean ahora quienes lo intenten dinamitar.

Cierto que han sido siempre culo de mal asiento y en cuantito les quitaron protagonismo la liaron, pero… ¿qué sería de la familia europea sin su oveja negra?; todas las familias (o casi todas) la tienen.

Y no, esto no puede ser una Europa de quita y pon. Con lo que nos ha costado hacerla. No. No al Brexit, no.









[1] Organizaciones europeístas, intelectuales, empresarios, sindicalistas y observadores de los EE.UU y Canadá.
[2] Amenaza de gobiernos comunistas en Grecia y Turquía; apoyo de EE.UU. a la iniciativa. Esta parte del Tratado de Dunquerque se conoce como Tratado de Gregori.

8 mar 2017

DE ESTA EUROPA DE QUITA Y PON (II)


Como decíamos ayer, a las llamadas del mecenas Mayrisch (Informes Colpach) sobre la necesidad de una Europa unida siguieron otras voces alertando lo que nos podría pasar en la Europa de los nacionalismos, ya metidos en los años 30, y proponiendo iniciativas para evitar la debacle. Los Informes Colpach, como muletilla, pedían, todos, una Europa unida lejos de nacionalismos.
En esa línea avanzó el británico Sir Arthur Salter pidiendo (1926) “una unión aduanera” y “una autoridad política supranacional” muy en consonancia con los postulados de moda; del geógrafo Haldford J. Mckinder y su “pivote del Mundo[1]. O la Europa Occidental o la Europa del Este; una de las dos. Acaba de triunfar la Revolución bolchevique y Salter apostaba (exigía apostar) por la Europa Occidental.

Y aquí me viene ni que pintado Vladimir S. Voytinsky, que de bolchevique en 1905 -y editor de Izvestia en la Revolución de 1917- pasó a exiliarse en Alemania (1921) y emigrar (1935) a los Estados Unidos. Llegó a proponer (1927) “Los Estados Unidos de Europa”, tan convencido como estaba de la necesidad de una Europa unida (Occidental, frente a la por él vivida). Hasta propuso un calendario para conseguirla.

Y obviamente, no hay dos sin tres, el francés Francis Delaisi, un economista-periodista-sindicalista, que en 1929 insistía en la puesta en marcha de una Europa unida a sabiendas de que habría, al menos, dos Europas: “la del caballo de vapor (industrializada) y la del caballo de sangre (agrícola)”. Y podían compaginarse. ¿Era la Europa de dos velocidades?; ¿Hemos tenido que llegar a 2017 para darnos cuenta?
Aquí llegados quiero meter, con calzador, una cuña patria. España se colocó en la órbita de la construcción europea con Salvador de Madariaga y José Ortega y Gasset. La Teoría del Europeísmo que presentaron resultó tremendamente válida. Y ya metidos en harina española, apunto que fue en España, en Madrid, donde Aristide Briand, ministro francés de Exteriores, hizo el primer llamamiento para una Europa unida (1929)… en una reunión de la Sociedad de Naciones sobre las minorías[2]. Y ni flores; no era el lugar y los delegados del Reino Unido y Alemania estaban en otras cosa.

Diario ABC; 12 de junio de 1929. Caricatura de Uralde de los asistentes a la sesión de la Sociedad de Naciones. En el recuadro naranja, la de Briand

Empecinado en la bondad de la idea, Briant lanzó una segunda andanada en 1930 -el Memorandum Briand-… y solo Yugoslavia, Checoslovaquia y Bulgaria aceptaron integrarse en esa Europa unida. Pocos mimbres para tejer el cesto europeo.
Mejor le fue al aristócrata Coudenhove-Kalergi (que ya tuvo su Post). Este austro-húngaro, de madre japonesa y pasaporte francés, clamaba contra “el fanatismo y la intolerancia del nacionalismo”; el escollo para lograr una Europa unida. Su Movimiento Paneuropa exigía la democracia: “Europa se extiende hasta donde llegue el sistema democrático”… y, claro, tuvo que salir por piernas de Viena cuando el Anschluss (12.03.1938) nazi.
Tal vez Europa no se materializó por aquél entonces porque al conde, y a todos los anteriores, solo le apoyaron las derechas democráticas, los humanistas, los federalistas y unos pocos, poquísimos, socialistas: el británico Clement Atlee y el holandés Edo Finnen. El resto de socialistas europeos ni estaban ni se les esperaba. Los comunistas, nunca.

No hubo narices a otra cosa que ir a otra guerra: la IIGM
Con la guerra en marcha se “creó” (16.06.1940) la Unión franco-británica. De Gaulle fue a Inglaterra y con Churchill pactó, en nombre de Francia, “la creación de organismos comunes de defensa, economía y política exterior”. Pero lo mejor de aquellas cuartillas era que “todo ciudadano francés gozará inmediatamente de la ciudadanía británica y todo súbdito británico se convertirá en ciudadano francés[3]. El artífice fue Jean Monet (que también tuvo su post), no De Gaulle. En la Francia continental rechazaron la propuesta… y encargaron a Petain que “salvara Francia”. El viejo mariscal firmaba la rendición a Hitler seis días después… Y así no hubo posibilidad de poner en marcha la primera iniciativa común del sueño de la Europa unida.

Con la guerra en marcha, el rexista[4] belga, Pierre Dayé, publicó “Europa para los europeos” (1942) reclamando una Europa unida bajo los auspicios de la Alemania nazi. ¿No queríais caldo?, pues dos tazas. No obstante, Clement Atlee contraatacó exigiendo (1942) un Consejo de Europa para “concienciar a la familia europea de la necesidad de una Europa unida” lejos de los nacionalismos. Pero la necesidad urgente era soportar los bombardeos.
Y a pesar del conflicto, en 1943, Eduard Wintermayer publicó “Europa en marcha” animando a lograr la unión. Y en 1944, cuando el signo de la guerra cambiaba, Edward Haller Carr propuso unas “Condiciones para la paz” desde una Europa unida para salir del atolladero. Y en junio de 1944, el Comité francés para la Federación Europea tomó cartas en el asunto y en la neutral Ginebra convocó a los Movimientos de Resistencia no comunistas para, en conjunto, lanzar el Manifiesto hacia una Europa Unida Federal (EUF) en la que se comenzó a trabajar, nada más terminar la guerra, desde Luxemburgo, celebrando asambleas en París (1946) y Montreaux (1947)… que tampoco fructificó.

No fructificó porque se estaba más por la labor de reconstrucción de la devastada Europa.
Tal vez, lo más cerca que se estuvo de la idea de unidad fue con las Comisiones E que diseñaron planes para recuperar la producción de carbón, la economía y los transportes terrestres. Londres coordinaba todas las comisiones y las operaciones a modo de capital de esa hipotética Europa unida cuya primera materialización fue la Liga Europea de Cooperación Económica (con el beneplácito de la UEF). Al mismo tiempo, el Movimiento Socialista por los Estados Unidos de Europa se unió exigiendo políticas globales para alcanzar el Estado del Bienestar bajo fórmulas socialdemócratas… inaugurando así la “etapa de las comisiones y los congresos”: necesidad de hacer cosas para la unión de Europa y no saber cómo hacerlas. “Si quieres que algo no funcione, crea una comisión” (frase que 9 de cada 10 atribuyen a Napoleón)

Pero de eso hablaremos mañana.




[1] Para Mackinder existía un gran continente ‘la Isla Mundo’ dividida en 6 regiones: Europa Costera (Oeste y Centro Europa), Asia Costera (India, China, Sudeste Asiático, Corea y Este de Siberia), Arabia (Península Arábiga), el Sáhara (Norte de África), el Sud-Centro del Mundo (Sudáfrica) y el más importante: el Centro del Mundo o ‘Heartland’ (Eurasia) para el que reservó la cuestión clave de ser ‘el Pivote del Mundo’. “Quién controle Europa del Este dominará el Pivote del Mundo quien controle el Pivote del Mundo dominará la Isla Mundo quien domine la Isla Mundo dominará el mundo”.
[2] El objetivo esencial de la Sociedad de Naciones era el mantenimiento de la paz, así como garantizar la protección de los pequeños países ante las grandes potencias. La aplicación del principio de las nacionalidades a la Europa Central y Oriental fue una de sus tareas más complicadas en base a una realidad étnica y lingüística tan compleja, lo que provocó una intrincada labor de diseño de fronteras tratando de separar lo que a menudo era inseparable. Las minorías nacionales fueron la regla en los nuevos estados surgidos en la región.
[3] La Unión franco-británica: la oferta que duró una tarde. D. Peris (1973)
[4] Rexismo: movimiento político nacionalista revolucionario desarrollado en Bélgica durante la primera mitad del siglo XX. Homólogo belga del fascismo en Italia. Fundado en 1930 por Léon Degrelle. El nombre proviene del eslogan latino Christus Rex, “Cristo es el rey”.

7 mar 2017

DE ESTA EUROPA DE QUITA Y PON (I)




El primero de marzo día Jean-Claude Juncker salía por peteneras advirtiendo de la posible desintegración de la UE, tras el puñetero Brexit -por una gracieta de Cameron de la Isla[1]-. Cinco días después han salido Hollande, Merkel, Gentiloni y Rajoy dando un paso al frente apostando por una Europa a varias velocidades: ciertos países van por delante sin cerrar la colaboración a los que van por detrás. Es que, con la que está cayendo, o se coge el toro por los cuernos o esto, Europa -que ha costado tanto de hacer-, se nos va al garete.

Me gusta esa Europa unida. En este Blog le he dedicado varios post al proceso de la creación de la Europa unida; incluso un par de ellos sobre la participación de Benidorm en el proceso (que la hubo). También al Brexit, por activa y por pasiva. Son tantos enlaces que resultaría farragoso adjuntarlos uno a uno.

El proceso de Europa ha sido muy largo. Al principio, hasta el nombre era una quimera. El primero que menta la bicha -Europa- es el purpurado Andrea Piccolomini quien, como Papa Julio II, escribe la palabra Europa (aquello fue en 1458) para designar al conjunto de reinos cristianos amenazados (al Este y al Oeste) por el Islam: “Europa, nuestra patria; nuestra propia casa”.

Puede que, deduzco a la luz de los acontecimientos, la palabra Europa surgiera del miedo. Aquella primera vez fue ante el Islam. Pero es que cuando se estaba materializando esta Europa del Siglo XX, tras la IIGM, volvió a salir a relucir el miedo. Paul-Henry Spaak, ministro de Exteriores de Bélgica, le espetaba en marzo de 1948 a Andrey Vyshinsky, Jefe de la delegación soviética en las Naciones Unidas: “¿Sabe usted cuál es la base de nuestra política? El miedo, el miedo a ustedes, el miedo a su Gobierno, el miedo a su política[2]. Hubo de terciar el francés Jean Monet (uno de los padres de Europa y perejil de esta y casi todas las salsas del siglo XX) y sentenciar: “No es el miedo; es la confianza en nosotros mismos[3].

Y parece que es eso, la confianza en la capacidad de los europeos la que ha hecho posible esta Europa amenazada por los nacionalismos.

Echando la vista atrás, me gusta recordar que Gran Bretaña había sido la vencedora en todos los conflictos europeos, desde el XVII, refugiada en su insularidad y con proyección mundial. Por eso, cuando a mediados del XX se apuesta por una Europa unida, como que la cosa no va con ellos, la miran de soslayo. Y eso que había estado a partir un piñón con Francia desde el ascenso de Hitler al poder. También me gusta recordar que Francia, que se había considerado el árbitro de Europa (hasta el XIX), se encontró en el XIX con que Alemania le salía respondona (desde 1870) y le disputaba la hegemonía continental en cuanto puso tierra por medio con el Imperio zarista de Rusia. Y odio recordar que entonces España se lamía de sus heridas y no estaba para aventuras de una Europa unida antes de llegar a los felices 20 del Siglo XX.

Europa era una historia latente que saltó por los aires el día que Napoleón fue derrotado definitivamente. Por el camino, derrota tras derrota, el corso nos fue descubriendo un patriotismo -y un nacionalismo- en cada rincón del viejo continente: eran los nacionales de las naciones los que vencían el ansia imperial y rompían la idea de confederación europea que alguien había podido vislumbrar incluso antes. El austriaco Klemens von Metternich y el francés Víctor Hugo se desgañitaron pidiendo, tras la derrota de Napoleón, una Europa unida; pero era pedir peras al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido que comenzaba a ser Europa.

Sería la estructura económica la que vencería a los nacionalismos. El XIX, el siglo comercial por excelencia, vino apoyar la idea de la Europa unida eliminando las barreras aduaneras y dando entrada al librecambismo[4]. Gran Bretaña y Francia son los primeros en apostar por él: Acuerdo Anglo-francés de 1860. Pero luego -conflicto franco-prusiano de 1870- cuando Lorena (base del poderío industrial francés) y Alsacia, regiones de Francia perdedora, se integraron en una Alemania vencedora la cosa se complicó. Volvieron los conflictos aduaneros. La historia del Zollvereim podríamos colocarla a estas alturas del relato, pero hoy no ha lugar.

Pero al despuntar el siglo XX el corazón de Europa vuelve a apostar por la Europa unida. En 1902 se publica en París “Los Estados Unidos de Europa y la cuestión de Alsacia y Lorena”. Su autor: “un europeo”. Anónimo[5]. Proponía, para lograrlo, acabar con el nacionalismo exaltado que estaba a punto de hacer mella en la sociedad y que nos llevaría a la IGM y por el que fuimos a peor. Pero tras el conflicto, Europa no salió mejorada del Armisticio de 1918 y nos metimos de lleno en la IIGM treinta y dos años después.

Para cerrar esta primera entrega, en el periodo de entreguerras y en la construcción de la Europa unida es necesario sacar a pasear la figura de Émile Mayrisch, un luxemburgués que en torno a su propiedad, el castillo de Colpach, y a su pecunio constituyó un grupo intelectual de máximo renombre (entre 1920 y 1926) buscando un acercamiento entre Alemania y Francia como motores de la Europa unida que ansiaba: “el auge del nacionalismo y las barreras aduaneras  sólo podían afectar negativamente a la competitividad” de esa Europa que soñaba. Inundó Europa de estudios económicos y sociales a favor de la unidad de Europa y puso en marcha varias iniciativas empresariales[6]. Advirtió Mayrish que de no erradicar ambas cuestiones (nacionalismos y aduanas) “Europa estaba abocada a una grave crisis económica y al radicalismo empujada por los populismos nacionalistas[7]. Noventa años después… va a ser que tenía razón y esta es la historia de esta Europa de quita y pon.





[1] Así llamaba Carlos Herrera a James Cameron por su “ideíca”.
[2] Luis Sanz Larumbre: “La Alianza Atlántica ante su tercera década” y en ABC
[3] Antonio Sánchez-Gijón: “Europa, una tarea inacabada”
[4] Librecambismo -primer Capitalismo- doctrina económica, opuesta al proteccionismo, que apuesta por la no intervención estatal en el comercio internacional, permitiendo que los flujos de mercancías se gobiernen por las ventajas de cada país y la competitividad de las empresas, y suponiendo que con ello se producirá una adecuada distribución de los bienes y servicios, así como una asignación óptima de los recursos económicos a escala planetaria. Es la extensión más allá de los mercados nacionales de los principios del libre mercado o liberalismo económico (laissez faire).
[5] Yo, al menos, no he encontrado ningún estudio o análisis que identifique al autor.
[6] Fundó en Luxemburgo (30.09.1926) la Entente Internationale de l'Acier (EIA), un cártel, donde Luxemburgo y países vecinos establecían cuotas para la producción de acero. También fundó (1926) el Comité Franco-Alemán de Información y de Documentación (DFS), autor de los Informes Colpach, para combatir la desinformación en ambos países.
[7] Informes COLPACH

5 mar 2017

DE SUBIR A BORDO DE BENIDORM




Domingo que es, tenía cosas importantes que hacer esta mañana (el “inglé” lo tengo muy abandonado). Pero, héteme aquí que me he dado de bruces, una vez más, con “Costa Ibérica. Hacia la ciudad del ocio” (MVRDV-Actar) y… sigo sin poder hincarle el diente en toda su intensidad más allá de las páginas de José Miguel Iribas (Benidorm, manual de uso; páginas 108 a 119), de Winy Maas (72 a 77 y gráficos) y de Paul Ouwerkerk. Y hambre tenía de él; y muchas fotos había, que descorazonan cuando uno busca letras, y letras, y mensaje.

Incluso, después de desayunar, al solecito benidormero que inunda el despacho, y al aroma de un Hoyo de Monterrey Du Maire -que me reservaba para mejor ocasión, pero ¡qué débil es la carne-, se me hace indigerible en su conjunto el librito de marras.  Por cierto, a ver qué se me ocurre en lo de fumar, que esta semana tengo un almuerzo de los de luego echar humos; a ver con que disparo yo si estoy gastando la munición en disfrutar naderías.

En fin; al grano.

Comienzo bien, le leo a Paul Ouwerkerk que Benidorm “En realidad es una especie del crucero masivo. Subes a bordo. Y luego te instalas. Hay mucho que hacer a bordo. No hay razón para bajar a tierra antes de que se acaben las vacaciones”. Es que, dice, “Benidorm es el refugio perfecto”, y me gana.

Y el caso es que hay opiniones para todos los gustos, pero como no enturbian el grato regusto y mejor aroma del cigarro, las trasiego.

Pero es que esto va más allá de Benidorm; es un ejercicio sobre el impacto de toda una costa urbanizada, una ciudad lineal para la que Winy Maas dice lo de “Esta ‘Ciudad lineal’ nos puede ser descrita en términos urbanísticos clásicos. Está formada básicamente por reemplazos temporales de grupos sociales determinados. En primavera, un gran número de jubilados huye del clima frío y perjudicial de sus países de origen; en verano, acoge la mayor concentración de jóvenes de todo el mundo en la mayor fiesta disco contemporánea; en otoño se convierte en el lugar de descanso de los propios españoles; y en los meses de invierno parece una especie de ‘pueblo fantasma’”.

¿Pueblo fantasma? Se lo “perdono” porque no se circunscribe a Benidorm y porque lo publicaba en el año 2000, con trabajos de 1998, y son una serie de apreciaciones subjetivas de muchos alumnos sobre una hipotética ciudad costera a lo largo de todo el mediterráneo; sobre un “muro de banalidad que rodea la península ibérica” y porque su pregunta síntesis final provoca una respuesta afirmativa: “¿No puede considerarse entonces esta ciudad como el prototipo de la naciente ciudad postindustrial, iniciada ya más en el dominio del hedonismo que tan solo en el del trabajo?”.

Lo dicho: sí. Pero… ¿Les molesta el éxito turístico de la vieja piel de toro y de la franja mediterránea en particular?

Ah, que lo que pretendía es hacernos reflexionar. Pues lo hacen… mientras dure el cigarro.

Vale, entonces ahora entiendo mucho más y mejor el “Benidorm, manual de uso” de Iribas -porque enseña a comprenderlo y utilizarlo sin mesura- y porque comprendo su reflexión final sobre la programación de la belleza toda vez que ha puesto en la diana “el largo trecho que separa el ocio organizado europeo del norteamericano”. El éxito de Benidorm ha sido, Iribas pontificaba, el bloque abierto, un “modelo higienista, pero sajón y, por ello, extraño a la cultura urbana mediterránea… que en Benidorm…. recupera la calle y latiniza la ciudad, salvándola del hastío”.

Y claro, me puede -me vence- el leer lo de que “la calidad urbanística de la ciudad se debe tanto a la voluntad explícita de los planificadores como a otros factores aleatorios en los que Benidorm ha tenido, por lo general, innegable fortuna”. Que así fue.

Y es ahí donde llega el mensaje urbanístico de esta ciudad: página 125. “Benidorm es la máquina de turismo de masas más eficaz de Espña. Con una densidad tres veces superior a la de Ciudad de México, acoge al 6%[1] del turismo nacional en solo 7 kilómetros de costa; bastarían trece Benidorms para hacer frente a toda la industria turística española. Su éxito se basa en un profundo y detallado análisis del comportamiento turístico y en una óptima gestión logística. La oferta se corresponde exactamente con la demanda…”.

Claro, ahora se entienden expresiones como que “Benidorm es un planeta turístico en las afueras de la galaxia…”; o que “Su carácter compacto ofrece una movilidad inmejorable…”; o que “… te sientes como en casa lejos de casa…; o que “Solo hay una gran diferencia: aquí siempre brilla el sol. El sol pone de buen humor a los turistas”. Y, sobre todo, lo de que “Esta ciudad no ofrece ninguna duda: se construyó para entretener”. Para hacer feliz.

A final, todo el equipo compone un MIX coordinado por Mathurin Hardel basado en los conceptos del filósofo revolucionario francés Guy Debord (la noción sociopolítica del espectáculo) y en los estudios de la ESARQ (Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona)… y se queda un Benidorm que no veas: vivir enfrente del Louvre tiene su aquél.


Bueno, lo dejo que tengo el Hotel Benidorm lleno y toca salir de paseo… por la ciudad del ocio.













[1] Cifra desfasadísima ya entonces; hablamos ya del 10 %