8 mar 2025

REFLEXIÓN CUARESMAL; A PROPÓSITO DEL JINGOISMO...

  

 

Si yo fuera americano -sinceramente creo que- hubiera votado a Trump, el único que daba garantías. Y estaría encantado: hacer América más grande, de nuevo y a costa de lo que sea. Para decir/escribir esto solo hay que desconectar la parte del cerebro que piensa a la europea y parece no entender lo que pasa al otro lado del océano que nos separa y el que siempre hemos surcado en la ida con seres humanos y en el viaje de vuelta han llegado ayudas, mercancías e ideas.

Lo que dice Trump ahora –y mucho de esto ya lo dijo en el ínterin 2017-2021- no es nada nuevo; está anclado en lo más profundo de la historia norteamericana, que obviamente –somos europeos- desconocemos por vicio y necedad; ¡ahí es ná! Trump, lo definió el analista internacional Daniel Alejandro Kersffeld[1], sería “el último y más acabado representante de la corriente ‘jingoísta’”.

¿Corriente jingoísta?, ¿Jingoísmo? Y eso, ¿qué-e-lo-que-é?

El jingoísmo es un tipo de nacionalismo exaltado, partidario de la expansión violenta sobre otras naciones. Es otra forma de imperialismo, basada en un patriotismo extremo que justifica una política exterior agresiva. A sus seguidores se les conoce como “jingos[2]”. Surgió en pleno siglo XIX[3], en un momento en que Gran Bretaña y Estados Unidos comenzaban a rivalizar en términos de expansionismo y de ocupación de nuevas áreas y territorios a nivel mundial. Se expandió a principios del XX; y pervive.

Y cayó muy bien el jingoísmo. En aquellos días de la segunda mitad del XIX fue un mecanismo de movilización popular del ultra nacionalismo militarista y expansionista británico que lo mismo explotaron –por el bien del Imperio británico- Benjamin Disraeli y Joseph Chamberlain (tories) como William Gladstone y Cecil Rhodes (whigs).

Ya ven, el origen del jingoísmo se fija en la Gran Bretaña del XIX, en plena era Victoriana y cuando el oso ruso era visto como un enemigo real; como lo es ahora. El jingoísmo saltó el charco y fue muy bien acogido en los EE.UU. De hecho, Theodore Roosevelt fue un firme defensor de esta teoría[4]”. Esto, viene de atrás; Trump sólo es un practicante más.

Pues sí, al americano estándar, lo de Trump, se lo pide el cuerpo; y más si le dicen que la Unión Europea se creó para joderles[5] habiendo tanta sangre derramada por norteamericanos por media Europa en dos guerras mundiales. Vale, que les llamamos y vinieron… y vale que Alemania haya pagado hasta el último marco acordado de las reparaciones de guerra; de las dos guerras[6].

Trump, hay que reconocerlo, ganó en el último suspiro del año 24 porque para millones de estadounidenses las cosas con Biden habían ido a peor, física y existencialmente. Hay quienes sostienen que Biden preparó al país para el éxito a largo plazo (¿?), pero en el día a día el bolsillo de los americanos estaba peor: los precios de los productos estaban afectados una inflación que llegó en algún momento al 21,9%, lo que significa que en 2024 la vida era un 22% más cara que en 2020[7]. Pues eso, que, si sumamos el aumento del coste de vida, el tema de la sanidad, la cuestión de la migración[8], la presión sobre los recursos sociales, la educación, la polarización del país y todo lo que miremos, pues es un culmen de cosas que minó la popularidad de Biden; además de la indisimulable edad. La imagen y los objetivos de la política exterior cayeron en picado mientras en Europa atronábamos aún con las imágenes del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021… pues no somos de ideas fijas, ni ná, en esta península de Asia que es Europa.

Es que olvidamos que el americano medio ha crecido sabiendo que era lo más güai del mundo; y, de repente, abre los ojos en este primer cuarto del siglo XXI y se encuentra –además- con que –encima- hay más actores sobre el escenario global y actores de reparto en la película. Sea como fuere los chinos han irrumpido con papel estelar –y a un ritmo frenético-; Rusia no quiere perder ripio y mantiene su malévolo papel de agente Smith[9] en este Matrix que se han montado entre los más grandes –la verdad es que fuera del metaverso-; y por todas partes les están creciendo los enanos del circo planetario (Irán, Israel, Corea…). Es como si se les hubiera caído el Imperio norteamericano.

A los rusos, no crean, no les va mejor. Pintan poco desde el desmantelamiento comunista y la caída de la URSS, no entraron en Kiev en marzo del 22 (como se habían imaginado), han perdido Siria y parece que su puerto mediterráneo –Tartús/Tortosa- donde operaba su marina militar desde los acuerdos con los Àsad en 1971 y tienen los estantes del supermercado de munición bastante vacíos, amén de la impopularidad de tirar de reservistas y los descastes de tienta de otros líos y generaciones soviéticas ya se los han destrozado en los campos de cereales de Ucrania donde la guerra está dominada por los drones y ha llegado a una etapa que ya no conduce a nada. Ahora mismo, Rusia no gana y no puede perder, por muy agresor que sea; y Ucrania no pierde –es un decir, por el bien de la frase- y no puede ganar. Vladimir: el Imperio ruso de Alejandro III, el de mayor expansión, tendrá que esperar.

Y hablando de imperios, me viene al pelo contarles que el Imperio romano sucumbió por la debilidad de los últimos emperadores (tomen nota), el desgobierno (esto, me suena), la cuestión económica (en realidad, la dificultad en la recaudación de impuestos) y la presión de los pueblos bárbaros (todos los del Este son muy bárbaros) sobre las fronteras; todo esto es mucho más cierto que lo del mito del plomo de las cañerías y las ollas para producir la sapa[10].

Hay quien dice -¡válgame, Dior, Christian Dior!- que le pasó al Imperio romano lo que le estaba pasando al Imperio yanqui, a punto de sucumbir por blandito ante lo woke[11] y el esperpento de los últimos meses de Biden y la entrada en escena de Kamala. Y sé de lo que escribo, por referencias directas desde allí; lo justito, pero lo suficiente como para hacerlo.

Enunciado esto, salto el charco y sobre la vieja piel de toro voy ahora y me pellizco; y me doy cuenta de que no soy americano. No tuve, obviamente, la oportunidad de votar a Trump. Y como soy español (y de nacimiento), sufro a Sánchez y estoy harto; muy harto.

Entonces me viene a la sesera otro imperio -el Imperio español, en el que nunca se ponía el sol- que también cayó. Y lo hizo -casi 4 siglos atrás- por agotamiento; y porque teníamos al frente del país validos[12] (que hoy triunfarían en la escena política gubernamental española del siglo XXI) como el duque de Lerma[13]; vamos, con el plomo y el lastre que nos supuso el tiempo de los Austrias menores[14], justo en el tiempo del Barroco, que sólo nos fue un poco bien en el Arte. Pero es que ni ahora nos va con el arte y no te digo si te asomas al vomitivo cine.

Sin querer mezclar churras con merinas -ni políticos que juegan en distintas competiciones y niveles-, a este lado del charco, la penúltima de Sánchez ha sido la de que le paguemos el alquiler de su estancia monclovita entre todos y a través de un ‘café para todos’, pero a unos les sirve café en un dedal y a otros en un pozal. Sí, en puridad es café para todos, pero unos como mucho huelen el aroma y otros lo saborean con placidez. Y a mí no me gusta el café; y menos las cesiones al independentismo y al espécimen de Waterloo. Si es que hasta Felipe González ve la jugada[15]. Y no me refiero a la capacidad intelectual, que lo centro en la ideológica.

Yo entiendo que en lo de la quita esta de marras pueden estar de acuerdo en Presidencia del Gobierno y en los 22 ministerios, incluyendo los cargos de turno; pero el resto del país no puede estarlo.

Olvidando la quita, pensando en el oso ruso y en lo que está pasando y en que urge el rearme –vamos, lo que se está cociendo ahora en Europa- con los socios de este gobierno, nos pilla a contramano y con los presupuestos (calzones) bajados. Sí, es cierto que Rusia no es ahora mismo nuestro problema inmediato y con este gobierno parece que es un socio: España le ha pagado a Rusia 8.900 millones de euros en gas natural licuado desde marzo de 2022 hasta febrero de 2025[16]. Esto tenemos que hacérnoslo ver y tener muy claro que el problema lo tenemos por los pies; por el Sur. Nos cuesta invertir en armamento y nos cuesta desarrollar nuestras propias empresas armamentísticas. Y mientras tanto, Marruecos se rearma[17] y tiene una alianza estratégica con Israel[18]. Y de Ceuta y Melilla para abajo tenemos al enemigo a las puertas.

Y un asunto tan de capital importancia me lo quiere resolver Sánchez con la ayuda del PP, al que desprecia dándole el mismo tiempo en la reflexión conjunta que al resto de sus compañeros de contubernio. La defensa es una cuestión de Estado. ¿Pero qué se le puede pedir a quien no quiere distinguir entre Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado?   

Y salto, de nuevo, a la otra orilla. De las últimas de Trump es que ya tiene lo que quería de Ucrania (al tiempo) y se la bufa que el gabacho Macron, en directo y ante las cámaras, le replicara, le enmendara la plana y le corrigiera en los millones de apoyo a Ucrania, en una guerra que desde el día uno sabíamos que no podía ganar Zelenski si no se implicaba todo el mundo occidental, con lo que ello suponía de confrontación planetaria. Putin no da puntadas sin hilo y es otro que sueña en plan Catalina la Grande. Pero también hay para Putin al que le endilga ya sanciones -¿se le puede sancionar aún más?[19]- y le insta a llegar a un ‘alto el fuego’.

Lápiz y papel. Para Ucrania, Estados Unidos aprobó un gasto militar de hasta 182.800 millones de dólares y hasta diciembre de 2024; y hasta ese mes había aportado material y equipos por importe de 114.000 millones de dólares. La Unión Europea ya ha gastado casi 145.000 millones de dólares[20] en el mismo periodo. Las cosas como son.

El lío comenzó en el 2022 y resulta que hasta las balas hay que producirlas y entregarlas; y eso lleva un tiempo; que el armamento, como los yogures, caduca y hay que gastarlo en maniobras o en conflictillos y se produce para el día a día. Las cosas por su nombre; que en esto del comercio de armas oficial las de última generación sólo llegan donde llegan y con las licencias que se consideran.

Cual abuelo Cebolleta[21] les cuento una de indios patrios –de los de hacer el indio- y vaqueros yanquis respecto a la ayuda militar norteamericana y el enemigo (nuestro, amigo de ellos) del Sur, para que nos vayamos preparando.

Cuando los Pactos de Madrid[22], en septiembre de 1953, la defensa aérea de España estaba encomendada a un puñado de aviones que venían volando desde nuestra Guerra Civil; o viejos modelos de entonces ensamblados a partir de 1940[23].

Gracias a los acuerdos del 53, en marzo de 1954 llegaron los primeros entrenadores modernos, subsónicos[24], para preparar -¡por fin!- la llegada de los flamantes North American F86 F “Sabre”[25]; segunda mano, ¡oiga!

Y cuando estalló la guerra de Ifni, tras la independencia de Marruecos, con ya un buen número de brillantes y efectivos F86 F[26] resulta que no podíamos utilizarlos porque eso era atacar a “un amigo” de los Estados Unidos: Marruecos. Al final, con aviones de Iberia y bidones de gasolina (en llamas) bombardeamos las posiciones enemigas de las “fuerzas ocultas” y el “comunismo internacional” porque en este país no sé qué nos pasa con Marruecos que nunca les señalamos como los malos malasombra directamente[27].

Y vuelvo a los Estados Unidos y a lo de joderlos; vamos, a la creación de la Unión Europea. Yo creo que no fue para eso. En realidad, era tanta la admiración que siempre despertaron los Estados Unidos de América en toda Europa que aquí se planteó la creación de los Estados Unidos de Europa; ¡semos asín, Mr. Trump!

Ya lo he contado en la serie “Esta Europa de quita y pon[28] en este mismo blog. Y es que siempre olvidamos –y Trump no lo tiene por qué saber- que, desde la derrota de Napoleón, el austriaco Klemens von Metternich y el francés Víctor Hugo se desgañitaron pidiendo una Europa unida; y que en 1902 apareció en París un librito titulado “Les États-Unis d'Europe et la question alsacienne-lorraine” editado por la Société Parisienne d'Edition, cuyo autor sólo quiso aparecer referenciado como “un europeen” proponiendo la solución. Sí, la solución mágica para crear los Estados Unidos de Europa y que no era otra que -¡Ojo al dato!- “acabar con el nacionalismo exaltado”, que es justamente lo que más abunda a ambos lados del Atlántico, hoy en día: unos por exceso y otros por defecto… y el jingoísmo que nos vuelve a aparecer en este post.

Sí, los Estados Unidos de Europa, el sueño de Émile Mayrisch –forjado en los informes Colpach[29]-, de Sir Arthur Salter, del bolchevique arrepentido Vladimir S. Voytinsky, de Francis Delaisi, de Salvador de Madariaga y de José Ortega y Gasset, de Aristide Briand, del conde Coudenhove-Kalergi, de Pierre Dayé, de Eduard Wintermayer, del mismísimo Winston Churchill, de la triada compuesta por el belga Paul van Zeeland, el holandés Piet Kerstens y el polaco Józef Retinger, de André Philip... fueron tantos los soñadores.

Pero es que no sé si Trump se da cuenta de que en Europa intentamos imitarles mañana, tarde y noche; por activa y por pasiva. Ansiamos, mal que les pese a muchos y otros más lo nieguen, una réplica del American way of life más allá del eslogan de “vida, libertad y búsqueda de la felicidad”. Vale, no somos WASP[30], pero como París no vale una nueva misa –lo nuestro es ser más papistas que el papa y pasar de religión- y como vemos resurgir el jingoísmo, debemos concluir que más ancha que Castilla –que lo es- resultan ser los EE.UU. entre el Cabo Hatteras, en Carolina del Norte, y el Cabo Mendocino, en California. Eso sí es anchura, cinco mil kilómetros, y no el Pilcomayo que crucé en un símil de patera en 2008.

Y allí en América, más allá de la Doctrina Monroe (América para los americanos[31]) tenemos un robusto sustrato social creado a partir de la doctrina del Destino Manifiesto[32] -¡de la nación elegida!- que desde el reverendo John Cotton (1630) se ha ido cimentando y que arranca vigoroso cuando el periodista John L O’ Sullivan (1813-1895), director de la publicación obrerista Democratic Rewiew, lo pone por escrito. Pero el punto de inflexión llega cuando el filósofo, historiador y abogado John Fiske (1842-1901), admirador y exégeta de Darwin, aporta nuevos tintes al tema por su creencia en la superioridad racial de los anglosajones. Ya, ¿qué le vamos a hacer?

Fiske publicó -1885- en el Harper's Magazine un artículo que se convertiría en la piedra angular del expansionismo -en tanto que teoría de la justificación- norteamericano. “Manifest Destiny” planteaba que Estados Unidos conseguiría expandirse no gracias a su potencial bélico y económico, sino a su superior condición humana, situación que al mismo tiempo los convertía en responsables morales de otros pueblos inferiores. Antecesores de Trump, como el republicano William McKinley -presidente entre los años 1897 y 1901-, apoyaron la independencia de Cuba y se hicieron con el control de Puerto Rico, Guam y Filipinas[33], mientras aquí andábamos en tardes de toros “patrióticas” -con las que recaudar fondos para la guerra- y nos enfrentábamos al drama de la repatriación.

Vale que ellos, los yanquis, sepan poco o nada de nuestra historia reciente; pero es que nosotros sabemos aún menos de la de ellos.      

Eso sí, como contaba Alberto Olmos en El Confidencial acabando febrero: somos muy americanos; pero que muy americanos. Vivimos esperando el paquete de Amazon, tirando de Uber, pegados al iPhone, celebrando Halloween y el Blacfriday, conduciendo un Tesla, siguiendo en directo –a pesar de la diferencia horaria- la SuperBowl, la gala de los Oscar o la de los Grammy, empleando términos anglosajones todo el día y más pendientes del ala Oeste de la Casa Blanca que del complejo de La Moncloa. Y así nos va.

No sabríamos que hacer sin ellos, con jingoísmo o sin él.

Si yo fuera americano –a estas alturas del post, convencido estoy- hubiera votado a Trump y ahora estaría pendiente de sus éxitos, mal que en Europa si dices esto eres un facha reaccionario.

 


 


[1] Doctor en Estudios Latinoamericanos, Máster en Ciencia Política y Sociología. Universidad Torcuato di Tella (Buenos Aires)

[2] Y ‘Jingo’ era el nombre del perro de la guerra que dibujaba el caricaturista antimilitarista Oscar Cesare a la puerta del despacho del presidente Wilson en la IGM

[3] El término “jingoism” fue acuñado por el radical británico George Holyoake, un laicista, editor de The English Leader y seguidor del fundador del socialismo utópico (Robert Owen) -fue misionero social owenita-. En el haber de Holyoake, los conceptos de secularismo y jingoísmo; este último, negro sobre blanco, en una carta dirigida al periódico británico The Daily News el 13 de marzo de 1878, defendiéndolo.

[4] El 23 de Octubre de 1895 soltó en The New York Times la confirmación: “Si por jingoísmo quieren decir una política que persiga lo que los estadounidenses desean con resolución y sentido común, insistir en nuestro derecho a ser respetados por las potencias extranjeras, entonces somos ‘jingos'. (There is much talk about 'jingoism'. If by 'jingoism' they mean a policy in pursuance of which Americans will with resolution and common sense insist upon our rights being respected by foreign powers, then we are 'jingoes'.)

[6] El Tratado de Versalles dejó sentenciado el endeudamiento de Alemania: reparaciones de guerra por valor de 132.000 millones de marcos de oro (31.500 millones de dólares estadounidenses del momento). Hubo sus más y sus menos; la cantidad era extraordinaria y se realizaron quitas y reducciones -con los planes Dawes y Young- que redujeron la deuda germana a 121.000 millones de marcos de oro (29.000 millones de dólares) en 1929. La llegada de Hitler al poder en 1933 suspendió el pago de reparaciones. Finalizada la Segunda Guerra Mundial (IIGM) en 1945 se acordó que Alemania volverían a pagar las deudas acordadas en la IGM y las reparaciones asociadas a la IIGM, que, a diferencia de la primera vez, fueron cobradas mediante propiedades industriales y navales, y que llegaron –al cambio- a cerca de 76.000 millones de euros pagados entre 1951 y 1990. En 2010 pagó Alemania la última compensación de la IGM.

[8] La migración neta total durante los cuatro años superó los ocho millones de personas!!!

[9] En Matrix, el agente Smith solo existe con el único propósito de contrarrestar a cualquiera que sea consciente de sí mismo. Es un programa diseñado para purgar a cualquiera de la matriz que esté en el sistema y que sepa o esté cerca de descubrir la existencia de la matriz.

[10] La sapa es un líquido dulce a partir del mosto que se utilizaba para endulzar el propio vino o elaborar salsas; y se producía hirviendo zumo de uva, reduciendo así su volumen y concentrando sus azúcares. El problema era que esta reducción por lo general se llevaba a cabo en ollas de plomo, donde el metal reaccionaba químicamente con la acetona del zumo de uva y daba lugar a un compuesto llamado acetato de plomo –azúcar de Saturno; bastante tóxico para el cuerpo humano- que termina perfectamente disuelto en la sapa.

[11] Término despectivo que se refiere a varios movimientos e ideologías progresistas o de izquierdas. Este artículo de BBC mundo es esclarecedor https://www.bbc.com/mundo/noticias-63465024 

[12] Valido, Favorito o Privado. Figura política propia del Antiguo Régimen en España, Francia e Inglaterra. El de valido era el puesto de mayor confianza del monarca en cuestiones temporales que le otorgaban el máximo nivel de autoridad en la toma de decisiones políticas, así como el control y coordinación de la Administración, con lo que en la práctica gobernaba en nombre del rey, en un momento en el que las monarquías autoritarias habían concentrado un enorme poder en su figura. Si el rey no puede o no quiere gobernar por sí mismo, lo hace el valido.

[13] Nieto de San Francisco de Borja, como valido del rey Felipe III se hizo inmensamente rico a costa de saber manejar la corrupción, el tráfico de influencias y la venta de cargos públicos.

[14] Felipe III, Felipe IV –el rey Planeta- y Carlos II; la crisis general del siglo XVII

[15] https://www.elespanol.com/espana/politica/20250226/felipe-gonzalez-quita-deuda-no-van-quitar-mentira-vamos-pagar-maneraodeotra/927157570_0.html

[16] Dato del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), una organización especializada en geopolítica energética que monitoriza las importaciones de petróleo y gas de terceros países a Rusia desde que comenzó la guerra.

[17] Cuenta ya con helicópteros AH64E capaces de sumar a sus Hellfire los misiles israelíes Spike NLOS

[18] Relaciones militares desde 2021, normalización política desde 2023 y … https://ecsaharaui.com/02/2025/israel-aumenta-la-cooperacion-militar-y-de-defensa-con-marruecos/ 

[20] https://maldita.es/malditobulo/20250224/eeuu-ucrania-europa-ayuda-millones/

[21] De la familia de don Rosendo y doña Laura, creada por el genial Vázquez; el abuelo, de largas barbas blancas, contaba batallitas del pasado y ha pasado al imaginario colectivo patrio.

[22] Tres acuerdos ejecutivos firmados en Madrid el 23 de septiembre de 1953 entre Estados Unidos y España. Posibilitaron la instalación en territorio español de cinco bases militares estadounidenses a cambio de ayuda económica y militar. Supusieron, junto con la firma del Concordato con la Santa Sede, la integración definitiva de España en el bloque occidental tras el aislamiento que había padecido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

[23] Biplanos Fiat CR-32 italianos, diseñados en 1933 y llegados en 1936  con la Aviación Legionaria italiana y que aquí llamábamos “Chirris” en número de 279; a partir de 1940 se ensamblaron 100 más en Tablada, conocidos como HA132L; Biplanos Polikarpov I-15 e I-15 bis; también diseñados en 1933, apodados “Chatos” o “Curtiss” en el argot patrio y según bando, de origen ruso, que fueron entregados por la URSS al bando republicano en número de 190 aparatos a los que sumar los 250 que fueron ensamblados en Reus durante el conflicto. En marzo de 1940 veinte Chatos fueron devueltos a España por las autoridades francesas en virtud de los acuerdos entre los ministros Bernard y Jordana, pasando a formar parte del Ejército del Aire junto a los 70 capturados y los 66 que se ensamblaron a partir del año 40. Finalmente, 8 monoplanos Messerschmitt Bf-109, los míticos "Buchones", denominados aquí HA-1109 y HA-1112, desarrollos españoles por Hispano Aviación del Bf 109 G2 que volarán hasta el 29 de diciembre de 1954 con motores Rolls-Royce Merlin 500-45.

[24] Biplazas Lookheed T33 Shooting Star

[25] Los dos primeros aterrizaron en Getafe el 30 de junio de 1955, provenientes de la base de Lanstuhl (Alemania) y que ya tenían horas de servicio y acciones militares en el 7th Fighter Day Squadron (FDS) del 86th Fighter Bomber Wing (FBW).

[26] Hasta 270 operativos al final de aquel conflicto

[27] El 1 de abril de 1958 se firmaría el tratado de Cintra (bajo presiones estadounidenses que buscaban acabar con las tensiones hispano-marroquíes; el secretario de Estado norteamericano, Foster Dulles, lo había acordado en Madrid unos días antes; el 20 de diciembre de 1957). En los discursos de la España oficial, de hecho, se descargó toda la responsabilidad de lo sucedido en Ifni en el Ejército de Liberación, evitando, en todo momento, cortar lazos con Marruecos. Y luego estuvieron de lío los marroquíes en aquel territorio hasta el año 69; que todo hay que contarlo, oiga.

[29] En 1920, la familia Mayrisch se mudó a Colpach-Bas, donde habían comprado el Castillo Colpach. En los años siguientes, este se convirtió en un importante punto de encuentro para políticos,  economistas, escritores y artistas de Europa. El grupo Colpach –Círculo de Colpach- incluía a André Gide, Walther Rathenau, Jacques Riviare, Paul Claudel, Jean Guéhenno, Annette Kolb, Théo van Rysselberghe, Maria Van Rysselberghe, Karl Jaspers, Bernard Groethuysen, Ernst Robert Curtius y Richard von Coudenhove-Kalergi. El objetivo de Mayrisch era encontrar un acercamiento entre Alemania y Francia y hacer grande Europa.

[30] White Anglo-Saxon Protestant; blancos, anglosajones y protestantes, como fueron los primeros colonos de la costa Este.

[31] Política exterior de los Estados Unidos que se opuso al colonialismo europeo en el hemisferio occidental; fue clave para la estrategia estadounidense en el siglo XX. Como en 1923 Estados Unidos carecía de una fuerza naval operativa y un ejército terrestre potente, en el momento de la proclamación de la doctrina, las potencias coloniales la ignoraron en gran medida. Después de 1898, la Doctrina Monroe fue reinterpretada como una forma de promover el multilateralismo y la no intervención. En 1933, bajo la presidencia de Franklin D. Roosevelt, Estados Unidos ratificó esta nueva interpretación, concretamente mediante la fundación de la Organización de los Estados Americanos.​ En el siglo XXI, la doctrina sigue siendo denunciada, restablecida o reinterpretada de diversas formas.

[32] Doctrina sobre la cual Estados Unidos cimentó su política expansionista por Norteamérica durante el siglo XIX. Se fundamentaba en considerar a este país como la nación «elegida» y destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico. Abraham Lincoln consideró a los Estados Unidos como “la última y mejor esperanza sobre la faz de la Tierra”, expresión que lo define todo.

[33] El 10 de diciembre de 1898, en París, España firmaba su renuncia a la soberanía sobre Cuba y entregaba Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam, con ello ponía fin al imperio de ultramar español.

8 dic 2024

DEMOGRAPHY IS DESTINY

 

 

España, tenemos un problema.

La frase, seguro que, les suena. No va hoy el post del Apolo XIII, pero sí de un problema. Va de niños; y la saco a pasear cuando se acerca la Navidad.

El jueves vi un “nacimiento” con su buey y su mula, el pesebre de rigor y el ángel de la Anunciación. No faltaban la Virgen María y San José; incluso estaban ya aguardando los tres magos de Oriente. Faltaba el Niño. Y pregunté: ¿lo han robado ya? ¡No!, me dijeron; es que no ha nacido aún. ¿Entiendes?; ¡pue no!

Faltaba el Niño; y si me apuran, el pastorcillo tamborilero…

Falta el Niño y en España faltan niños. Por eso, Houston, tenemos un problema.

Aunque la frase real fue “hemos tenido” (pretérito perfecto compuesto), ya en la peli y a posteriori ha pasado a presente de indicativo: “tenemos”.

Les cuento. En abril de 1970 el CapCom (Capsule Comunicator[1]) Jack R Lousma había oído al astronauta Jack Swiger, piloto del módulo, la frasecita del problema y pidió confirmación. El comandante de la misión, James A Lowell, se ratificó con un “Uh, Houston, we've had a problem”. Vale, hemos tenido… Y entonces Lousma le respondió un “Bueno, esperen Trece, estamos revisando…”.

Y eso es que voy a hacer yo. Revisarles la conciencia.

En el 95, Tom Hanks si soltó -Houston, we have a problem- lo de tenemos un problema… y nosotros ahora, en 2024, no sólo tenemos, sino que arrastramos, un problema y de los gordos.

Y allá voy.

Llámenme cansino, ya he escrito varios posts sobre esto, pero tenemos un problema con la natalidad en este país y va más allá de la España vaciada. Es de infecundidad y no de infertilidad. No nacen niños.

Ahora, el demógrafo Alejando Macarrón, coordinador del Observatorio demográfico del CEU y director de la Fundación Renacimiento, lo ha sacado, una vez más, a la palestra nacional[2]. Faltan nacimientos en España, especialmente de españoles, y nos acusa de sucumbir ante el efecto avestruz, el de esconder la cabeza ante la realidad.

En septiembre de 2022 seguro que les hizo gracia a algunos de ustedes -a mí me cabreó en grado sumo- saber que el número de perros en España era dos veces superior al de niños de entre cero y nueve años. Esto es de lo más terrible que -yo, al menos- haya podido leer desde entonces. Y mira que han pasado cosas en este país y en el mundo entero.

Ya entonces se esgrimía que la cuestión económica y la falta de ayudas públicas a las familias explicaban en buena medida la baja tasa de fecundidad en España –1,19 hijos por mujer–. ¿Y qué hemos hecho?; pues nada. A apechugar que nos toca con la realidad.

La ONG Save The Children estimaba por aquel entonces que el coste de criar a un hijo rondaba los 672 euros al mes, una factura que disuadía y disuade aún hoy a muchas parejas que se plantean tener descendencia. Hoy, 2024, la misma encuesta habla ya de 758 euros al mes. Tener un perro en casa a cuerpo de rey cuesta entre 500 y 600euros menos al mes que tener un niño… y dicen los “expertos” que tener un chucho en casa reporta ventajas y alivia la soledad., mientras que un niño implica responsabilidad.

No tengo nada contra los perros y mascotas en general (salvo los nombres que les pongo), pero esto tenemos que hacérnoslo ver. No me preocupa que haya muchos perros en las casas de los españoles; me preocupa que haya pocos niños en ellas. Necesitamos como el comer llegar al reemplazo generacional.

Macarrón recordó en su día a Auguste Comte (1798-1856): la demografía es el destino. Terrible que no repensemos en el calado de esta lapidaria frase.

Comte, filósofo francés del positivismo (altruismo, orden y progreso), primer filósofo moderno de la ciencia, fundamental en el desarrollo de la sociología, tenía claras muchas cosas; entre otras que la familia es la unidad social fundamental y se nutre de hijos que comienzan siendo niños. Como Comte aboga por la familia, le olvidamos con frecuencia y desterramos sus postulados.

Pero a estas alturas del XXI, no perdamos de vista esta cuestión. Demography is destiny.

Como decía Comte, las características y la trayectoria de una sociedad están determinadas por su composición demográfica; el tamaño y la distribución de una población determinan su destino. No lo pasemos esto por alto.

Menos hijos significa menos hermanos, menos primos y menos nietos, es decir, una sociedad familiarmente desertizada como asegura Macarrón, quien avanza más: “Con datos en la mano, se puede decir que, o cambian las pautas de fecundidad, o aproximadamente la mitad de los jóvenes hoy no tendrán un solo nieto de mayores”. Esto nos aboca a un nuevo problema: la soledad.

En 2023 nacieron 322.098 niños en España, un 2% menos que en 2022. En 1976, cuando comenzó la Transición, 636.892 niños… y ya nos quejábamos de que habían nacido 20.000 menos que en 1995. Y hablamos de niños en general. Porque si hablamos de hijos de madres españolas la caída es de casi el 65%; y eso a mí si me preocupa.

No nos damos cuenta de que en esta España de hoy cada generación es un 45% menos numerosa que la anterior. Poco nos pasa.

Ahora mismo, en España la media nacional es de 1,86 muertes de personas nacidas en España por cada nacimiento de un bebé de madre española, pero hay provincias que tienen que hacérselo ver. Es el caso de la de Orense (4,7 muertes por cada nacimiento de un español), Zamora (4,5) y Lugo (3,8) encabezan el ranking seguidas de cerca por León, Soria y Ávila. Compensan estas lamentables cifras, para dejar la media en 1’86 las provincias de Almería y Sevilla (1,27), Murcia (1,32) y Málaga (1,39) con un balance más positivo de nacimientos autóctonos.

Coincido con Macarrón: “Es alucinante que esta sangría de españoles por insuficiencia de nacimientos no sea motivo de la máxima preocupación nacional”. Esto ya no va de avestruces; va de ciegos negligentes.

Es sorprendente que el 36,5% de los nacidos en España en 2023 tenía al menos un progenitor extranjero, porcentaje que en 2019 era del 20%. Cataluña está que se sale en este epígrafe -que subyuga la multiculturalidad progre- donde se supera la barrera del 50%, lo que podría suponer llegar a lo que los demógrafos y algún político ultraderechista llama “riesgo de fractura social a la francesa y a la belga”, pero que debiera inquietarnos a todos.

Sé que no es progre, ni políticamente correcto, pero coincido plenamente con quienes sostienen la necesidad de integrar bien a los hijos de inmigrantes… porque el problema va a más y, a todas luces, los los extranjeros no compensarán el déficit de natalidad de los españoles.

Tengamos en cuenta que estos parches de la inmigración no acaban con el envejecimiento social, solo ralentizan algo su avance. No se cubren empleos cualificados; no solucionan la soledad y desierto afectivo por falta de niños, ni tampoco la desestructuración familiar. Y hay riesgos de integración por exceso de inmigración y/o choques culturales. No llegamos al año 2050 que hablábamos en la asignatura de Demografía cuando la carrera; en 2035 entraremos ya en el invierno demográfico y quienes estén tomando decisiones entonces se acordaron de nuestras progenitoras difuntas (por ser elegantes) cuando tengan que elegir entre más inmigración, jubilaciones aún más tardías u otros menesteres laborales extremos. Al tiempo; ya verán.  

Volviendo a Comte, los factores demográficos, como las tasas de natalidad y de mortalidad, la inmigración y la estructura de edad, tienen un impacto significativo en el desarrollo y la evolución de una sociedad. Estos patrones demográficos más amplios, en última instancia, configuran el destino colectivo de una comunidad o nación. Esto lo dijo hacia casi 2 siglos… y no aprendemos.

Así, una sociedad con una población que envejece a marchas forzadas, como la nuestra, en nada y menos se va a encontrar con una cohorte reducida en edad laboral junto con una población de ancianos en aumento que requerirá ajustes en las políticas económicas, sanitarias y sociales. La disponibilidad de oportunidades de empleo, la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y la calidad de los servicios sanitarios se van a ver influidas por esta realidad demográfica. Y luego no salgamos como ‘madresmías’ a dónde hemos llegado.

Los individuos de una sociedad como la española a quince años vista tendrán que sortear estas limitaciones estructurales, tomando decisiones en el contexto de un destino demográfico que no han creado ellos; que les hemos dejado en herencia. A mí, por lo menos, me preocupa; y me desahogo en estas líneas.

El impacto de la demografía no se limita solo al destino social; también da forma al destino del planeta. La explosión demográfica mundial, por ejemplo, tiene implicaciones significativas para la sostenibilidad ambiental, la disponibilidad de recursos y los posibles impactos del cambio climático. En un mundo donde miles de millones de personas comparten este único planeta, las decisiones demográficas que toman las sociedades pueden tener consecuencias profundas para el destino de la humanidad en su conjunto.

La cita de Auguste Comte, "La demografía es el destino", sirve como un poderoso recordatorio de la influencia que tienen los factores demográficos en la trayectoria de las sociedades. Reconoce el papel de los patrones demográficos más amplios en la configuración de los resultados sociales, al tiempo que destaca la capacidad de los individuos para tomar decisiones dentro de las limitaciones impuestas por la demografía. 

Necesitamos niños para darle vida a este país.

 

 

  



[1] La única voz que comunica con la misión para concentrar el núcleo de comunicaciones

7 dic 2024

ALERTANDO, QUE ES GERUNDIO

  

En marzo, que fue por marzo, iba yo por la Ruta 1[1], aunque a ratos me cambiaban a la I95[2], cuando en un momento -crucial momento- atravesando unos inmensos arcos llenos de megacarteles indicadores de salidas y entradas por doquier -momento en que te adelantaban por ambos lados a todo meter-, de repente, que no llovía, salió de un smartphone un rarísimo hipo aullido huracanado -propio de Pepe Pótamo[3]- para alertarnos de un aviso, de una alerta, por “elevado riesgo de lluvia excesiva”. La primera vez que yo veía/oía/sufría una de estas alertas.

En la pantalla del móvil se podía leer (porque estaba en inglés y en cristiano) que “el riesgo es de nivel 4/4”; cuatro sobre cuatro, el máximo -y no estábamos en temporada de huracanes- lo que significaba, me explicaron, que se esperaban “de inmediato inundaciones repentinas generalizadas”. Que allí llueve sin avisar.

El NWS-Miami[4] tiene muy a gala lo de avisar y no es muy de avisar de que viene el lobo y sólo llega agua de cerrajas[5]; y los de por allí se toman los avisos muy en serio y le hacen caso: iba a caer una manta de agua y se iba a queda sobre el territorio por la falta de pendiente. No es como aquí que, por lo general, la orografía manda, y además de la que recibes, te viene por escorrentía lo de más arriba; aguas arriba.

Ipso facto, en aquel marzo de Florida, el conductor de nuestro vehículo se puso en alerta buscando donde “ponernos a salvo”. Sí, como lo leen. Y el sol aún brillaba rotundo. Hasta puso la radio buscando avisos y referencias ante lo que se nos iba a venir encima.

Y como que se nos fastidió la excursión, a cambio del historical site floridiano al que yo les embarcaba descubrimos, por mor de esta alerta y de abandonar la autopista, un centro comercial con un grupo de tiendas y restaurantes hipermegapijos donde suelen ir las gentes de nivel Top-Trump de por allí. Me sentí incomodo; lo juro. Lujo en la tierra mientras se abrían las cataratas del cielo por no más de 15 minutos con un hidrometeoro contumaz y asustante. Un par de horitas después pudimos seguir ruta y ya no había cantidades de agua en el asfalto.

Nuevo ante aquella situación, lo confieso, me pareció excesivo y esquizofrénico el comportamiento del conductor antes de ver llover. Al principio pensé que llevaba tanto tiempo por allí, entre wasp’s[6], que eludiendo su impronta peninsular hispana y de la Marina Baixa se comportaba como un nativo de por allí. Así que solté para mis adentros un “me lo ha tarado”. Pero no: los que allí estaban hacían lo mismo y no paraban de consultar sus teléfonos y mostrar una cierta preocupación. Y cuando comenzó a llover -insisto, sólo 15 puñeteros minutos- como que les entendí a la perfección. 

Llovió y paró; y volvió a lucir Lorenzo.

Es que, los de por allí, tienen muy asumido que una alerta es una alerta y ante una alerta lo tienen claro; y más si es de lluvias e inundación.

Florida es un territorio que no supera los 30 metros de altura sobre el nivel del mar hasta que no se llega a la frontera con Alabama, ya en plena masa continental, en el Panhandle (en el “mango” que une al continente la península de Florida), y uno se planta en Lakewood Park (30.98639, -86.28133; con un mojón de piedra que lo cuenta), porque allí se alcanza la friolera cifra altitudinal, no apta para sufridores de vértigo y escaladores en busca de ochomiles, de los 105’156 metros sobre el nivel del mar (356 pies). El Hotel Bali, en Benidorm, mide 186 metros (610’23 pies); la Panorama Tower de Miami mide 265 metros (869’42 pies).

En fin, que allí en Britton Hill, se encuentra uno con uno de los poquísimos lugares del Estado de Florida con una vista panorámica de ladera descendente; que cada uno va a Florida a ver lo que quiere, ¡oiga!

Total, que en Florida me di cuenta, en marzo de 2024, de la importancia y atención que se le presta allí a las alertas.

Aquí, en la vieja Europa, con la Directiva 2018/1972 (Artículo 110) nos hemos dotado del sistema EU-Alert[7] al que cada socio europeo le pone su propio identificativo: para España es ES-Alert, como para Francia es FR-Alert aunque en Dinamarca, por ejemplo, el sistema se llama S!RENEN (sí, con la letra i sustituida por el signo que cierra la interjección).

Bueno, pues en noviembre de este año EU-Alert estaba implantado en España, Francia, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Lituania, Rumanía, Grecia y Chipre. Está en fase de implementación en Italia, Austria, Bulgaria, Turquía, Irlanda y Hungría; y Portugal, Polonia y Letonia dicen estar transicionando el sistema de alertas para emergencias importantes o desastres naturales.

Para el EU-Alert hay 4 niveles de Emergencia: 1, 2, 3 y 4; algunas alertas especiales y un quinto nivel para mensajería. Para el Nivel 1 y el Nivel 2 estamos ante ‘Amenazas extremas’ que sin duda afectarán a la vida y la propiedad de las personas, como eventos climáticos catastróficos (inundaciones, terremotos, huracanes o tsunamis), advertencias de epidemias o ataques terroristas. El Nivel 3 está para ‘Amenazas graves’ que requieren precaución; son menos agresivas estas amenazas, pero deben ser tenidas en cuenta. Y luego está el Nivel 4 para mensajes de seguridad pública que van desde el aviso de la calidad del agua de la red (hiérvanla antes del beber o el refugio más inmediato está en tal sitio.

También están las Alertas Ámbar (EU-Amber) para localizar a niños desaparecidos y las Alertas-Prueba (EE-Exercise/EU-Text/ EU-Monthly Test) para testar el sistema.

Sólo el nivel 1 es obligatorio en los terminales que se venden en la UE y para los otros niveles se puede configurar el teléfono para que se reciban o no.

ES-Alert sólo utiliza el nivel 1. ¡Olé! Amenazas extremas. Y aparecerán en su terminal como "Alerta de Protección Civil". En su smartphone están activadas por defecto y no pueden desactivarse en los dispositivos.

Las alertas de Nivel 1 le llegarán aunque el terminal móvil esté en silencio. El sonido es fuerte, y va acompañado de vibraciones. La alarma no se muestra en la pantalla hasta que como usuario aprieta el botón de “aceptar”.

Las alertas de nivel 1 en España como en el resto de la UE significan una “amenaza inminente”, que haría peligrar vidas humanas, por inundaciones, accidentes nucleares, ataques terroristas o terremotos. Son automáticas y no requieren configuración alguna del terminal, como ya señalé, por parte del usuario. Se emiten únicamente en situaciones de amenaza inmediata y están activadas por defecto en todos los dispositivos compatibles. Estas alertas no pueden ser desactivadas por el usuario.

Pero: ¡Ojo al dato! (que decía García). La capacidad de los dispositivos para recibir y mostrar las alertas de ES-Alert depende de que estén conectados a redes 4G o 5G y de la versión de su sistema operativo: sólo Android 11 o superior recibe y muestra correctamente las alertas, y en IOS tienen que irse a un 15.6 o superior. Revísenles sus terminales y los de los mayores que tengan al lado.

La puesta en marcha del ES-Alert ha sido financiada con fondos Next Generation EU. El sistema está activo desde finales de 2022 en toda España, como insisto, para Nivel 1.

Las alertas de nivel 2 y 3 -para las que ES-Alert no está preparado- requieren activación manual por parte del usuario en los ajustes del teléfono.

Es importante, no obstante, saber cómo configurarlo para posibles usos en el futuro. Acabo de leer que hay que irse, con el teléfono que sea, a ‘Ajustes’ (o ‘Ajustes Avanzados’) y a ‘Notificaciones’; y luego, si es un iPhone sólo hay que desplegar la lista de aplicaciones hasta el final del todo donde aparece ‘Pre-Alertas de Protección Civil’ y activarla. Si es un Android hay que llegar hasta ‘Alertas de emergencia inalámbricas’ y activarlas; aunque también leo que para otros Android la ruta es Ajustes Seguridad y emergencias Alertas de emergencia inalámbricas. Los dispositivos con Windows 10 soportan EU-Alert a través de Cell Broadcast. Pues ya sabe: pruebe y active.

Y como ya les tengo entretenidos con esto, les cuento que se envía una alerta y no un SMS porque -resulta que, leo- un SMS es fácil de falsear y la alerta de ES-Alert sólo está a disposición de los centros de coordinación de emergencias de las comunidades autónomas y del Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias del Ministerio del Interior, quienes son los responsables de definir y emitir las alertas.

Si recibieres el mensaje, mantén la calma y actúa conforme te recomiendan.

Pero, como a todos los de por aquí, nos falta cultura de la emergencia, psicología de la percepción del riesgo. Todo aquello en marzo pasado viví entre las gentes de Florida; y de toda condición.

Aquí, ya se vio, subestimamos los peligros que no forman parte de nuestras vivencias cotidianas. Y un diluvio de récord como el del 29O nadie se lo esperaba; ni los de la AEMET que pronosticaron más de 200 litros y nos encontramos con un récord de lluvia en una hora, con casi 190[8] litros por metro cuadrados, y en tan sólo 10 minutos, con 50 litros.



Es más, aquí, por desconocimiento, llegamos a normalizar el riesgo y esto nos lleva a no ponderar la realidad de la situación. El “va a caer la de Dios” no entra en ningún sistema métrico humano y las orejas del lobo no asustan hasta que llega el mordisco. El sesgo de optimismo (el “a mí no me va a pasar”) es otro sambenito que llevamos a cuestas en estas tierras surestinas-levantiscas.

Baruch Fischhoff, profesor en la Carnegie Mellon University -en Pittsburgh, Pennsylvania- mediados los años 90 del siglo XX ya analizó este tema[9] y concluyó que la comunicación y la educación en estos casos es fundamental y que la comunicación de riesgos debe ser clara, específica y contextualizada. Las alertas ambiguas o con información técnica que no se traduzca en acciones concretas terminan por ser ignoradas por la población.

Por todo esto, por la falta de información general y cultura de emergencias, echo en falta, al menos, una web como Ready[10]/Listo[11] del gobierno d ellos EE.UU. que te lo pone todo bastante, bastante, clarito. Claro, es de allí, yankee, pero rezuma cultura de emergencia y ganas de proteger a la población civil.



Y dicho esto, pido que se me lean y relean esta información del Diario Información: “Olcina urge a modificar los protocolos de emergencia en Alicante para adaptarlos a la nueva realidad climática[12] centrado en el último Foro del Municipalismo (hay enlace al video de la intervención) proponiendo un decálogo de acciones para evitar otro desastre como el de l’Horta Sud, la Plana de Utiel-Requena, la Hoya de Buñol, la Ribera Alta, el Camp de Turia, la Ribera Baja y los Serrano o el de la Vega Baja del Segura unos años antes.

El nuestro es un espacio geográfico dinámico, multicultural, emergente y de innovación; pero con riesgo ante fenómenos naturales extremos intensificados por la energía latente en el Mediterráneo. Y con este último aspecto tenemos que saber convivir. El decálogo que planteo Jorge Olcina en el foro alicantino son diez acciones clave para mitigar los efectos de un fenómeno que no parece tener freno porque el territorio no es capaz de soportarlo todo; y hay que tener un Plan B, cultura del riesgo y hacer caso a las alertas porque las entendemos y asumimos.

 

 

 

 

 

 



[1] US Route 1 es una Ruta Federal que recorre la Costa Este de Estados Unidos: (+/-) 3800 km desde Cayo Hueso, Florida, hasta Fort Kent, Maine, en la frontera con Canadá.

[2] La Interestatal 95 (I-95) es la principal autopista norte-sur en la Costa Este de los Estados Unidos. Va desde la ruta 1 de los Estados Unidos (US Route 1) en Miami, Florida, hasta el paso fronterizo de Houlton-Woodstock entre el estado de Maine y la provincia canadiense de Nuevo Brunswick. La carretera es paralela en gran medida a la costa atlántica y a la US 1.

[3] Pepe Pótamo (Peter Potamus) es un dibujo animado de un hipopótamo antropomórfico creado por los estudios Hanna Barbera cuyas aventuras fueron emitidas por la televisión estadounidense el 16 de septiembre de 1964; en 1965 sus aventuras ya eran emitidas por TVE.

[4] Servicio Nacional de Meteorología de Miami - https://www.weather.gov/mfl/ & https://www.weather.gov/mfl/espanol

[5] En la web del Centro Virtual Cervantes se explica que José María Iribarren, al igual que Covarrubias, que la más correcta expresión sería Quedar en agua de cerrajas, aunque hay muchos que corrompen la expresión citando las borrajas. En realidad, «lo de agua de cerrajas alude a la poca substancia que contiene la infusión de la planta llamada cerraja». Ese cambio de cerrajas en borrajas es «un provincialismo».

[6] White Anglo-Saxon Protestant; los blancos anglosajones y protestantes de clase alta, generalmente de origen británico, que forman la élite del país y que han dominado la política, la economía y la cultura estadounidenses durante la mayor parte de su historia.

[8] 186’4 l/m2 en Turís